Océanos [l.s.]

14

Era lunes, y Louis no estaba preparado para recoger la primera tarea que había encargado. ¿Era así como se sentía creer que puedes fracasar?

Había visto un millón de formas para recoger la tarea de una forma asombrosa, pero sabía que con todas saldría alguien completamente ofendido.

Estaba entrando a la sala de maestros, donde era un completo marginado, y solamente la directora de encontraba ahí. Ella era buena con él, pues había cautivado su corazón.

Le contó su situación y ella recordó cuando alguien hizo por ella lo que ella hacía por Louis: le dieron una oportunidad.

— ¿Por qué no das tu primera clase de historia hoy?—Sugirió ella. —Cuando vayas leyendo casa ensayo que pediste, espero que sea breve, vas dando un tema relacionado y das retroalimentación. ¿Te parece?— La idea no sonaba mal, pero Louis No estaba convencido. —O, puedes seleccionar uno y dar una clase al respecto, es más ligero.

Si esto era un examen, Louis no había estudiado.

Asintió sin pensarlo.

Cuando tocó el timbre del segundo descanso y los chicos entraron a su clase, vio a la directora entrar también con una sonrisa. Ella se sentó al final con un papel en las manos.

Los miró a todos con una sonrisa, volteándose para escribir el tema que había pedido en la gran pizarra.

"Un tema que surja a tu cabeza de la nada, pero que empiece con la primera letra de tu nombre"

Y Louis comenzó su clase.

La primera chica en entregarlo fue Abigail. Su tema se llamaba "Amarillo: el color del sol (Louis Tomlinson)". Una sonora carcajada abandonó sus labios cuando recordó aquel apodo por el que los chicos lo llamaban. Decían que irradiaba luz.

Leyó brevemente el informe y comenzó a caminar por el salón, recordando las pinturas feas y sin sentido de Vincent Van Gogh.

— ¿Alguien sabe quién fue Vincent Van Gogh?— Preguntó, caminando aún por el salón. Ya había elegido su tema.

Algunos asintieron.

Otros lo miraron confundido.

La directora fue de los segundos.

—Vincent Van Gogh fue un pintor que no triunfó mientras vivía pero que ahora recordamos como alguien grande en el arte, ¿Qué no?— Habló una chica que se limaba tranquilamente las uñas, y parecía que era la primera vez que una clase de Louis captaba su atención. Su nombre era Roma.

Louis sonrió, dándose cuenta de que no sabían más que él de ese tema.

— Sí, pero, ¿En qué se relacionan Vincent Van Gogh y el color amarillo?— Todos parecían pensarlo, incluso la directora. Silencio. Nadie pudo contestar. —Ya sé, tienen dos minutos para salir a preguntar el por qué, solamente dos minutos, si alguien llega después, no puede entrar a clase.

Louis abrió la puerta, pero nadie se levantó de su asiento. Nadie, excepto la directora.

Louis pensó que ella le daría un sermón, pero salió corriendo para averiguarlo. Después se fue Roma, con una sonrisa en el rostro. Y entonces todos en la clase comenzaron a irse.

En esos dos minutos, Louis buscó la historia de Vincent Van Gogh.

Todos llegaron con caras un tanto tristes, exento los que habían sido lo suficientemente inteligentes de saber en dónde buscar.

— ¿Ustedes sabían que la biblioteca está todo el día abierta, qué hay libros de la historia del arte, y computadoras donde podían investigar?—Louis nunca había visto esa expresión de sorpresa en su rostro.

La directora y la pequeña Roma sonreía cómplices.

—Vincent Van Gogh se sentía muy triste. Él sufría de ansiedad, así que comenzó a pintar con color amarillo porque pensaba que era un color feliz. Él pensaba que eso lo sacaría de la tristeza, pero para él era inevitable sentirla. Él comenzó a obsesionarse con ese color, y es fácil saberlo por sus obras. —Todos prestaban atención a las palabras de Louis, hipnotizados por la historia. —Lo que él no sabía era que esa pintura tenía pigmentos tóxicos, y que al inhalarla, moría lentamente.

El timbre sonó, pero nadie se levantó de su asiento.

—La siguiente tarea es opcional, porque es para hablarlo conmigo. Quiero que busquen su amarillo, y quiero que me digan sus pigmentos tóxicos. Sí saben a lo que me refiero, ¿verdad?

Todos asintieron, pero antes de que Louis pudiera salir del aula, una chica preguntó:

— ¿Quién es su color amarillo?

Louis se quedó quieto, y una sonrisa triste quebró su rostro.

—En esta ocasión, yo soy el color amarillo de alguien, querida.

Holiii, ¿Tienes un color amarillo? Comenten aquí qu(i)e(n) es.

¿Son un color amarillo? Comenten cuándo se dieron cuenta.