Las Compras de Pánico Parte 2

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Los cinco subieron al auto y al llegar al supermercado Bruce tomó el carrito mientras el resto le seguía como a la mamá de los pollitos.

Damian de inmediato se dirigió a la sección de animales, Timothy al pasillo de jardinería y Dick se mantuvo todo el tiempo con Jason.

-Ya se me está pasando, despreocúpate -dijo el pelirrojo, a quién ya se le notaba más calmado y sereno.

-Eso espero, Jay.

-¿Qué vas a comprar, Polla?

-Lo de siempre, agua embotellada, pescado, vegetales, una raqueta de tennis tal vez, unos cuantos libros, juegos de mesa. ¿Y tú, Bolas Rojas?

-Vodka, cervezas, botanas, más cervezas, juegos para Xbox, una baraja de pokar, y lubricante por si acaso.

—¿Estás loco? ¿Si te das cuenta que vamos a estar solo seis hombres? ¿Lubricante? ¿Quieres meterte un pepino o qué?

—Bueno, ¿y a ti que te importa?

Dick puso los ojos en blanco.

—¿Qué sientes ahora, Jason?

—Siento que estoy volando entre las nubes —respondió el hermano quien claramente podía verse perdido en sus pensamientos. —Y que las voces son ondas que puedo ver frente a mi hacerse más y más grandes hasta que desaparecen. ¿Alguna vez te has preguntado qué sería si pudiéramos observar las voces? Digo, ver lo gruesas o profundas que son.

—Estás diciendo solo estupideces —dijo Dick a la vez que giraba bruscamente el carrito para cambiar al pasillo de galletas y golosinas.

Entonces los ojos de Jason se inundaron por completo. Se dejó ir a las galletas de chocolate como si estas fueran las únicas que quedaran en toda la tienda. El chico abrió el paquete y comenzó a devorarlas como si nada más le importara, ante la mirada inhóspita de Grayson.

—Las cámaras están grabandote.

Pero Jason estaba por comenzar un viaje de infinitas sensaciones dónde poco a poco iba perdiendo conciencia de su realidad para adentrarse a un túnel psicodélico de sabor chocolate. Extasiado por su sabor, la expresión de placer podía verse en su rostro mientras comía aquellas galletas como un verdadero manjar de los dioses.

Pero todo esto acabó cuando Dick dejó ir el carrito de supermercado contra su hermano adoptivo, quien al perder el equilibrio cayó trasero adentro en este. Grayson empujó con fuerza para irse de ahí cuánto antes. Jason a pesar de esto no dejó de comer un solo segundo.

—Dejaré las compras con Tim y a ti te llevaré al auto.

—No es para tanto, me veo bien.

Dick siguió avanzando rápidamente por los pasillos hasta que vió que un guardia de seguridad se acercaba a ellos de frente. Dick sintió como su sangre descendió hasta sus pies en ese instante.

—¿Todo bien? —preguntó el hombre quien llevaba una mano hasta la macana que reposaba en su cinturón.

Grayson vaciló unos instantes antes de contestar.

—Todo en orden —contestó acompañado de una risita nerviosa.

—No le hablaba a usted —el guardia se dirigió firme hacia Jason.

En ese momento las dos neuronas de Dick reaccionaron.

—Disculpelo, oficial, mi hermano tiene un poco de retraso mental. Disfruta de venir conmigo a hacer las comprar, incluso lleva esos lentes porque dice que así va a gustarle a las chicas —Dick despeinó el cabello de Todd con una risita —¿Cierto Jay?

Batfamily en CuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora