Era un hermoso paraje en el que estaban, sin duda él sabía cómo sorrenderla, y no es para menos, después de todo ella era cómo un libro abierto para él, y no es que tendría mucho tiempo de conocerla, de hecho solo, poco más de un par de meses, desde que se encontraron por casualidad a la salida de la iglesia, igualmente ninguno de los dos eran simples niños; sus errores de juventud, sus errores de juventud, ambos ya habían conocido eso a lo que muchos llaman "su gran amor". Él con su hijo de 27 años y ella con sus 2 hijas de 25 y 23 años y su hijo de 21 años. Nada era sencillo para ninguno, de echo dar el paso que él quería no era nada fácil,
Y en honor a la verdad ese efímero encuentro a la salida de la iglesia no fue del todo casualidad, la hija mayor de ella y el hijo de él eran novios, y ese día habían planeado presentarles a sus padres, por lo que se pusieron de acuerdo en la hora exacta para ir a misa todos juntos y así encontrar y formalizar esa relación jovial. Nada más hermoso que el primer amor. Y así fue cómo, Lisa de 51 años y Edwin de 55 años se conocieron una tarde de abril.
Ella suspiro y cerro sus ojos muy despacio, quería recordar este hermoso paisaje, el lugar donde estaban era mágico, el olor a pino y tierra mojada que impregnaba el lugar era maravilloso, inconscientemente estiro su brazo y tomo la mano de Edwin que descansaba muy cerca de ella, abrió sus ojos y lo miro, miro su perfil adornado por unas cuantas arrugas y su cabello que ya tenía algunas canas, tal vez no tuvo un cuerpo de infarto, después de todo sus mejores años hace mucho que habían pasado, sin embargo seguía siendo un hombre muy apuesto que robaba unos cuantos sospechosos al pasar por el parque o en cualquier otro lugar. Una sonrisa se dibujó en el rostro de él, al percatarse de que ella no paraba de mirarlo, y no es para menos ella tenía la mirada más hermosa que ha visto en su vida,
Ambos tenían tantas cosas en que pensar, más sin embargo ninguno quería romper el hechizo que los rodeaba.
-Quiero ... quiero que- se cayó al sentir que sus hijos mayores se aproximaron a los tomados de la mano, automáticamente se separaron las suyas, compartiendo una mirada cómplice.
-Mamá, don Edwin- dijo Sandra con una enorme sonrisa en el rostro- Luis y yo nos- la chica castaña miro a su novio y levanto la mano, para que con un asentimiento por parte del joven ambos dijeran - Nos vamos a casar- y por supuesto las felicitaciones no se hicieron esperar.
Ese día habían planeado ir de picnic a un mirador cercano, donde podría acampar y hacer un poco de montañismo también, idea que a Lisa ya Sandra les había fascinado y mientras Marta y Dereck estaban haciendo montañismo, Luis y Sandra se habían dirigido hacia el mirador, por consecuencia Edwin y Lisa podrían estar juntos, compartiendo miradas de complicidad y guiños seductores, un pequeño roce por aquí y una caricia por allá, ambos adultos sabían que un sentimiento fuerte estaba surgiendo de las profundidades en ellos, cosa que sin duda los alegraba y llenaba de nerviosismo, era ridículo si pensaba con detenimiento total ninguno tenía nada que perder, sus hijos estaban ya grandes y ambos eran lo suficientemente maduros como para enfrentar una relación.
Mientras compartían los alimentos que iban a compartir en el picnic Lisa y Edwin en silencio y solo con sus miradas decían tantas cosas, estaban felices porque sus hijos se iban a casar, claro ella tenían sus dudas después de todo su expareja había huido con una de sus amantes dejándola a ella a cargo de sus hijos, al menos, ella siempre había trabajado por lo que el factor económico no era un problema, por el contrario Edwin estaba más que feliz había criado muy bien a su hijo, siempre con su frase, "Si realmente quieres una mujer y notas que ella corresponda, cásate con ella y respétala, no te la lleves a la cama solo porque quieres salir del calentón, ninguna mujer merece que la trates mal"y es que él se había casado enamorado, Amanda su esposa difunta era la mujer más maravillosa que él había conocido y recordaba su boda con gran alegría y nostalgia en partes iguales.
YOU ARE READING
Un amor para ti
RomanceUn amor puede llegar a ti, a pesar de que el tiempo pase, ese amor puede hacerte sentir como nunca antes te has sentido. Porque tal y como dicen por ahí, nunca es el tiempo siempre es la persona.