29

478 33 35
                                    

Jayne

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jayne

Esto era un asco, debía irme de aquí. Esto solo estaba causando recordar mi pasado, que mis piernas sintieran la sensación de estar de nuevo en aquella situación. Y aunque acabara de llegar nunca antes había querido irme tanto de un lugar, mucho menos por una persona pero, ahora era la situación.

Después de escuchar pronunciar mi nombre de su sucia boca todo mi cuerpo se estremeció ante ello. Volver a oír su voz en persona no era igual que en mis pesadillas, ahora su voz estaba más gruesa y profunda. El estaba un poco mas ancho de los brazos, tenía un tatuaje en su cuello de una figura que no logré distinguir.

El seguía de pie mirandome, con una sonrisa. Después de todo, ¿como puede sonreír al verme? Yo al contrario no tenía expresión alguna suspiré por lo bajo y le di una mirada.

—Hola—traté de sonreír.

Creo que si sonrió tal vez todo se borre entre nosotros y haga menos incomoda esta noche, sería lo mejor que dejase de verme como lo estaba haciendo.

Se aclaró la garganta y me miró a la cara.

—Cuanto tiempo jayne—su voz era neutra—Pasa.

Solo asentí y entré ya que no encontraba de que otra manera podría pasar sin sentirme extraña. La calidez de la casa de mis tíos comenzó a sentirse, asi que deje mi abrigo en donde solían colgarlos y me dirigí a la cocina tratando de evitar que Adrián venía detrás de mi.

Mi pulso se estaba acelerando ya que comenzamos a caminar por un pasillo antes de llegar a la gran mesa y fue entonces cuando mas miedo comencé a sentir.

Tranquila Jayne, tal vez él ya lo haya olvidado.

Respiré con dificultad y traté de poner una sonrisa, así lo fue hasta que llegue a la mesa. Mi tía estaba con su cabello encima del hombro, aquel color rubio que le quedaba bien. Su vestido no lograba distinguirlo ya que estaba sentada en la mesa como las demás personas.

Aquella mesa larga de madera fina que podían caber facil 20 personas para cenar. Pero, solo eramos 7.

Mi tío desvío su mirada a mi y me dio una sonrisa, tenía gran parecido a mi padre solo que era un poco mas castaño. Lucía un tipico smoquin como la mayoría de los hombres aquí presentes, mi padre bebía vino y mi madre solo conversaba con mi tía.

Mi primo ben estaba demasiado grande, no lo había reconocido del todo hasta que lo vi en la mesa jugando videojuegos con su consola portátil. Entonces me quede perpleja mirandolos a todos, por unos momentos me quede frente a la mesa.

Hasta que sentí el escalofrío de alguuien que me rodeo para pasar y ese había sido Adrián.

Fue entonces cuando mi sonrisa falsa volvió para saludar a todos, me acerqué a la mesa y me senté.

Tú ,mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora