Tengo sospechas bien fundadas que me señalan como el mayor de los hipócritas. Yo soy ese hombre que se autoconsume en la tristeza de una vida incomprendida, de una humanidad egoísta que sólo se mira su propio ombligo, de, en definitiva, el mal de las prejuiciosas relaciones sociales que revelan la propia mezquindad del hombre. Pero, a la misma vez, soy esa persona que cuando escucha hablar colectivamente de fraternidad, se ríe en la cara de esos santurrones idealistas que aspiran a crear un mundo mejor. Porque, claro está, el mundo es malvado desde que es mundo, y tantísimos crímenes que se han sucedido ininterrumpidamente en el tiempo me dan la razón. Porque, ¡atención, soy el hombre que cree tener la razón! Esa es otra de las cosas que más me asquean de mí mismo, y que revela nuevamente mi tremenda hipocresía. Se me desgasta la lengua de decirme que soy un hombre humilde, desinteresado, que sólo me limito a aprender de lo que me enseñan y, sin embargo, en mi fuero interno me recreo con esa verdad a medias que he formado valiéndome de las verdades particulares de un sinfín de buscadores de la verdad que murieron mucho antes de mi nacimiento. Es cierto que nunca he tratado de imponer mi verdad Frankenstein, porque mi incipiente misantropía me decía que semejante propósito era propio de un hipócrita. ¡Ja! Ya lo veis, ya lo veis. Yo también soy el misántropo altruista, manda cojones. El que unas veces es amigo de los desvalidos, de los vagabundos, de los alcohólicos, y otras pasa a engrosar precisamente el bando de esos desvalidos, vagabundos y alcohólicos, mirando al mundo con ojos resentidos y escupiendo en la cara de los altruistas, a los que califico de santurrones. Yo no soy la suprema contradicción, no, porque tan grandilocuente apelativo tiene más de orgullo mal ocultado que de verdadera humildad definitoria. Soy un hipócrita, y punto.
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Reflexiones, locuras y otros destrozos
PoetryReflexiones sobre las diversas cuestiones que componen una vida. No esperéis encontrar aquí cantos a la belleza ni cursiladas positivistas. La existencia es lo que es: una vida que no hemos pedido y que se encuentra minimizada por la presencia de la...