Honeymoon avenue.

C a p i t u l o s i e t e.

Suspiro con satisfacción cuando llevo a mi boca la deliciosa comida que ha preparado mi madre.La extrañé más de lo que quiero admitir.

— Esto es delicioso— murmuro haciendo que ella me guiñe un ojo.— ¿cómo es que preparas esto sin que se queme ni un poco?.

— Es un secreto— susurra divertida.

Ambas reimos un poco,escucho la puerta principal abrirse y se que es Frankie llegando de cualquier lugar cuando hace un quejido nada masculino después de un golpe en la puerta.

— ¡Estamos en la cocina!— medio grita mamá dándole una mirada fugaz a Storm,que duerme en el portabebés.

— ¿Estamos?¿quién vino a...?— Frankie deja de hablar cuando entra a la cocina y me ve.— ¡Oh ven aqui y dame un abrazo pequeña perra!.

Río y me pongo de pie para correr hasta el y colgarme de su cuello.

— No llames así a tu hermana— regaña mamá llevándose la comida a la boca.

— Ella sabe que es con cariño— responde Frankie.Mira hacia el portabebés y sonríe aún más grande.— por Dios,esta enorme.¿que es lo que come?.

Río un poco haciendo que mamá también lo haga.Vuelvo a mi lugar a terminar mi cena mientras Frankie mece en sus brazos a mi pequeña hija.

La tranquilidad que hay en mi es tanta que incluso se siente agradable,Stormi ha estado sorprendentemente tranquila,su fiebre ha desaparecido y la compañía de mi familia me hace sentir que soy una adolescente de nuevo.

Cuando terminamos de cenar Frankie y yo somos quienes lavamos los platos mientras mamá va a la sala con mi hija.

— No quise preguntar frente a mamá,pero...— vacila un poco.— ¿qué pasó? Nunca vienes a casa y menos sin tu rubio.

Suspiro pesadamente.— Estamos teniendo problemas...— respondo en voz baja.

— ¿Problemas en el paraíso?— cuestiona con diversión.

— Hace mucho dejo de ser un paraíso — digo y aunque no quiero mi voz suena bastante apagada.

— Honestamente,habías tardado en venir aquí— dice lentamente.— me extraña el hecho de toparme a Justin en algún bar y que esta rodeado de amigos que tienen a sus esposas alrededor y tu...nunca estás ahí.

Mis ojos se llenan de lágrimas y dejo de lavar los platos para recargarme en la isla.

— Hey,no llores— pide Frankie.

— ¿Que he hecho mal con el?— pregunto y dejo salir un sollozo.— le di un hogar,una hermosa hija.Soy una buena esposa que esta en casa esperando hasta que el vuelva de el trabajo,¿y así me paga?¿saliendo a divertirse con otras parejas sin una pareja?.

Frankie me abraza e intenta tranquilizarme,pero no logro hacerlo.Hipo y sollozo con fuerza dejando salir todo lo que he retenido desde que llegue a casa.

Mamá aparece en la cocina con mi hija en brazos,me mira juntando sus cejas con preocupación mientras yo no paro de llorar.

— Odio verte así— admite Frankie.— ¿porque le das ese poder sobre ti?¡Mirate! Estas hecha un desastre por un hombre que justo ahora está en cualquier lugar menos aquí,donde debería estar.

Dejo de llorar un poco y lo miro.

— Necesitas una gran dosis de seguridad y amor a ti misma— me apunta inquisitorio.— y si,una buena dosis de alcohol.

Frunzo el seño y mamá sonríe de lado.

— No puedo beber— digo rodando los ojos.— tengo que cuidar a mi hija y...

— Yo la cuidaré por ti— me interrumpe a mamá.— cariño,necesitas divertirte,salir y recordar a la chica que eras antes de casarte.

— No se si esa chica me gusta...— susurro.— o a Justin.

— En primer lugar,el se enamoró de esa chica— acota mamá.

— Y en segundo lugar,esta noche no existe Justin,ni Storm,ni nada que pueda preocuparte— Frankie pone sus manos en mis hombros.— esta noche eres la chica de 19 años,la que vive en casa y vive para estar de fiesta y emborracharse.

Sonrio de lado y asiento.

— De acuerdo,saldré contigo— digo dejando salir una pequeña risa y poniéndome de pie.

— ¡Bien!— exclama Frankie.— pero no con esas fachas.

Ruedo los ojos con diversión y dejo que Frankie me conduzca a mi vieja habitación.

Después de todo,solo es una noche para mi,¿que puede pasar?.