sex addicts [l.s] ADAPTACIÓN

Estúpido pelo marrón

Ashton llamó a la puerta de Louis tan pronto como los créditos finales del exorcista rodaron en la pantalla.

Harry estaba quedando mal parado, ya que estaba ocultando su rostro en la almohada y se hacía bolita en el sofá. Louis rodó los ojos con disgusto -y un poco de piedad- antes de levantarse a abrir la puerta. Respiró hondo antes de tirar de ella hacia dentro y él estaba más que sorprendido por lo que tenía en frente.

Vamos a decir que Ashton fue arrollado por el tren de la pubertad, probablemente varias veces. Ahora este se alzaba por encima de Louis y se podía notar de la estatura de Harry. Sus bíceps estaban tonificados y su pelo rizado rubio había crecido bastante, siendo empujado por un pañuelo. Sus brillantes ojos color avellana se iluminaron al ver a Louis, mientras lo tiraba y agarraba en un abrazo de oso.

"¡Lou!", exclamó, mientras él le devolvía el abrazo. "Es tan bueno volver a verte."

"Eh, para mi también, ceniza", respondió Louis lentamente, dándole una risa temblorosa. "¿Qué pasa? ¿Por qué estás en Nueva York?"

Ashton suspiró, sacudiendo su hermoso cabello. "Eso es parte de una larga historia. ¿Te importaría si entro?"

Louis asintió, haciéndose a una lado para dejar que Ashton entrara al pequeño apartamento. Vio a Harry en la esquina del sofá y frunció las cejas. "¿Quién es él?"

Harry puso los ojos en forma espectacular, sin si quiera molestarse en ocultar su molestia -y celos-.

Ashton asintió mientras Louis se interponía entre ellos torpemente. "Ustedes, ¿ustedes están juntos?"

Louis y Harry dieron un vistazo rápido sin saber quien iba a contestar. "No", dijeron al mismo tiempo, causando una risa en Ashton.

"Bueno, entonces no importaría que diga que te quiero invitar a una fiesta, ¿verdad? Este fin de semana en la playa."

Tanto la boca de Louis como la de Harry cayeron en estados de shock. Lo que ninguno de ellos sabia era que Ashton había venido hasta aquí para intentar ganar una oportunidad con Louis, pero él nunca esperó que estuviera con otro chico. Especial no uno que pareciera una bola de excremento con su estúpido pelo marrón.

Ashton realmente, realmente lo amaba. No sabia si él iba a decir que no, teniendo en cuenta que había conducido mas de 1.000 kilómetros solo para verlo.

"Yo... Yo no sé", Louis balbuceó, mirando a Harry. "Parece tan repentino que no sé si..."

"No te preocupes, no voy a violarte o algo", Ashton bromeó, pero nadie se rió. "Estarás a salvo allí. Puedes quedarte conmigo todo el tiempo y no voy a dejar que otros chicos si quiera te miren."

Una parte del corazón de Louis revoloteo porque nadie había sido nunca tan dulce con él -es decir, con la excepción de Harry...

¡Harry!

"Solo iré si Harry viene con nosotros."

El rostro de Ashton se distorsionó a algo feo, mientras miraba a Harry. "Solo tengo espacio en mi coche para dos personas y todo el equipaje y..."

"Él puede caber", Louis interrumpió, dando a Ashton una sonrisa dulce pero ocultando algo diabólico.

"No sé si puedo", Harry habló después de un tiempo, causando que ambos lo miraran. "Quiero ir, pero..."

"¡Genial! Nos vamos en la mañana", Louis juntó sus manos, no le daría tiempo de pensar a Ashton. "Adiós ceniza, gracias por parar cerca, yo no puedo esperar hasta la mañana", dijo en un suspiro, empujándolo hacia fuera y cerrándole la puerta en la cara, dejándolo confundido y desorientado.

Harry le dirigió una mirada de perplejidad. "¿Por qué dices eso? ¿Por que tengo que ir?"

"Porque yo extrañaría tu cara de tonto, idiota. Ahora, ¡a conseguir embalaje!"