"Sirvame un poco más de ese licor acaramelado, mi cabeza no deja de decir cosas que abren mis cicatrices". La botella estaba tocando fondo; el dinero no era el problema, tampoco es un sujeto problemático, solo que era indigesto ver cómo esa luz resplandeciente se estaba apagando poco a poco dejándola varada en simples y nostálgicos recuerdos.
"Seguiré mi camino, creo en mi alma; ésta se irá sin mi". Con el tiempo se a menospreciado los paisajes con mucha tierra y pocos tonos verdes, pero no se puede negar que todo lo que eres se esparce por todo el lugar, como el humo espeso de la hierba.
"Este lugar es mi hogar, nuestro hogar. Solo sigue viendo las sombras en el suelo que marcan las nubes. Definitivamente todo pasa tan rápido, que ese bello rostro cambia cada día que te ves al espejo, ¿Acaso no es asombroso?. No importa si tú agua dulce apaga mi fuego, yo sigo siendo el mismo.
He volado como un pájaro hasta aquí, siendo libre, todo está bien...aunque sería mejor si estuvieras aquí para que sirvieses los tragos y bebieras un poco, pero así es la vida...así es la vida".
Enciende la radio, viejo amigo, déjate ir una vez más.
