La habitación se encontraba hecho un desastre, sábanas por los suelos, algunas cosas rotas y cuadros mal acomodados.
Plumas se encontraba regadas por la cama en la que se encontraban aún acostados la pareja sobrenatural.
Ambos desnudos cubiertos por las alas de la chica. La primera en despertar fue ella, dándose cuenta del desastre y situación actual.
— Mierda — Se levantó de la cama sin despertar al Leviatán, lo habían hecho.
No podía creerlo, si le hubieran dicho hace un año que esto pasaría se lo pensaría mejor, quería a Corvus pero aun estaba aprendiendo de los sentimientos, solo una vez antes de él empezó a sentir lo mismo y no acabo muy bien, no quería que sucediera de nuevo.
Se dirigió al baño para aclararse mejor su situación.
Aún no podía creer lo que habían hecho, pero sin duda sería una noche que permanecería en su memoria por varios miles de años.
Oculto sus alas y se dispuso a bañarse, al estar dentro pudo escuchar varias voces en su cabeza repitiendo una sola palabra.
"Sacrilegio"
Ella sabía de dónde provenían esas voces, de sus hermanos ángeles, lo que significaba que la habían encontrado y sabían lo que había hecho.
Termino de bañarse lo más pronto posible para cambiarse y apresurarse a despertar a Corvus mientras seguía escuchando a sus hermanos.
— Corvus despierta — Lo movió un poco tratando despertarlo — Corvus — Le proporciono un golpe para después atraerlo de la cama en busca de sus cosas.
Un Corvus somnoliento y desorientado la seguía desnudo mientras se ponía su ropa.
— Que pasa — Aún poniéndose el pantalón
— Nos encontraron, mis hermanos nos encontraron — Ante la aclaración Corvus agrando sus ojos y empezó a guardar su ropa lo más rápido que podía.
Unos aleteos se escucharon alrededor de la casa avisando la llegada de los ángeles. Todos desplegaron sus espadas de sus fundas para colocarse en pocisión de ataque.
Las voces de hacían más intensas y no pudo evitar taparse los oídos, se empezaron a romper las ventanas de la casa para después la puerta ser abierta por un estruendoso golpe.
Sus hermanos entraron en la casa, ante esto la reacción de los jóvenes fue juntarse, Corvus se puso delante de Leila en forma protectora.
Los ángeles los rodeaban con sus espadas, la sala se encontraba en silencio aparente, en cambio la mente de Leila se encontraba invadida por las voces de ángeles que no paran de gritar "Sacrilegio"
Leila solo podía rezar porque está pesadilla acabará, no quería pelear con sus hermanos, no quería hacerles daño.
El primero en lanzar el ataque fue uno de su especie, se lanzó sobre Corvus haciendo que éste cayera al suelo.
Leila tomo su espada y se situó en pocisión defensiva en medio de los ángeles restantes, dos peleaban con Corvus y alrededor de ella seis.
Tomo su espada firmemente y atacó a su derecha, al reaccionar los demás se acercaron con sus espadas en alto, Leila peleaba con dos y cubría sus espaldas, saltó sobre el sillón que se encontraba en la sala para enseguida matar a uno de ellos atravesando su garganta, un brillo celestial brotó de la herida provocada para después extinguirse.
Retiro su espada rápidamente para seguir luchando con los restantes. Las voces parecían no tener fin en su cabeza, y el estar luchando y escuchándolos no le ayudaba.
Corvus en cambio era tomado por la espalda impidiéndole la movilidad de los brazos, con sus piernas se impulsó y dio una patada al que se encontraba delante, proporciono un cabezazo al de atrás logrando liberar uno de sus brazos.
Se transformó y con su agilidad tomo la cabeza del ángel para golpearla contra la pared.
Estuvieron peleando por algunos minutos, cada uno con sus contrincantes dejando vivos solo tres, Leila salió disparada por la pared de la habitación cayendo en la sala, Corvus se aproximó a ella para ayudarla.
Uno de los ángeles aprovecho su distracción para golpearlo en la nuca y dejarlo inconsciente sobre la chica.
Leila trato de ponerse de pie pero terminó recibiendo un golpe al igual que Corvus.
— ¿Qué hacemos ahora señor? — Un ángel se giro a su Mayor.
— Traerán a la chica, nos la llevaremos, Miguel quiere hablar con ella seriamente — El ángel mayor se giro dando la espalda con señales de salir.
— ¿Y qué hacemos con él? — Ambos observaron al leviatán inconsciente.
— No me interesa, diviértanse con él — Desplegó sus alas e inicio vuelo hacia el cielo.
Se retiro de la casa dejando a ambos ángeles con los cuerpos inconscientes de Corvus y Leila a su disposición.
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𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 [𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂]
FantasíaEl cielo gobierna sobre todos los seres sobrenaturales, una dictadura a la que no ven fin. La resiente aparición de el príncipe Leviatán en el infierno reclamando su puesto llega a oídos de los ángeles. Aun no se sabe con certeza el como lograron sa...