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Con el corazón roto volvió q lq escuela al siguiente día. Vió al q había sido su novio sonriéndole a su nueva pareja. Sus ojos se encontraron por un momento. Sintió una mirada de disculpa en los ojos del contrario, rápidamente la esquivó. Y sintió fuerte y claro como los pedazos de su corazón continuaban haciéndose pedazos.
El día anterior sus sollozos no cesaban, lloraba en los brazos de su madre q lo abrazaba tiernamente. Le contó todo, y ella sintió gran disgusto por como aquel chico al q le abrió las puertas de su casa había destruido el corazón de su pequeño. Ella sabía perfectamente el dolor q un amor de juventud puede causar. Sus palabras de consuelo fueron: " el dolor pasará y encontrarás a alguien q te hará olvidar". Pero como olvidar el dolor si cada día estaba presente para recordartelo. Sabías q él realmente no la amaba, q a quien quería era a ti, su mirada te lo demostraba cada día, y eso te hacía sentir peor. Saber q la persona con la q estaba tampoco podría ser feliz.
Semanas pasaron y te comenzaste a acostumbrar a la vista del panorama, a las muestras de afecto a las q no era ajeno tu corazón. Tus amigos notaron tu tristeza y le hicieron las relativas preguntas pero ante tus esquivos se rindieron.
Saliste del salón con la cabeza gacha como cada día pero te detienes ante el llamado de una voz desconocida.
- Lo siento, pero podrías ayudarme-  dice un chico alto con el cabello un tanto largo y de un castaño oscuro.
- Claro- respondiste, sólo tenías ganas de regresar a casa pero te dió pena no ayudar con una carga tan pesada al chico.
- Lo siento pensé q podría sólo pero ya estoy q no doy más- dijo con la voz entrecortada del esfuerzo.
- ¡¿A quien se le ocurre q podrá cargar sólo dos pupitre?! ¡¿Eres idiota?!- ambos se echan a reír ante el tono con q respondes.
Le quitas un pupitre de sus manos lo miras y preguntas:
- ¿A dónde?
- Al almacén, cómo puedes ver están rotos y necesitan ser arreglados o cambiados por nuevos.
Tomaron camino y comenzaron a hablar de cosas sin sentido. El nombre del muchacho de cabello largo era Taylor, y en el corto transcurso de su ruta hablaron del gracioso gato de la vecina y de como perseguía cordones el gato del chico. Te sentiste alegre y relajado. Llegados al lugar dejaron el gran peso y entonces él te habló:
- Gracias por la ayuda- sonrió exhausto- ¿Quieres salir a beber algo?- pregunto sonriente mientras recogía su largo cabello con una cinta.
- Si, Dios. Q calor.
Esperó al chico en la salida, también estaba allí un pelirrojo de cabello ondulado, lo miraba con el rabanillo del ojos y, aunque intentara no mirarlo su corazón no deseaba lo mismo y terminaba controlandolo.
- ¿Cómo estás?- preguntó el más alto.
- ...- no respondió, simplemente se quedó esperando a su quizás nuevo amigo e ignoro la pregunta.
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Diego entendió perfectamente q no quisiera responderle, pero le parecía extraño q se mantuviese en la puerta y no esquivara su presencia como las últimas semanas. Había pasado un tiempo pero su corazón seguía encadenado al del castaño, seguía buscándolo con la mirada. Las cosas con su novia no iban mal, pero tampoco era lo mismo, no le generaba el mismo sentimiento q su traserito, recordaba con gracia el apodo q tanto le molestaba a Fernando.
Entonces llegó un extraño, un chico q jamás había visto y aparentemente era a la persona a la q Fernando estuvo esperando y encontró extraño q un chico como él, bastante antisocial estuviese charlando tan cómodamente con alguien extraño.
- Perdón por la demora- dijo el recién llegado.
- Te entretuviste persiguiendo cordones- se burla sonriendo Fernando.
- No soy mi gato- responde y estalla en risa el de cabello largo.
Diego no entendía lo dicho y mira con recelo cuando el más alto toma las mejillas del menor. Sintió una opresión en el pecho. Y una molestia se hizo presente.
- Taylor, ¿nos vamos?- pregunto Fernando ladrando su cabeza y Taylor lo sigue sonriendo.
Diego no entendía lo q sucedía, quería seguirlos, quería preguntar quién era ese tipo y por q la confianza. Quería arrebatarle a Fer. Pero la realidad vino a golpearlo con dulces palabras:
- Perdón por hacerte esperar mi amor- dijo con melodiosa voz una joven de penetrantes ojos negros y cabello rubio.
- Sólo fueron unos minutos. ¿Quieres salir a caminar?- pregunta con la idea de poder encontrarse con los chicos q recién salieron en el camino.
- Otro día, hoy quedé con mi prima en casa y necesito llegar pronto- esquiva la invitación la chica.
- Entonces vamos- fuerza una sonrisa, ya q en su cabeza no salía la imagen de ambos chicos y la pregunta de a dónde pudieron haber ido.
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⏰ Última actualización: Apr 05, 2020 ⏰

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¿Cómo olvidar a quien se ama? [Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora