Poco fue lo que logré concentrarme al terminar las galletas, después de meterlas en el horno solo me quedaba esperar, esperar y esperar 30 minutos, 30 minutos de pensar como extraño a mi madre, 30 minutos de pensar en mi vecino de ojos azules, 30 minutos de en los que me dediqué a organizar mi bolso para el siguiente día. 30 minutos que se hicieron 40 y gracias a los Dioses de la cocina las galletas no se quemaron... o por lo menos no mucho.
Me apresuré a sacarlas de la bandeja para que dejaran de cocinarse, meto la bandeja en la lava vajillas y me acerco a tomar una galleta, esta quema mi lengua y mi mano, ¿pero saben que? Valen la pena.
Recuerdo como mi madre siempre solía regañarme por este mal habito de comer todo excesivamente caliente, decía que me enfermería del estomago o que así no disfrutaría la comida ¿pero que puedo hacer? Me gusta de ese modo.
Después de terminar de devorar mi tercera galleta me dispongo a meterlas en la nevera para luego caminar perezozamente hasta mi cuarto.
Es realmente pequeño pero con el tiempo lo haré un lugar más acogedor, quizás un par de cuadros quedarían bien en esa pared.
Es algo tonto, pero desde que llegue a ver esta habitación por primera vez me trajo la impresión de que la pared más larga (que estaba central en el cuarto) se burlaba de mi. Esta bien se que es un poco raro decirlo pero mirenlo de este modo: mi madre es Yuya por el amor de cristo. Obviamente se espera que yo iguale e incluso que supere sus dones de decoración. Y no me malinterpreten AMO a mi mamá. Solo siento que estoy muy presionada en ese sentido. Es por eso que en el momento que vi esa pared sentí que en esta debía demostrarme que podia ser feliz, Independiente, simplemente Eileen.
Definitivamente cambiaré a esa pared.
Tomo una ducha rápida y sin pensarlo mucho salto en mi cama para concluir este día.
Estoy parada en medio de un gran invierno, no hay más que bosque en donde quiera que poso mi mirada ¿Que hago aquí? No entiendo nada pero tengo un gran impulso de caminar más, de adentrarme más en él, y es algo estúpido ¿quien se para en medio de un bosque tan inquietante como éste y quiere inspeccionarlo? Mi mete me dice que me quede aquí. Que no me mueva y que regrese en mis pasos. Pero antes de siquiera considerar voltear para ver por donde vine ya estoy dando un paso hacia adelante.
"Comer galletas muy tarde te hará tener pesadillas Eilenn no lo olvides"- Mi madre antes de dejarme en el internado.
Con el sonido de mi alarma me despierto y miro a mi alrededor. La piel de mis brazos se eriza automáticamente, algo no es normal aqui.
Miro todo detenidamente, el piso, las paredes, todas y cada unas de las esquinas de esta habitación y juro que algo no es normal.
Lentamente me levanto de mi cama y me encamino a la sala aun sintiendo esa odiosa sensación en mi estómago. Y justo ahí me doy cuenta.
La ventana está abierta
Yo no abrí la ventana.