Emma
Adams tenía un mal genio terrible, simplemente no le podía preguntar nada que para el ya era una estupidez, el es graduado de bioquímica yo no.
Cada vez lo soportaba menos. Es realmente irritable. Que más da, me saqué la bata y caminé hacia la cocina, ya que todo esto me había dado hambre.
Al entrar a la perfecta cocina estilo vintage de John me llevo una grata sorpresa, el se encontraba en ella. Sin tener más opción decido hablarle.—¿Tienes otro sándwich de esos?
—Si, son de pescado. —Contestó secamente, seguía enfadado.—
—Pero... ¿no era que no te gustaba el pescado?
Se quedó en silencio, así que agregue rápidamente.
—Comprendo, no había mas nada en la nevera. Puedes llamarme por mi apellido, ya que de seguro lo que pregunté es una idiotez.
Solo me miró para luego darme una vaga sonrisa, no había rastro de ironía en ella. Eso me hacía sospechar aún más.
—Tenemos que ir a hacer las compras. Porque no pienso comer uno de esos horribles sándwiches otra vez en mi vida.
¿Me acompañas... Miller? —Pude notar como cambió al decir mi apellido, pude notar una pizca de humor en ello.——Claro que si, doctor Adams. —Respondí de la misma forma.—
Agarramos unas bolsas de mandado y salimos hacia afuera, realmente no sabía ni siquiera donde hay una tienda por aquí, lo que si no me hacía gracia era que tendríamos que caminar, eso si no me gustaba para nada.
Mientras yo esperaba que Adams terminara de cerrar la puerta observaba todo a mi alrededor, que linda es la naturaleza.
Pero algo o alguien me hizo salir de mis pensamientos.—¿Te vas a quedar todo el día allí o vas a venir?
Simplemente rodeé mis ojos y caminé hacia donde el se encontraba, un galpón algo viejo, ¡Dios!, ¡quizá y tenga un vehículo!
Mis plegarias fueron escuchadas, ya que cuando logro ver hacia dentro visualizo un Chevrolet prisma, joder era bellísimo.—Lo llamo Dipsy, ya sabes, por los Teletubbies.
—¿Es broma no? Eres todo un pavo real con gustos súper refinados y... ¿te gustan los Teletubbies? —Finalicé arqueando una de mis cejas—
—Todos tenemos un gusto culposo, este es el mío. Mejor súbete al auto y cuéntame cuál es el tuyo, Miller.
Y ahí empezábamos, realmente no tengo ningún gusto culposo, literalmente.
El viaje hacia el mercado se hizo muy agradable y rápido aunque no sabíamos bien que comprar, compramos de todo un poco, bien para no salir por un buen tiempo. Teníamos algo en común, no nos gustaba ver mucho a otras personas y mucho menos salir de casa.
Cuando llegamos a ésta dejamos todo en la cocina para comenzar a ordenar.
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Salvando al culpable (Terminada)
Przygodowe¿Qué harías si un día simplemente te encuentras años atrás en un horrible desastre, el cual puedes impedir? Cualquier persona haría lo necesario para detenerlo, pero Emma no tiene en sus planes viajar al pasado para arreglar un desastre que no ocasi...