Latidos: 2

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Uno de los secretos mejor guardados de Kirishima era su extraño gusto de ver trabajando a Kaminari.

El rubio se veía increíblemente guapo con ese uniforme, el delantal blanco que se ajustaba a su cadera, su pelo atado en una coleta dejando sueltos algunos mechones rubios, y sus labios siempre con una amable sonrisa que deslumbrada a la clientela.

- ¿En qué le puedo ayudar el día de hoy caballero? -. Kirishima fingía leer la carta mientras miraba de reojo como su novio esperaba libreta en mano la orden.

- Un batido de fresas, un trozo de pastel de queso y... -. Kaminari anotó todo en la libreta con rapidez y esperó a que Kirishima terminara de pensar su pedido. - ¿Usted que me recomienda? -.

El rubio sintió la miraba de su novio encima, Kirishima no iba muy seguido y las pocas veces que se atrevió a entrar, habían fingido no conocerse para evitar problemas con el jefe o los compañeros de Kaminari, pero esta vez lo estaba presionando.

- Estoy seguro de que todo lo que hay en la carta puede ser de su agrado -. Kaminari se inclinó un poco para aparentar estar ayudando a su cliente a mirar la carta del menú. - Además de que lo conozco y sé lo que le gusta -. Le susurró lo suficientemente bajo para asegurarse de que solo él lo escuchara.

El pelirojo miró como su novio se inclinaba aún más, tenerlo tan cerca y susurrandole de esa manera lo hacía lucir tan sexy que por un pequeño segundo considero besarlo y arrecostarlo en esa misma mesa delante de todos, para que supieran de su relación.

- Lo que me gusta no está en el menú -. Kirishima le dedicó un pequeña sonrisa coqueta y le guiñó un ojo aparentando estar más calmado de lo que realmente estaba.

Kaminari soltó una pequeña risa por el coqueteo tan evidente que estaban protagonizando. Le gustaba ver como Kirishima pretendía tener la situación bajo control.

- Deja de bromear y termina tu pedido, tengo más clientes esperando -.

- Bien... ¿Qué te parece si te pido a ti con ese uniforme en mi cama? -. Las mejillas de Denki se enrojecieron por el comentario tan descarado. - ¿O estarías mejor sin él? Estoy indeciso -.

Kaminari no le contestó, dio media vuelta y se dirigió a la cocina para continuar con su tarea de llevar los pedidos a cada cliente, asegurándose de que aquel chico que merecía un trato especial por ser un romántico empedernido, leyera la nota que había dejado en el batido de fresa.

"Esperame en casa,
llegaré temprano ♡"

"Esperame en casa, llegaré temprano ♡"

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- Aclarame algo, cariño -. Kirishima besaba lentamente la piel que iba quedando al descubierto a media que iba quitando el pantalón del uniforme de su novio. - ¿Podemos dejar puesto el delantal? -.

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