Capítulo I

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Un día lluvioso.

Deidara se había ido temprano para asistir a su trabajo o más bien dicho donde tenía que ayudar a su padre ya que este había muerto y el iba a controlar su empresa.

Deidara ahora se encontraba llenando papeles y tomando un chocolate. Se asomo a su ventana para ver como estaba el día pero no le agrado del todo estaba lloviendo no traía nada ni una sombrilla ni unas botas para irse a su casa así que esperaria a que terminara de llover.

Su mejor amigo Hidan siempre le prestaba cosas para eso pero no había asistido ya que se habia enfermado. No le quedaba de otras más que esperar a que terminara.

Deidara se fue de su Oficina para esperar que bajara la lluvia. Tenía una mejor idea tomar un taxi y después salir corriendo cuando llegará a su casa.

Y así fue estaba en una pulpería comprando algo de comida para comer hoy y tendría que irse en bus por que ningún taxi habitaba por ahi.

Mientras esperaba el bus había notado a dos chicos un peli rojo y un azabache. No le tomó tanta importancia ya que ambos iban entre risas ¿Acaso no les importaba tomar algún resfriado? Estaban locos totalmente.

Y se pusieron al lado de Deidara. Deidara solo
suspiro pesado. Que escandalosos eran.

Deidara noto que tampoco pasaba el autobús. Así que no le quedó de otra más que esperar otra hora más y esta lluvia nunca se detuvo.

El azabache se había despedido de su amigo el peli rojo también se quedó esperando el bus.
Finalmente había llegado el bus por fin ya era hora. Deidara se subió y se sento hasta atrás para retirarse más fácil.

Y noto que el peli rojo también. Ya había llegado a su destino solo tenía que caminar un poco más y tendría que irse mojando le disgustaba la idea pero no le queda de otra.

-Toma.-Deidara volteo su vista donde el jóven.

Era una sombrilla lo necesitaba pero... ¡Que vergüenza! Que pensarían de el.

-No es necesario.-Dijo Deidara entre un susurro.

-Lo necesitas.-Sonrió el peli rojo.

-Esta bien, gracias... Muchas gracias.-Deidara solo le dio un sonrisa cálida.

-¿Y por donde vives?-Pregunto el jóven.

-Doblando a la derecha.

-¿Deidara? Buen nombre.-Deidara abrió los ojos muy grandes. ¿De donde lo conocía? No, no lo podría creer....

-¿Como sabes mi nombre?

-Tal vez mi padre era muy amigo del tuyo.-Sonrió Sasori Victorioso.

-¿Akasuna? Quien diría.-Deidara solo seguio su camino intentando de dejar a akasuna atrás. Deidara suspiro. Y miro atrás el peli rojo no estaba atrás de el donde se había metido.

No le tomó importancia y siguió su destino. Finalmente llegó a su casa y se durmió.

Al día siguiente ^^

-¡Hidan callate!-Dijo Deidara entre dientes su mejor amigo siempre lo hartaba en su trabajo.

-Bueno bueno no te enojos peli teñid- digo Deidara.

Deidara solo le dio una mirada afilada que mostraba mucho más que eso. Hidan solo sonrió y se fue de la Oficina de este amaba molestarlo. Deidara dio un suspiro y pensó en aquel peli rojo ¿Tambien dirigía una empresa? Además de que la empresa de Deidara estaba cayendo en una quiebra total tenía que remediarlo lo antes posible.

Deidara estaba tan concentrado en sus pensamientos hasta que el celular comenzo a sonar indicando una llamada pérdida de un número que no conocía así que devolvió la llamada y este contesto:

-¿Deidara?-Pregunto una voz más ronca.

-El mismo. ¿Usted es?-Interrogo Deidara al hombre que se encontraba hablando con el.

-Usted es de la empres-

-Si, soy el mismo ¿Que se le ofrece?-Deidara interrumpió al hombre.

-Así que su empresa esta en quiebra?

-Si ¿Por que?

-Te podría ayudar...-Deidara solo sintió una pizca de alegría.

-Claro dígame.

-Se podría casar con mi hijo uniendo ambas empresas la suya quedaría normal ¿Que dice?

-¿Casarme yo?-Deidara se rio entre carcajadas.-No.

-Es por su bien.

Deidara solo soltó un suspiro y aceptó la oferta no le quedaba de otra o dejaba su empresa en quiebra o la mejoraba después de todo era de su padre.

-Bueno. Estaré ahí en su casa a las 5:00 pm.

-Esta bien estaré pendiente. Y por cierto son las 4:40 pm. Nos vemos.

Deidara colgó en teléfono. Y se fue de la empresa dirigiéndose al destino del hombre ni sabía quien era.

Deidara tocó la puerta algo decepcionado. Hasta que abrieron la purta era Akasuna.

-Buena tardes lo siento.

-No importa. Realmente no iba a hacer nada así que ¿Por que no venir acá?

El señor solo sonrió. Deidara solo le devolvió el gesto.

-Pase por favor, mi hijo no debe de tardar.

Deidara entró a la casa era cómoda y linda después de todo nadie necesitaba una mansión para ser visto una casa simple y acogedora esta bien.

Finalmente habian tocado el timbre. El señor akasuna fue abrir dejando entrar a su hijo y su acompañante.

-¡Sasori te dije que vinieras formal!-Lo regaño el Señor akasuna.

-¡Padre! Que es esta forma de saludar a tú querido hijo.-Dijo entre risas Sasori.

-Lo siento.-Le dio una cálida sonrisa y ambos sonrieron.

Sasori había entrado y vio al rubio de aquella vez ¿Pero que hacía acá? ¡Claro negocios! Que podría hacer más. Su padre era alguien de negocios. Pero jamás le había comentando de su "boda"

-Sasori necesitamos hablar.-Dijo su padre.

-Esta bien.

-Mira se que esto va a sonar mal y se que tú te enojadas conmigo y quiero que sepas que te amo. En serio lo siento tiene que casarte con Deidara.

Sasori solo parpadeo unas cuentas veces y desvío su vista donde Deidara. No dijo nada solo aceptó ¿Por que se negaría? Si igualmente su padre lo haría.

-Gracias Sasori. Mañana sera la boda o algo así.

-Claro estaré ahí sin falta.-Sonrió algo incómodo.

Deidara fue donde el padre de Sasori.

-Bueno te presentó a Deidara.

-Mucho gusto.-Sonrió Deidara.

-Igualmente.

-Bueno, me tengo que ir antes de que llueva nuevamente.-Dijo Deidara mientras miraba a Sasori a los ojos.-Muchas gracias a los dos.

Continuará...

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2020 ⏰

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