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— ¿Qué era lo que querías hablar con nosotros? —dijo mamá mientras todos nos sentábamos en la sala de estar, ignorando el hecho de que mi padre no despegaba su mirada del lobo que estaba a mi lado, el cual seguía mostrando un rostro firme que se c...

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— ¿Qué era lo que querías hablar con nosotros? —dijo mamá mientras todos nos sentábamos en la sala de estar, ignorando el hecho de que mi padre no despegaba su mirada del lobo que estaba a mi lado, el cual seguía mostrando un rostro firme que se contrarrestaba con el rápido y leve movimiento de su pierna a causa del nerviosismo.

— Necesito su ayuda. Mi manada necesita su ayuda. —traté de ser lo más dramática posible para que su lado de padre sobreprotector lo obligara a enfocarse en mí.

— No te entiendo, querida. —dijo confundida mi mamá.

— Diles lo que pasó, pero no con muchos detalles. —susurró Wyatt sin dejar de sostenerle la mirada a mi papá. Su aparente valentía desapareció cuando mi padre entrecerró los ojos al percatarse de la cercanía que había entre nosotros. Eso asustó a Wyatt lo suficiente como para hacer que se alejara un poco de mí. Wow, si Willa hubiera estado con nosotros, no tardaría en decirle cobarde.

— Hace poco más de un mes, unos lobos de otra manada se metieron a nuestro territorio y robaron la piedra lunar.

— ¿Quieren ayuda para buscarla? —preguntó papá. Planeaba darle una versión bastante distorsionada de los hechos, pero Wyatt se me adelantó. La falsa confianza me hacía pensar que quería impresionarlo.

— No. Está madrugada la recuperamos, —me miró sonriendo.— gracias a Blair. Se ha convertido en una gran alfa. En... nuestra gran alfa. —algo en su última frase me hacía pensar que su confianza comenzaba a ser verdadera, así que no pude evitar devolverle la sonrisa.

— No comprendo. ¿Para qué quieren nuestra ayuda?

— Queremos evitar que eso se repita...

— Para eso, —interrumpí la lucha de miradas que había entre mi padre y Wyatt.— con Wynter veremos un lugar nuevo para la piedra lunar. El tema es que como esos lobos pudieron llegar hasta nuestra guarida, estaba pensando que, tal vez, la tecnología de seguridad de Seabrook nos podría ayudar a resguardarla mejor. Ya saben, ser una barrera a la que los lobos normalmente no se enfrentan, por ende, que no saben manejar. ¿Nos ayudas, papá? —dije con una pequeña sonrisa que aparentaba ser nerviosa, todo para evitar que dijera que no. Años siendo la menor de la casa, y favorita de papá, me habían entrenado para momentos así. Solo existía una variante...

— Sabes que no puedo decirte que no a eso, Blair. Aunque no vivas aquí, aún eres nuestra pequeña y es nuestro trabajo cuidarte, ¿no? Pero, primero me gustaría hablar con tu amigo. —y esa variante acababa de tragar saliva de manera disimulada y sin que su rostro cambiara. Admiraba su capacidad para fingir que no se sentía asustado.

— Nosotras los dejamos solos. —mamá tomó mi brazo y me llevó con ella a un corredor alejado casi a rastras. Una vez perdimos de vista a los hombres, se giró hacia mí con una sonrisa curiosa en los labios.

— ¿Qué sucede? —pregunté confundida por la forma en la que me sacó de ahí.

— Eso debería preguntar yo. Siento que han pasado tantas cosas en tu vida y yo no estoy informada de nada. Tu hermana, la piedra lunar, ese chico, ¿qué más me estoy perdiendo?

The True Alpha - Zombies 2 - Wyatt y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora