Nos mirábamos fijamente a los ojos, viendo quién atacaría primero, midiendo cada uno la fuerza del otro. Él se acerca corriendo mientras gira su guadaña, y me ataca por la derecha, cuando voy a bloquear el ataque, esta se vuelve líquida para evitar el bloqueo y luego se solidifica para cortarme en un brazo.
–Se me olvidó decirte que es virtualmente imposible bloquear mi guadaña. – Dice
–Entonces tendré que cambiar mis técnicas.–Respondo, mientras evalúo la situación.
Me doy cuenta que él se basa en la habilidad para evitar los bloqueos de su guadaña para atacar, sin preocuparse en defenderse y hace que su espalda quede indefensa gracias a mi velocidad. De esta manera, lo ataco por la espalda, él se da cuenta y se voltea, pero no antes de que logre hacerle un corte poco profundo cerca del omoplato. Lo ataco directamente. Descubro otra peculiaridad de la guadaña, no se vuelve líquida cuando yo lo ataco, lo cual le permite bloquear mis ataques. Yo no lo puedo bloquear, pero el sí a mí. Perfecto. Esto se pone cada vez más y más divertido. Decido atacarlo continuamente hasta que se canse. Lo ataco, lo ataco y lo ataco, logrando hacerle cortes en la pantorrilla derecha, en su brazo izquierdo y varios en la espalda.
Con su movilidad reducida por los cortes y cansado por los continuos ataques, me lanza la guadaña girando, pero logro esquivarla. Aprovechando ese momento, me acerco y le cruzo las dos espadas cerca del cuello.
–Parece que gané. – Digo
–Eso es lo que tú crees– Me dice, mientras ciento algo filoso en el cuello.
– ¿Qué te parece si mejor lo dejamos en un empate?– Digo mientras sonrío y me alejo.
–Estaría bien, pero necesitas entrenamiento.
– ¿Qué? Pero si casi logro ganarte.
–Sí, pero eso pasó porque tenía la velocidad y la fuerza de las espadas, ¿qué hubiera pasado si no las hubiese tenido? Por eso tendrás que entrenar sin tus poderes.
–Ok, pero, ¿con qué armas voy a entrenar?
–Con estas labrys– Dice, mientras saca de una caja unas labrys algo modificadas. –.
–Está bien.
La tomo, y me llega toda la información sobre ella. Está hecha de una aleación entre aerogel y oro, lo cual las hace ligeras y fuertes. Al presionar un botón en el mango, se electrifican y pueden cortar a través de casi cualquier material existente.
– ¿Y para qué se supone que es la cadena? – Pregunto, ya que nunca en mi vida había usado una.
– ¿No se supone que puedes conocer cómo funciona algo con solo tocarlo? Es para que cuando la lances puedas traerla de vuelta. – Me responde.
– ¿Se supone que tengo que lanzarlas? Que pueda conocer cómo funciona electrónicamente no significa que sepa usarlas.
–Tienes que lanzarlas. Y empiezas a practicar ahora. Debes golpear el centro de esas dianas. –Dice, mientras señala una esquina del área de entrenamiento.
–OK, pero mejor aléjate, que puede que rompa algo.
–Es que no pensaba quedarme aquí, voy a verte desde la Sala de Observación.
–Ni que fuera tan peligroso.
–No, pero es mejor ser precavido.
Él se va a la sala y yo me preparo para lanzar. El primer tiro, logro atinarlo muy cerca del centro. Cuando voy a tirar del labrys, ésta no quiere soltarse de la diana. Cuando tiro con fuerza, me paso y el labrys rompe el cristal del área de observación. Y el enano me dice:
–Y así decías que no era peligroso que me quedara allá.
–Eso solo fue un accidente. – Le respondo, lamentándome de que no lo golpeó a él.
–Solo sigue practicando y procura que no haya más accidentes.
Me pasé dos horas practicando con ese molesto enano, que se llama Alejandro, como me enteré después. Al salir del entrenamiento, firmo la hoja de uso y veo que Clover ha pasado mucho tiempo entrenando, me parece extraño, pero bueno, esas son sus cosas. Cuando voy a salir de la base, dispuesto a ir a mi casa a descansar, me encuentro con Raven, que me dice:
– ¿Ya terminaste de decodificar los archivos de la última misión?
–No, apenas fue ayer, y no he tenido tiempo ya que he estado entrenando y con las tareas de la escuela.
– ¿Y ahora qué tienes que hacer?
–Pensaba ir a mi casa a descansar.
–Perfecto, ahora vas a ponerte a decodificar los archivos.
–Pero necesito descansar, y tengo muchas tareas de la escuela. – Replico.
–Antes eras mejor – Dice por lo bajo.
– ¿Qué dijiste?– Digo, al no escuchar.
–Que te pongas a trabajar.
Me voy a la sala de computadoras, a regañadientes. Resulta que los archivos que descargué están codificados de una manera muy complicada, y que me iba a tomar días decodificarlos todos. Me apresuro a comenzar para poder salir lo más temprano posible.
Al decodificar algunos archivos, descubro que hay una organización militar creada hace poco encargada de vigilar el país, y que son conocidos como los Peacekeepers, y que el mecha que vimos durante la misión era un prototipo de ellos llamado Peacemaker. Voy y se lo comunicó a Raven, y él dice:
–Parece que mis suposiciones eran correctas, tenemos que movernos rápido, sigue trabajando y consigue más información.
–Resulta que encontré algo más. Tienen una base secundaria cerca de Santo Domingo, no tengo el sitio exacto, pero seguiré buscando. También vi que tenían una investigación sobre los sucesos que ocurrieron en la Lluvia de los Ángeles.
– Parece que ya se están acercando.
– ¿A qué te refieres?
–A nada, solo pensando en voz alta.
–Ok, voy a seguir trabajando.–Digo, mientras me voy. Últimamente Raven se ha estado comportando un poco raro, pareciera que oculta algo.
Soy el último que queda en el área de computación, con todas las luces apagadas. Estoy a punto de cerrar e irme a casa, ya que había avanzado mucho hoy. En ese instante, me doy cuenta de que hay alguien detrás de mí. Intento ver quién es a través del reflejo de la pantalla, pero solo se distingue que es una mujer. Espero que el cansancio me permita defenderme de quién sea.
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Heartless
Science FictionUn chico de 16 años, viviendo una vida normal después de una tragedia mundial, se ve envuelto en las acciones de una organización secreta, gracias a la cual va descubriendo que su pasado está enlazado a este acontecimiento más de lo que puede podría...