El timbre sonó dandole fin a las clases. Todos los alumnos salieron desesperados por la puerta, excepto yo, claro. Mientras guardaba mis cosas en la mochila vi de reojo como alguien entraba al salón. Me giré curiosa una vez que ya había guardado todo.
Un chico de mi edad, tal vez un poco más, estaba parado en la puerta, mirándome con la misma expresión que tenía yo en mi rostro. Me encogí de hombros y salí del salón pasando por su lado.
Ya eran vacaciones de invierno, lo que significaba sólo una cosa, exacto. ¡Navidad! Amaba la navidad, era mi celebración favorita, ya está por decir que no recibía más regalos ya que estaba un poco grande para eso.
Caminé hasta la entrada donde ya no había ni una sola persona. Saludé al guardia que cuidaba la entrada y caminé hacia mi bicicleta.
Mientras sacaba el seguro veía como el chico de antes también venía para mi dirección. Desvieé mi mirada hacia la bicicleta nuevamente.
-Hola -susurró el castaño
-Hola -susurré de vuelta. Lo miré por última vez, dedicándole una sonrisa forzada- Ten felices vacaciones
-Tú igual.. -sonrió levemente.
Me monté en mi bicicleta y él en su moto y los dos nos fuimos por lados opuestos.
Al llegar a casa pude sentir el calor de la calefacción. Sonreí levemente y me saqué el sweater, dejándolo en el sillón de la sala.
-¡Mamá, llegué!
-¡En la cocina, cariño!
Fui hacia allí, mi mamá estaba con un delantal puesto y con el cabello castaño recogido en una coleta. Siempre dije que mi madre era hermosa, y no porque ella me dio a luz, si no porque realmente era bella. Es pálida y con algunas pecas en su rostro. Tiene pálidos labios, ojos celestes cristalinos y una nariz pequeña.
-¿Cómo te fue hoy? -sonrió mientras besaba mi frente
-Como siempre -suspiré- Nada nuevo, salvo por un chico el cual me llamó la atención -murmuré
-¿Es lindo? -sonrió
-Sí, es apuesto, pero se me hace conocido de algún lado
-Tal vez lo conozcas -se encogió de hombros- éste pueblo no es muy grande
-Sí, tienes razón -sonreí y salí de la cocina para dirigirme a mi cuarto.
-¡BLUE! -gritó Jenn, mi hermana pequeña.
-¿Qué ocurre? -dije entrando en su cuarto
-¿Me harías una trenza? -sonrió y yo reí
-Claro, pequeña
Me senté en una silla y comencé a hacerle una trenza cocida. Jenn era muy parecida a mí y a mamá. Era rubia, sus ojos eran de color celestes-verdoso, sus labios eran finos, era algo pálida pero no tanto como nosotras y tenía unas pestañas largas.
-¿Blue? -preguntó y yo asentí- Quiero el cabello de color rosa, así como el tuyo -reí
-Pero el mío es azul
-Lo sé, pero yo lo quiero rosa -se giró para verme una vez que terminé- ¿No me quedaría bien?
-Todo te queda bien, preciosa -sonreí y me levanté
Por fin llegué a mi cuarto. Encendí la luz y me acosté en mi cama a ver televisión. Estaban pasando maratones navideños. Sólo quedaba una semana y media.
Suspiré y a los minutos quedé dormida
XXX
Me levanté por unos ruidos en la puerta principal. Me puse mis zapatillas y bajé las escaleras. Mamá estaba hablando animadamente con una señora de cabello oscuro. Fruncí el ceño.
-¿Mamá? -pregunté mientras me abrazaba a mí misma por el frío
-Oh, ___, ven -sonrió- Ella es Margarett, mamá de Aaron
-¿Aaron? -pregunté más confundida aún
-Aaron Carpenter, tu mejor amigo en primaria, el que a los 8 años se mudó a Londres
-Ah, emm, sí -respondí- Hola -saludé amable a la señora
-Hola, me da gusto verte, veo que todavía conservas el color de cabello -rió y yo sonreí
-Me gusta el azul -me encogí de hombros haciendo reír a las dos mujeres
-___ ¿por qué no te cambias y sacas la basura y haces las compras? -preguntó mi madre
-Okay -bufé
Subí las escaleras y de mi armario saqué un sweater, unos jeans negros y un gorro de lana. Me cambié y agarré mi teléfono y auriculares que estaban en el escritorio.
Al bajar vi a la madre de Aaron y a la mía conversando, pero ahora en el living. Agarré la lista y la plata que me dio mi madre para el supermercado, y la basura.
Dejé la bolsa en el contenedor que estaba en la calle y suspiré. Por mi boca salió un humo blanco, reí al recordar como de chica jugaba a simular que era un cigarro. Conecté los auriculares, le di play y comenzó a sonar la canción Kiss Me de Ed Sheeran.
Iba caminando por la calle un tanto distraída. Miré hacia la cuadra de en frente y pude ver como el chico de hoy estaba molesto mientras le gritaba cosas a la motocicleta que calculo que se le quedó parada.
Fruncí el ceño y fui hacia el chico.
-Oye, ¿está todo en orden? -dije casi en susurro
-¿Qué? -se dio vuelta y me miró unos segundos como analisándome con la mirada- Ehmm, sí, creo
-Pues no parece -reí levemente y él sonrió
-Es que esta cosa no arranca -reí nuevamente- ¿Qué es tan gracioso? -se cruzó de brazos obviamente frustrado
-Es que...haber déjame intentar -lo corrí levemente y miré la motocicleta
-No creo que puedas...hace media hora estoy aquí y -lo interrumpió el ruido del motor
-Listo -sonreí
-¿C..cómo?
-Mi papá es mecánico -me encogí de hombros y reí por su expresión de desconcierto
-Eres la primera chica que sabe de estas cosas, no te propongo casarmiento porque ni siquiera sé tu nombre -rió
-Blue -respondí, pero él ya no me miraba con gracia, tenía los ojos abiertos y de un momento a otro se puso pálido- Oye, no quiero tener que cargarte hasta el hospital
-¿Bl-blue?
-Ujum, la misma, en persona.. Igual ése no es mi nombre realmente, un amigo me empezó a decir así cuando eramos chicos y quedó -sonreí
-Blue, soy Aaron -abrí los ojos y apreté la mandíbula
-¿Aaron? -dije al borde de las lágrimas. Él asintió. Me le tiré encima y lo abracé bien fuerte. Vaya que había cambiado este chico
-Me imaginé que eras tú
-¿Por qué?
-No todos los días se ve a una chica de cabello azul con las uñas pintadas de negro -reímos
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Blue Snow {Aaron Carpenter}
Fanfiction-¿Por qué tienes el cabello de color azul? -Porque me gusta -Te llamaré Blue -¿Por mi cabello? -rió -Porque te gusta el color azul, tanto que hasta tus uñas son de ése color -Oh, Aaron, no son azules -Entonces ¿de qué color son? -Negro.