Hey, Ana, nos vemos en el parque en 10 minutos, necesito preguntarte algo.
Tom.¿Qué? ¡No! El sentimiento de culpa por haber besado a Christian me invadió, no debí besarlo, pero yo no puedo esperar que Tom sea algo mío, él es diferente, supongo que ahora le contaré lo que pasó con Christian, y tal vez el me anime, ya que no somos nada.
Me levanté con desgano, me miré en el espejo, cepillé un poco mi cabello y avise a mi papá que regresaría en un rato, el parque quedaba a unas tres calles de mi casa, normalmente nunca me veía con Tomás allí, a menos que alguno de los dos estuviera triste y necesitara del otro, por eso estaba algo sorprendida, llegué al parque y me senté en una silla a esperarlo a los minutos apareció, pero no me sonrió como hacia siempre.
- ¿Qué tal? - me preguntó.
- Yo bien, ¿y tú? Señor misterio - sonrió tímidamente y se encogió de hombros.
- Necesito un consejo, Ana.
- Hmm, pues suéltalo chico, le dije a mi padre que no tardaría.
- Me gusta una chica, lo sé parezco estúpido, pero ella no es como las demás, es como tú.
¡MIERDA! Bien, eso fue un golpe bajo, alguien más había logrado que Tomás se enamorara, lo que yo había intentado ya había quedado en la basura. Soy una estúpida, y ahora qué le digo sin que sepa lo mucho que me gusta, no puedo darle consejos para que enamore a otra, eso me daría dolor de ovarios.
- Estás de broma - suspiré - ¿te acabas de enganchar con una despistada, tímida, fea y estúpida chica?
- Ana, necesito saber cómo atraerle, creo que le gusto, pero no me dice nada.
- Tú no le gustas a chicas como yo.
- Suspiró - Lo sé, pero ella, es tan... diferente, necesito saber si le gusto, por favor.
Si le decía que no quedaría como la peor amiga del mundo, pero si accedía me destruiría a mi misma. ¿qué tal si a ella le gustaba él? ¿qué tal si lo lastimaba? Muchos qué tal se pasaron por mi mente en ese momento, suspiré y le di un pequeño codazo.
- Te ayudaré, idiota, pudiste decirme esto por mensajes ¿sabes? Me estoy congelando aquí afuera, así que adiós.
Gire en mis talones y empecé a caminar, hasta que un brazo me sostuvo por la cintura, me voltee y allí estaba Tom, escondiendo su cabeza entre mi cabello.
- Te quiero, Ana.
[…]
Pasaron los días y yo me trataba de hacer amiga de la chica que le gustaba a Tom, pero me era imposible, tenia una voz tan chillona, no era popular, bueno yo tampoco lo soy, pero no sé cómo Tom se pudo fijar en ella, sí, mis celos estaban saliendo, lo único que me tranquilizaba era que ella sólo pensaba en sus estudios y no quería tener nada con ningún chico, ya que su madre no la dejaba, su nombre era Marie, era más pequeña que yo y tenía 15, castaña y morena, flaca y con gafas, no me parecía nada linda, las cosas que hago por Tom.
Tom ya sabía lo que ella pensaba acerca de los populares y había dejado de insistir, aunque se notaba que aun le gustaba, él se estaba portando muy raro conmigo, ya no nos veíamos en las tardes ni nos juntábamos es los descansos, y nuevamente como si mi mente lo llamara lo vi pasar, ¡ya!, tenía que hablarle.
- ¡HEY, TOM! -grité, el volteo a verme y siguió caminando, así que corrí tras él, lo tome por el brazo y lo empuje al armario de limpieza, cerré la puerta tras de mi y prendí la luz.
- ¿Qué demonios pasa contigo, idiota?, ¿por qué actúas así? ¿qué te hice?
- ¿por qué no me dijiste que salías con Christian? -me miró con el ceño fruncido.
¿le importaba? ¿estaba celoso?. No, no me podía engañar así, había estado saliendo un par de veces más con él en éstas dos semanas que pasaron pero no había pasado nada, no lo consideraba mi novio, no nos volvimos a besar ni a hablar de ello.
- No tengo que contarte todo lo que hago, Tom.
- Soy tu amigo, debiste decírmelo.
- Eres mi amigo, no mi padre. Y sí, estuve saliendo con él, es muy amable.
- ¿se besaron? - me preguntó, agarrándome por los hombros y mirándome a los ojos. Sentí como mi respiración se aceleraba.
- Sí.
- Tú, tú... no puedes -dijo moviendo e bruscamente- tu sólo puedes besarme a mi.
Iba a responderle pero de inmediato sentí como junto nuestros labios, me quedé quieta por un segundo, pero luego me dejé llevar y ya estábamos moviendo en sincronía nuestros labios, soltó uno de mis hombros para acariciarme los costados y luego apretarme contra él, solté un pequeño gemido que él aprovecho para meter su lengua tímidamente en mi boca, accedí y la deje pasar, no sé cuánto tiempo pasó, supongo que unos minutos pero me tuve que separar para conseguir estabilizar mi respiración.
- No salgas más con él - dijo en un susurro.
- Tom, yo salgo con el como amigos.
Soltó un suspiro, beso mi frente y salio del armario. Me quede unos segundos allí y luego salí, ya era el segundo descanso así que me senté a leer un poco, levanté mi vista y pude ver a Tom hablando con Christian, ¿qué le estaba diciendo? Y ¿por qué se había enterado Tom de que salía con Christian?
Creo que la novela ha sido aceptada por ustedes así que a partir del próximo capítulo empezaré a subir multimedia de los personajes, Gracias por leerme.
:D
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Enamorada de mi amigo
Ficção AdolescenteAna es una joven de dieciséis años, que nunca ha entablado una amistad con un hombre, ni ha tenido ningún tipo de relación amorosa, al encontrar un amigo como Tomás encuentra muchos sentimientos nuevos.