Bajo la luna

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Shinobu se encontraba esperando sentada en medio su pequeño laboratorio. Si cerraba los ojos podía claramente recordar el como se había sentido estando con Tomioka ahí hace unos días atrás..

Los minutos estaban pasando y comenzaba a perder las esperanzas.

"¿Qué decidiste, Tomioka-San?"

Shinobu se colocó de pie y comenzó a caminar cabizbaja por aquel sitio mientras deslizaba uno de sus dedos por las superficies y objetos, completamente perdida en sus pensamientos.

Pero en eso, la puerta se desliza y se abre rápidamente frente a ella.

- Viniste, Tomioka-San - la sonrisa fue desapareciendo lentamente de su rostro al ver que era Kanao la que entraba hasta aquel lugar.

Kanao negó con su rostro mientras miraba hacia el piso.

- Sumimasen, Shinobu-neesan - dijo acercándose a ella - Tomioka-sama corrió junto al discípulo en dirección a su hogar -.

- Ya veo... -.

En el rostro de la pequeña mariposa había una sonrisa dibujada, pero de sus ojos.. De sus ojos no paraban de brotar incontables lágrimas que finalmente humedecian completamente sus mejillas.

"Debemos ser siempre agradecidos por lo que tenemos.."

Shinobu secó su rostro con la manga de su haori, y respirando calmadamente miró a su hermana a los ojos.

- Vámonos.. Kanao-chan - la cogió de su mano y la encaminó hasta la habitación.

La pequeña se encontraba confundida, no entendía lo que estaba pasando.

Sin entender aún el porqué, comenzó a empacar tal como se lo había ordenado su hermana, los sentimientos de la mayor eran un completo misterio para ella.

Cuando ya estaba lista, ambas muchachas comenzaron su camino hasta el hogar de Oyakata-sama, lugar donde presentarían su solicitud de permiso para realizar un extenso viaje. Pero al llegar hasta allá se encontró con una persona que no esperaba.

- Kyojuro-kun.. - sus ojos que aún se encontraban vidriosos brillaron cuando la luz de un poste los iluminó.

- ¡Buenas noches, Shinobu-chan! - sonrojado apartó la mirada y pudo observar los equipajes que estas cargaban.

-¿Te han enviado a una mision? - le preguntó Shinobu.

- Ojalá así fuera, vine a pedir que lo hicieran pero mi solicitud fue rechazada - suspiró - Oyakata-sama prefiere que no vaya de misión si mi mente se encuentra distraída por todo lo que está ocurriendo últimamente con mi padre... ¿Ustedes...? - los equipajes le llamaban la atención pero no sabía como preguntarlo sin sonar entrometido.

- Nos iremos por un tiempo.. - Shinobu desvío su mirada hacia el piso, no quería ver la expresión del Pilar frente a ella, la cual de seguro, reflejaba tristeza.. Y no se equivocaba - Necesito apartarme de todo y descansar.. -.

- ¿Qué ha sucedido? - con un semblante serio y a la vez triste, Rengoku cogió aquel frágil rostro entre sus manos - No me engañas Shinobu-chan, no estas bien, no es solo cansancio... -.

Las lágrimas nuevamente comenzaron a brotar de sus ojos, que difícil era aparentar en momentos asi, no lo soportó más y atrapó en sus brazos el cuerpo frente a ella buscando cobijo y un escondite para su lamentable rostro. El pilar correspondió abrazándola y acariciando su cabello mientras con sus ojos intentaba preguntar a Kanao que era lo que había sucedido, pero como de costumbre, tratándose se ella no obtuvo la más mínima respuesta.

"La luna está preciosa" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora