Capítulo 68

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—No te preocupes. Voy a mantener una mano sobre Harry en todo momento —dijo. Así que sabía exactamente lo que iba a suceder esta noche—. A él no le va a gustar esta noche, pero estará bien. Sólo tiene que aprender a compartir —dijo y me guiñó un ojo.

—Ja, ja. Esta es una estúpida tradición, lo siento, no estoy tratando de ofender, pero es verdad. ¿Cuál es el propósito de esto? El Consejo ni siquiera me conoce. ¿Cómo saben cómo reaccionaría a otros clanes? Planeé ser amistosa, como lo he sido desde que llegamos aquí —me enfurruñé—. No tenían que ir a los extremos y hacerlo así era la única forma de difundirme por todas partes.

—No sé, ________. No hemos tenido un Vidente en cualquiera de nuestras ocasiones anteriores. Todos hacemos lo que el Consejo dice que es costumbre.

—Lo sé —dije enfáticamente—. Eso es lo que más me asusta.

—Llegamos —declaró lo obvio y se detuvo en las puertas—. Vas a estar fabulosa. Sólo sé la chica dulce y locuaz que sé que eres y deslúmbralos con una sonrisa. Te garantizo que los tendrás comiendo de tu pequeña palma Vidente.

—Gracias —dije sinceramente—. En serio. Hacer todo esto sin Harry se siente mal, pero contigo aquí, al menos lo hace soportable.

—Es para mí un honor y un placer. —Hice un mohín a la alabanza Vidente y lo entendió—. ________. Es para mí un honor y un placer, ________. Eres de mi familia y Harry es como un hermano para mí. Haría cualquier cosa por él, incluso —abrió las grandes puertas dobles a la habitación llena de gente ansiosa—, escoltar a su chica a otro tipo — dijo irónicamente y sonrió.

Miré por encima del mar de rostros. Incluso los Aces casados querían una noche con la Vidente. Esto era prestigio y les daba derecho a alardear y una mirada a la mesa de los vejestorios me dijo que disfrutaban del espectáculo. Aunque, traté de no hacerlo, miré a Harry. Casi me perdí mientras mi corazón saltó violentamente, pero Rodney tiró su brazo a mí alrededor y aunque sabía que rompería el protocolo, lo abracé. Oí unos gritos ahogados, pero todavía no veía en su dirección porque mis ojos se quedaron bloqueados en mi pareja.

—Gracias. ¿Quieres por favor ir con él ahora?

Asintió y sonrió mientras se abría camino hacia el grupo de Jacobson. Todos daban el visto bueno por como lucían las cosas y sus pensamientos. Harry les había explicado todo y estaban listos para una pelea si la noche pedía una. Finalmente se habían hartado de ser una familia que se quedaba al margen. Entonces oí el sonido más hermoso en mi mente.

Te ves tan... terriblemente... hermosa. Tú también te ves muy bien, astuto.

Siento mucho haberte traído aquí.

No es para siempre. Sólo están tratando de sacarte de tus casillas.

Todos ellos envidian a los Jacobson tanto si lo admitan o no.

Pero no es justo para ti. Ya estás en retirada, puedo sentirlo, y ni siquiera se me permite tocarte esta noche.

Pude ver su color en aumento. Su padre le puso una mano en su hombro y Rodney puso una mano en el otro. Incluso Liam se acercó a él, flanqueándolo. Nos mostraban una vez más que estaban detrás de nosotros. Teníamos que aguantar las reglas del Consejo y también las llamadas tradiciones hasta que pudiéramos cambiarlas para todos, no sólo para nosotros. Teníamos que salvar a la raza, no sólo a nuestra familia. Y la raza se hallaba tan consumida por la tradición que sería un caso difícil de liquidar. Se volverían todos contra nosotros si no hacíamos esto bien. Así que... jugábamos con sus reglas. Por ahora.

Yo estoy bien y lista para hacer esto. Yo no.

