Capítulo 64

1.4K 76 5
                                    


Pov Poché

Termino de curar mi frente, y hablo en español no tan perfecto y nos dijo que lo que necesitáramos se lo pidiéramos a él, a decir verdad no se veía tan malo como los otros dos, asentimos con la cabeza y salió de aquel cuarto, me senté al lado de Santiago y de nuevo me puse a llorar.

-No sabíamos que nos depararía durante la noche, y tenía incertidumbre por lo que estaba viviendo, lo único que venía a mi mente era saber qué Calle estaría desesperada sin saber noticias de nosotros dos, Poche, escuché un leve susurro que salía de los labios de Santiago.

-Lo mire inmediatamente, ¿dime? si salimos vivos de esto sé que la señorita Daniela me va querer matar y lo siguiente será despedirme al saber que no fui capaz de protegerte, no digas tonterías –Santi-, yo hablaré con Calle y le diré que hiciste hasta lo imposible por protegerme.

-Gracias Poché de verdad te lo agradezco, no me tienes que dar las gracias por nada ahora los más importante es que los dos salgamos de acá muy pronto, eso espero, necesito que te hagas cerca de la puerta y vigiles mientras le envío una señal a la señorita Daniela a su celular.

-No te entiendo Santiago, es que hace tiempo le sugerí a la señorita Daniela que compramos Tracki 2020 mini rastreador GPS en tiempo real, en caso que el de la limusina dejara de funcionar por algún motivo, esa vez ella se burló de mi, pero aun así lo compro y dijo que ese aparato era inútil sabiendo que la limusina tenia y funcionaba perfectamente.

-Sin embargo yo siempre lo llevaba conmigo en el bolsillo de mi pantalón, que interesante Santi, o sea que este pequeño dispositivo puede ser nuestra salvación, esperemos que sí, hasta donde yo sabía lo habíamos sincronizado con el celular de la señorita Daniela, solo esperemos que esto aún tenga batería.

-Debemos tratar de buscar una señal para poder enviar el SOS, mientras yo hago eso, tu por favor revisa por debajo de la puerta para que nadie venga de acuerdo, está bien Santi, haré lo que tú me digas con tal de salir de esta ratonera...listo Poché logre enviarle la ubicación a la señorita Daniela, solo espero que no haya borrado la aplicación de su IPhone.

-Esperemos que esto haya servido de algo, ahora guardare el dispositivo en mis botas no vaya ser que nos descubran, eso ni de broma, nos asustamos cuando abrieron bruscamente la puerta, pónganse de pie necesito tomar unas fotos rápido nos dijo uno de los gorilas, trate de poner mi mejor cara para no preocupar a Calle pero sabía que tan pronto viera mi frente se imaginaria lo peor.

-A decir verdad el que estaba más mal de los dos era Santiago, debido a la golpiza que le dieron, solo medio podía ver por un ojo ya que el otro lo tenía totalmente hinchado, nos tomaron las fotos y salieron del cuarto dejándonos solos de nuevo.

-Sentía que ya no podía soportar el peso de mi propio mi cuerpo, y perdía fuerzas debido a que no había comido ni bebido agua, así que me senté al sentir un leve mareo, apenas llevábamos un día ahí, pero para mí era toda una eternidad.

-Esta situación parecía sacada de alguna película que tal vez vi en una ocasión, donde realizaron un secuestro muy parecido a este, salvo que la protagonista era más valiente que yo, y nunca me imaginé vivir una situación similar en carne y hueso, pero sentía un poco de alivio al no sentirme sola en esta pesadilla.

-Me pesaban los ojos así que decidí cerrarlos por un momento, sintiendo solamente el sonido de mi respiración errática, producto del pánico que me invadía, acompañada de la ansiedad que la tenía a flor de piel, las palpitaciones en mi cabeza se hacían cada mes más constantes y al mismo tiempo sentía presión en el pecho causándome dificultad al respirar.

-Intente calmarme pero me era imposible, así que empecé a llorar en silencio para no preocupar a Santiago, de inmediato él se dio cuenta, se acercó a mí y me dijo que no dejaría que nada malo me pasara, que iba a cuidar de mil hasta donde se lo permitieran.

-Sus palabras me reconfortaron un poco, pero el nivel de ansiedad estaba en el límite y sentía que en cualquier momento tomaría el control de mi cuerpo, haciéndome flotar nuevamente en medio de la nada, mi mente empezó a recopilar algunas imágenes borrosas de los momentos buenos y malos vividos con mi familia, luego todo quedo oscuro, momento en el cual perdí la noción del tiempo.


CPonylunatico

BLANCO Y NEGRO - CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora