"La luna está preciosa"

Definición

Se hacía tarde, y los tres jóvenes se mantenían en aquel lugar. Uno, esperaba que el otro se fuera para poder hablar algo privado con la chica, y el segundo, también esperaba a quedar a solas para hacer una pequeña escena de celos. Finalmente, ninguno de iba.

- La última misión en la que participamos estuvo bastante peligrosa.. - decía animado Rengoku - ¿Te enteraste Tomioka-san? -.

- No es que me interese.. - respondía este de forma fría.

Así había sido toda la tarde, Giyuu apenas participaba de las conversaciones que alegremente proponía Kyojuro, se limitaba a responder y de vez en cuando miraba la marca que había dejado en el cuello de Shinobu.

"Tsk, la hubiera hecho en ambos lados.." y es que justo esta quedaba en aquel que no se encontraba a la vista de Pilar de la flama.

- Ara ara, no quiero ser descortés con mis invitados pero es tarde y me siento cansada.. - los ojos y el cuerpo de Shinobu pesaban, y cómo no si después de aquella tarde se encontraba completamente agotada.

-Entonces ya me retiro - animosamente Rengoku se colocó de pie y se acercó a Shinobu posando la palma de su mano extendida en su cabeza - perdón por haberte robado tanto tiempo Shinobu-san, nos vemos pronto... ¡Un gusto haber compartido contigo Tomioka-san! - y con una sonrisa, abandonó el lugar.

- Él.. Es extraño - le dijo Giyuu sin apartar la vista del piso.

-Kyojuro-san es una persona bastante especial.. - la sonrisa de la mariposa no era falsa.

No era la respuesta que el pilar del agua deseaba ver y escuchar en ese momento, pero a la vez era obvia, el mismo había podido comprobar lo especial que era aquel hombre. Sentía algo muy extraño en su pecho, de seguro era lo que llamaban celos, pero a la vez no se sentía en posición de reclamar nada a nadie, al contrario, llegaba a pensar en que debía alentar a Shinobu a estar con él.

Sentía que ese hombre podría llenar todo el vacío que él mismo producía en la mariposa y reparar todo el daño que el había hecho y no le tomaría más que brindar una simple sonrisa.

- Ne Tomioka-san ¿Estas bien? - la chica se había levantado y acariaba su mejilla - te noto ido.. ¿Hay algo que.. -.

- Deberías estar con él - Tomioka se levantó de su asiento y acomodando su nichirinto comenzó a caminar sin mirar atrás.

- ¿Tomioka-san? - Shinobu aún no alcanzaba ni a entender las palabras del Pilar del Agua cuando le veía desaparecer por la puerta sin siquiera voltear a verla.

"Entonces tu también lo crees..."

Y es que no era primera vez que se lo decían, Mitsuri, la pilar del amor, al ver las intenciones de Rengoku en una junta que habían hecho entre pilares para divertirse, había estado conversando por harto tiempo con ella sobre los pros de comenzar a salir con el pilar de la flama, estando casi por convencerla, pero su corazón seguía atado a un frío pilar que no se encontraba ahí.

Kyojuro es una persona muy especial, el cual no ha tenido una vida fácil pero aún así siempre mantiene una sonrisa en su rostro, y esta es completamente sincera, no como la que Shinobu suele mantener.
Y ella eso lo tenía claro.

La verdad, cada vez que pasaba tiempo con él sentía que se recomponia un poco de su miserable vida. Rengoku es como una especie de luz en medio de la oscuridad. Le gustaba mucho compartir momentos a su lado, aunque fueran los más mínimos, porque aquella sonrisa le hacía sentir que todo estaría completamente bien. Además, fue el único que en un horrible día pudo contenerla y calmarla.

Fue hace un año... Era de noche y Shinobu se encontraba sumida en sus pesadillas, en esta ocasión, la muerte de Kanae se repetía minuto a minuto en su cabeza, sentía que se volvía loca. Salió corriendo de la finca, pero no sabía dónde ir, quería estar con Tomioka, hablar con él un momento, pero habían pasado ya 3 semanas de que este no contestaba sus cartas.