Sonreí. Te amo, Harry Jacobson.

Te amo, ________ Jacobson. Y no te atrevas a olvidarte de eso.

Sonreí de nuevo cuando usó el apellido de su familia para mí, y mantuve mi risa ahogada a las vibras protectoras que recibía de él. Me sorprendió que cada persona en esta sala no pudiera verlas flotando a su alrededor. Era realmente estúpido para ellos hacer un ritual como este. Conocen la naturaleza de la pareja; ser posesiva y protectora. Así que ¿por qué hacer tantos problemas para empujarme hacia otros, sabiendo que nuestros cuerpos se rebelarían contra ello?

Me volví hacia la multitud entusiasta. El primer hombre que yo buscaba era mi padre. Mi verdadero padre. No lo veía por ninguna parte. Bish se encontraba de pie con los Jacobson, pero mi papá estaba con el clan de Paulo porque de ahí era su pareja. Me di cuenta entonces que mi padre no era parte de mi clan. Rachel me había dicho en California que cuando te imprimas, sigues a tu esposo a su clan y que incluso pocas veces veías a tus otros familiares. Me pregunté con espanto si así sería para papá y yo, ahora que él era familia de ella.

Pero el clan de ella lucía muy feliz y orgulloso. Sonrieron a mi papá y a Fiona con un verdadero sentido de alegría. Por lo menos así era allá.

Miré hacia el resto de la habitación. Todos los hombres se alinearon al frente, sus mujeres detrás de ellos. Asumí que esperaban que revelara mi collar, así podrían reclamar su premio. Así que abrí el chal y lo dejé deslizar fuera del lugar. Los gemidos de decepción eran evidentes, pero otra voz sonó clara y verdadera.

Un Malik.

Él avanzó, todo sonrisas malvadas. Se veía extremadamente satisfecho por mi incomodidad. Decidí en ese mismo momento que si iba a estar atorada en esto, también sería una jugadora. Así que también sonreí y le hice una reverencia. Titubeó y casi tropezó sobre sí mismo, tuve que presionar mis labios para detener la risa. Cuando me alcanzó, esperé y le tendí mi mano con una sonrisa dulce.

—¿Vamos? —dije, goteando con dulzura.

—Por supuesto, Vidente —dijo suavemente, pero obviamente le sorprendía mis acciones o intenciones, pero sonrió de nuevo y me llevó a la pista de baile. Cuando nos detuvimos en el círculo de granito verde en el medio, miró a Waliyha, quien asintió. Él me miró de regreso con un renovado vigor en su tarea.

Estupendo, pensé. Dos pueden jugar este juego.

Me sorprendí cuando pusieron música real en lugar de los instrumentos tocando. Alguna balada de John Mayer sonaba por los altavoces y el hombre comenzó a guiarme. Tenía guantes blancos, lo que no había escapado de mi atención, para combinar con la camisa blanca de su esmoquin. Pero sabía que los guantes eran para evitar poner una marca de ofensa en mí.

—¿Cómo te llamas? —pregunté para empezar.

—Walker —dijo y sonrió con malicia—. Y tú eres ________. —Sonrió y luego recordé dónde lo había visto antes. Fue uno de los que ayudaron a Sikes a vigilarme en el pozo—. Sé todo acerca de ti.

—¿Lo sabes ahora? —Me arrastré hacia fuera—. Dudoso.

—Sé que te encantan los bollos de miel, odias ser el centro de atención y no te gusto mucho.

Sonreí. —Todo eso se podría haber concluido con bastante facilidad, ya que es notoriamente obvio.

Se rió de mi respuesta. —Probablemente. También sé que quieres que las cosas cambien aquí. —Miré a Harry y vi que nada había cambiado con él. Todavía me miraba. Como si el hombre se diera cuenta, su mano derecha se deslizó unos centímetros más abajo en mi espalda. Utilicé mi mente para volver a subir su mano y él se rehusó con confusión.

Cambios (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora