Elegir un Schmidt.

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Salí corriendo de la casa de Logan y entre rápido a la academia, firme mi llegada y fui a la cocina, la señorita Ariel estaba ahí, sentada con los brazos sobre la pequeña mesa que había ahí

SrtaA: Buenas noches.

Tu: buenas noches -saque un yogurt de la nevera.

SrtaA: que hermosa vestido, te ves hermosa

Tu: gracias -me sonreí mientras caminaba al cajón de las cucharas.

SrtaA: ¿Fiesta de jardín?

Tu: si, de hecho

SrtaA: oh ¿Y que ocasión hubo?

Tu: él hijo de los Schmidt regreso de Londres -si eran familia de dinero la señorita Ariel los conocía a todos.

SrtaA: ¿hijo de Kathy Schmidt? -asentí- Entonces debe ser un joven muy guapo, su madre vino aquí de joven -quería irme, pero eso me interesó.

Tu: ¿En serio? No lo sabía -mire la silla frente a ella, sintió para que me sentara.

SrtaA: si, ella recomendó a tu madre para traerte aquí. Recuerdo cuando vino a decirnos sobre su matrimonio, estaba feliz, un hombre guapo, recién graduado de Brown, de buena familia, cada vez que venía solo traía buenas noticias, hace mucho que ya no viene, la última vez fue cuando acompaño a tu madre para tu inscripción. Kathy es de nuestras más grandes historias de éxito, termino una carrera, pero es una buena esposa y madre.

Tu: ¿Tienen más? -me miro- historias de éxito, no sé ofenda pero la señora Schmidt es de la primera que sé que sigue casada después de 20 años.

SrtaA: Ay ____, ay muchas historias, la mayoría de las madres de aquí asistieron a esta escuela.

Tu: pero la mayoría de las generaciones pasadas a mi, han traído más noticias de divorcios que nada. 

SrtaA: educamos a las señoritas perfectas, pero ellas eligen mal a sus parejas, no todas tienen un Schmidt para elegir -me sonrió- Kathy eligió bien, algún día tu harás la elección correcta -su sonrisa se agrando más y después se levantó- ve pronto a dormir, buenas noches. 

Termine mi yogurt ahí mismo, algún día yo iba a elegir al correcto, esperaba que mi corazón eligiera al correcto algún día y con suerte sería feliz, como la señora Schmidt, aunque jamás me había preguntado si ella era realmente feliz, de niño la veía como una señora más de sociedad, en su casa, yendo al club, nos acompañaba de niños a los juegos, cuando crecimos nos llevó a cabalgar, tenía almuerzos con mi madre, pero jamás me detuve a mirarla junto a su esposo, al igual que mi padre solía estar fuera la mayor parte del tiempo y cuando estaba en casa no salía de su despacho.

Quizá era feliz porque tenía paz, jamás la Vi preocuparse por nada, a menos que fuera algún arreglo para una gran fiesta, aunque la que más se preocupaba por esas cosas era mi madre, la señora Schmidt se mantenía un poco más calmada, quizá era porque si estaba feliz.

Solo tuvo un hijo ¿Su vida sexual será mala? ¿O será divertida y tener un solo hijo era su elección? No podía saber si el hecho de que siguiera casada era una buena señal, pues para una mujer de su clase el divorcio era un escándalo total, había algunas de quienes se sabían que estaban infelices en el matrimonio, pero no sé separaban por lo que diría la gente, aunque de todos modos hablaban, pero jamás escuché nada malo de ella, ni del padre de Kendall. Quizá si eran felices y quizá algún día lo seré igual.

Acomode mi silla al salir y subí a brincos, al entrar algunas ya estaban dormidas, Nora y Julie estaban leyendo.

Nora: creí que habías escapado

Tu: estaba en la cocina, llegue hace un rato -camine a mi cama

Julie: que hermoso vestido. ¿Una fiesta? ¿Que tal estuvo?

Tu: Estuvo bien, creo -metí el celular en el cajón de mi mesa de noche antes de que lo vieran, ni siquiera Nora había traído su celular, creo que fue la primera norma que cumplió.

Julie: que lindo, hace mucho no salgo a fiestas, la familia de mi padre es muy aburrida y mi madre está peleada con la suya.

Nora: adivinare ¿Temas de herencia? -me senté en mi cama y las mire. Nora será rica, pero no nació en cuna de oro, por lo que sabíamos su madre pescó a un hombre de dinero hace algunos años. De hecho su padrastro era muy amigo del señor Schmidt debió haber una razón para que no fueran invitados.

Julie: algo así... -Nora la miro directa- ¿Quieres el chisme?

Nora: solo intento conocer más de ti -me reí quedito

Julie: mi abuelo tuvo dos esposas, mi madre producto del segundo matrimonio, no esperaba mucho -se levanto y acomodó su libro en un pequeño estante junto a la apuesta del baño- pero se quedó con todo.

Nora: vaya, entiendo el odio que pueden tenerle

Julie: ella les dió algo, mi madre no es avara... No tanto -se rió- de todas formas la odian.

Nora: ¿Todas las familias de por aquí tienen pleitos sobre herencias? O sobre dinero. 

Tu: no lo creo

Julie; el dinero trae problemas, pero todos prefieren afrontarlos a no tener dinero -se acomodo para dormir- por eso tu madre se casó con tu padrastro -se cobijo y volteo.

Nora: que perra -me miro, solo levanté los hombros.

Tu: me pondre la pijama -ni siquiera me hizo caso y se acomodo para dormir-

Prendí mi lámpara de noche y apague la luz de la habitación, mientras buscaba mi pijama algo sono en la ventana.

Puse la ropa sobre mi cama y me asomé, era Logan aventando cositas, recargado en su ventana, que pocas veces estaba abierta, yo me aseguraba de eso. Le hice una seña para que parará. Con su mano hizo la seña de un celular. Fui por él.

"Ya te extraño..." -Logan

"Me fui hace una hora" -me reí

Deje el celular en la ventana y volví a mi cama, me puse la pijama y los golpes volvieron.

"No te vayas" -Logan

"Tenía que ponerme la pijama"

"Yo podía ver eso" -Logan

"Debo dormir, Logan..." -me hizo ojitos de cachorro desde su ventana

"Entiendo, descansa" -Logan

"Que sueñes lindo" le sonreí

"Sueño contigo" -Logan. Me derretía el corazón.

"Y sé que sueñas conmigo" -Logan

Le sonreí, apague el celular y me metí a la cama.

Academia para señoritas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora