A pesar de la primera mala impresión que tuvo cuando llego al castillo de Askr, Maribelle no podía negar que había cogido un cierto cariño no solo al lugar, sino también a sus compañeros de la orden, las conversaciones con algunos nobles de allí eran simplemente exquisitas y, no podía negar que gracias a cierta flexibilidad de los horarios de las tareas, podía pasar gran parte de su tiempo con su amada Lissa.
Realmente le agradecía a Naga que Lissa aceptara su proposición de compartir la misma habitación y, gracias a la increíble magia que contenía el castillo, logro hacer su morada digna de la presencia de Lissa, a pesar de que algunas veces no era capaz de pasar todo su tiempo con ella, no podía negar que esto era infinitamente mejor que su situación en Ylisse y, gracias a la limitada cantidad de chicos en el lugar, podía asegurarse de vigilarlos a todos para cerciorarse de que nadie se atreviera a poner su insolente mirada en su amada Lissa.
Aunque pasaban casi todo el día juntas, a veces surgían ciertas situaciones que... ni siquiera toda su diplomacia y labia eran capaces de frenar...
-Entonces... ¿No hay manera de que pueda convencerte de lo contrario?-dijo Maribelle manteniéndose tan impasible como podía.
-Ya te lo dije Maribelle, los guardias necesitan aprender a usar mejor el hacha y, como le tienen miedo a los demás que usan hacha, me ofrecí a ayudarlos-dijo Lissa en tono seguro y con una gran sonrisa.
-Entiendo bien ese punto, pero... ¿Por qué no puedo acompañarte como curandera asistente?-dijo Maribelle tratando de no sonar herida.
-No te ofendas Maribelle, pero siempre que un chico se acerca a mi lo miras de una manera muy intimidante y, no creo que puedan aprender bien con toda esa presión-dijo Lissa soltando un suspiro, si Maribelle no se hubiera ganado esa fama tan rápido, no le negaría su ayuda.
-Ya veo...-menciono Maribelle finalmente algo cabizbaja.
-Oye tranquila estaré bien-dijo Lissa optimista tratando de consolar a su amiga-Me ayudaran María y Verónica así que no debes preocuparte por ello-dijo Lissa con una gran sonrisa.
-Supongo que si no estarás sola...-comenzó a decir Maribelle un poco más serena.
-¡Estupendo!-dijo Lissa emocionada-Gracias por confiar en mi Maribelle-dijo Lissa antes de abrazar a Maribelle, Maribelle tuvo que hacer un gran esfuerzo para no retenerla más de lo debido.
-Prométeme que si pasa algo, me lo dirás inmediatamente-advirtió Maribelle en tono algo firme aunque a la vez suave.
-Vamos Maribelle eres como mi hermana, nunca sería capaz de ocultarte algo-dijo Lissa con una enorme sonrisa-Bien nos vemos en un rato Maribelle, te prometo que si sucede algo serás la primera en saberlo-terminó Lissa en tono alegre antes de correr hacia la entrada del castillo, donde quedó con algunos guardias para verse.
Era increíble que después de tanto tiempo... tantas veces que escuchó aquellas palabras... todas esas veces en las que Lissa no paraba de mencionar que era parte de su familia... aun esas simples palabras... pudieran provocarle tan devastador dolor en el pecho a Maribelle.
No estaba segura si desde la llegada de Owen y Brady aquel dolor solo empeoro de una manera exponencial, no era que detestara a los chicos... pero ellos... eran la prueba fidedigna de que sin importar cuánto se esforzara... Lissa y ella siempre estarían destinadas a recorrer senderos diferentes.
Como una burla que parecía obra del mismísimo Grima, aquellos dos jóvenes eran demasiados parecidos a ellas, sin importar que tanto se esforzaba en observarlos Maribelle era incapaz de detectar algún rasgo en ellos que, se asemejara a alguno de sus compañeros y por fin descubrir quién fue el responsable de apartarla de su amada Lissa...
A pesar de sus mejores deseos, a pesar de esas dulces mentiras que se decía a si misma de que nada realmente estaba escrito aun, que... quizás alguien encontró la manera para que dos mujeres en su mundo pudieran concebir juntas o que la mismísima gracia de Naga les permitió realizar tal milagro sabía que todo era en vano...
Lissa y ella no estaban destinadas a estar juntas... y nada lo dejo más claro como la llegada de sus hijos del futuro...
Maribelle sostuvo su pecho temblorosa sintiendo como el dolor se agudizaba al punto de casi hacerla gritar de dolor, pese a su mejor esfuerzo no fue capaz de contener algunas lagrimas que poco a poco comenzaron a descender de su rostro.
-¿Te encuentras bien?-preguntó una muy preocupada voz que sin duda, era de una de las últimas personas que quería escuchar.
-Es mal educado espiar las conversaciones de los demás, Phyria-dijo Maribelle con el poco decoro que le quedaba mientras limpiaba sus lágrimas con pañuelo dándole deliberadamente la espalda a Phyria, no permitiría que nadie la viera en esas condiciones.
-Acabo de llegar al pasillo-mencionó Phyria con una calma que irritó a Maribelle.
-Agradezco tu preocupación-comenzó a decir Maribelle en el tono más educado que pudo-Pero temó que este asunto solo es de mi estricta incumbencia-termino en tono ligeramente áspero.
-Se trata de Lissa, ¿Verdad?-preguntó Phyria en tono preocupado, Maribelle maldijo entre dientes por la precisión de Phyria.
-Como te lo exprese, este asunto solo me corresponde a mi-sentenció Maribelle en tono firme-Además dudo que puedas comprender ni la más mínima fracción de mi situación-terminó de decir Maribelle antes de comenzar a avanzar, esperando llegar rápido a su habitación.
-¿Te refieres al miedo que te carcome por dentro cuando estas a solas con ella porque temes decir algo que la acabe apartando de ti?-mencionó Phyria en tono melancólico y cansado, deteniendo en seco a Maribelle.
-¿O el dolor que te carcome el alma cada vez que te deja en claro que nunca serás más que familia para ella?-continuo Phyria en tono apagado-¿O el miedo de atreverte a decir algo que irremediablemente hará que la pierdas de un modo u otro? ¿O maldecir al cielo o a quien sea que no importa cuánto lo intentes, no puede arrancarte ese sentimiento ni siquiera por el bien de esa persona?-terminó Phyria de hablar sin perder aquel semblante triste, Maribelle para ese punto la miraba con asombro.
-No necesito saberlo Maribelle, porque yo ya llevo años viviendo en ese maldito infierno que te corroe por dentro y que, sin importar la agonía y tormento que sentimos en nuestro interior, estamos obligadas a sonreír para proteger a esa persona a la que le daríamos todo sin dudar ni un instante-continuó Phyria en tono cansado, Maribelle para ese punto miraba al suelo, incapaz de encarar la mirada de Phyria.
-Escucha entiendo que no quieras ayuda, yo también transite parte de ese camino sola y, puedo entender eso-menciono Phyria antes de darle la espalda a Maribelle para regresar a su cuarto-Solo... quería que supieras que, si necesitas a alguien que te escuche, puedes contar conmigo-finalizó Phyria antes de comenzar a caminar, debía dejarle su espacio a Maribelle.
Para sorpresa de Phyria, el sonido de un trote culmino en un abrazo de Maribelle que se aferraba a su espalda como si su vida dependiera de ello, aunque no volteo a mirarla Phyria fue capaz de sentir su temblor y los hipidos que ya no era capaz de contener, no necesitaba más para saber cómo se sentía en esos momento... ella misma hizo lo mismo cuando Helia le ofreció su ayuda en uno de sus peores momentos...
-¿C-c-cómo...?-comenzó Maribelle a hablar con una entrecortada suplica-¿Cómo puedes hacer que este dolor disminuya?-finalizó Maribelle ocultando su rostro en la espalda de Phyria en un intento de ocultar su llanto.
-Nunca llegue del todo a esa respuesta-dijo Phyria en el tono más honesto que Maribelle le hubiera escuchado-Pero si aprendí que cuando tienes a alguien que te apoye, la carga se hace un poco más llevadera-concluyó Phyria en tono seguro, Maribelle se aferro a Phyria con más desesperación.
Las dos mujeres pasaron gran parte del día conversando, tratando de alguna manera ayudarse mutuamente y, mientras el día avanzaba con cierta lentitud entre conversaciones, anécdotas y confesiones, Maribelle agradeció silenciosamente a Naga de que, a pesar de todo lo que tuvo que pasar, por fin hubiera sido capaz de encontrar a alguien que la ayudara aligerar su carga, aunque fuera solo un poco.
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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes
AventuraSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los principes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...