-En efecto, mi nombre es Naruto Kyū otoko, soy el líder y fundador del Mercado Negro- declaro el blondo, con una voz suave y tierna, como la de un niño mimado que no sabe nada del mundo, su rostro calmado y elegante mostraba una sutil sonrisa, que no llegaba a sus fríos ojos.
La sala entera se quedo maravillado por tan buen porte y aspecto, olvidando por un momento su similitud con el Namikaze y el gran echo de que era un hombre. Incluso Minato tubo problemas, en volver a la realidad, pero tras analizarlo correctamente, sintió una gran necesidad de abrazarlo, como si la sangre llamara y le confirmara que el chico frente a el era en realidad su hijo desaparecido veintidós años atrás.
-Tu.... tu realmente..... eres mi Naruto- incapaz de contener su propia voz, el mayor tuvo que soportar un gran anhelo por saltar estrechar a su hijo entre sus brazos, incluso las lagrimas se asomaron cruelmente por sus ojos, dándole una imagen débil, nada propio en alguien de su cargo.
-Por favor no diga ridiculeces Hokage san, no soy propiedad de nadie-se bufo con gracia el, el solo tenia un padre y se encontraba sellado en lo mas profundo de su cuerpo. Naruto jamas cambiaría a un hombre tan genial como Kurama, por alguien tan patético como Minato Namikaze.
Ante la manera tan despectiva de sus palabras el consejo estallo en murmullos de indignación y prepotencia, haciendo que mas de uno mirara mal a Naruto, acciones que no pasaron desapercibidas para Itachi, el cual solo podía tragarse su molestia y mantener la compostura tras de su pareja.
-Mocoso irrespetuoso, quien te crees para hablarle así a un Kage?- grito furioso un comerciante, afiliado a los ancianos del consejo, seguro de que su irrespetuosidad sera perdonada por los tres anciano a su lado si algo salia mal.
-Ten le mas respeto a los miembros de esta sala, mercenario de pacotilla- su regordeta cara de cerdo chillaba, con insistencia con cada palabra que escupía, pero su mirada no disimulo en nada los insanos pensamientos de su cabeza, los cuales casi desnudaban la piel canela de Naruto.
-Jeeee, mira que interesante, ahora soy un mercenario de pacotilla- Gruño con cierta repugnancia al sentir la mirada del pervertido en su cuerpo, casi babeando como los perros. Que desagradable -Aun así no han dejado de hostigar mi trabajo en meses- continuo recomponiendo su expresión y acomodándose mejor en su sitio, apartando su cabello y dejando expuesta su clavícula, una táctica para no solo molestar al bastardo, si no también para demostrarle una buena lección a Itachi -Vaya descaro de su parte Konoha- a su lado Itachi se tenso al ver el movimiento tan descarado de su pareja y por un segundo fue tentado a abrazar a su amante y marcar su territorio con un profundo beso.
-Tu, pequeño demonio...- abrumado por la tentación y el desprecio, el rostro gordo y rojo paso de pacion a terror al sentir la miraba fulminante de su Kage.
-Es suficiente!!!!, lamento el que le hayamos molestado todo este tiempo- Interrumpió Hiruzen con su típica sonrisa, oculta tras el humo de su pipa.
-En ese caso me encantaría saber, por que tengo ambus persiguiendo el rabo de mis hombres, por mas de seis meses- expreso con una sonrisa, pero sus ojos estaban bañados en hielo, sin emoción alguna.
-Si me permiten...- Al sentir la helada forma de actuar Shikaku se levanto como forma de apoyar a su kage, pero antes de ser capas de hablar el cerdo descarado volvió a abrir la boca, para tirar su veneno, de forma gustosa y casi excitada.
-.Ja, no es obvio , solo queríamos extender nuestra mano a un grupo que demuestra un poco de talento- su continua intrusión en la platica ya había colmado la paciencia de la mayor parte del consejo, mayor mente el consejo ninja, dado que si bien querían una unión no era por el beneficio económico, si no por el bien de aldea, e incluso como una forma de debilitar al consejo civil, con el apoyo de un nuevo grupo ninja dentro de la aldea.
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La manada del zorro - Yaoi (Naruto Shippuden)
FanfictionTras el ataque del zorro y el nacimiento de los gemelos Uzumaki una terrible profecía se desata, llevándose con sigo la unión familiar. Ahora el pequeño niño abandonado a crecido, no busca venganza o una respuesta, pero eso no significa que el mundo...