Capítulo 0: Prólogo.

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Prólogo.

El vagón del tren está en completo silencio, tengo la cabeza apoyada en el cristal de la ventana mientras observo el paisaje, estamos llegando a la estación por lo que se comienzan a ver los edificios propios de la ciudad.

""Mami no llores.""

Instintivamente tiendo a tocarme la cara y efectivamente está mojada, las lágrimas caen sin siquiera darme cuenta, aun así sonrío mientras abrazo a mi hija.

""Cariño venga duerme un poquito más, aún no hemos llegado.""

Acuno a mi pequeña entre mis brazos mientras miro a mi alrededor, a mi lado se encuentra mi hermanito Daniel, y al frente se encuentra su gemela Anna , apoyada en el hombro de mi hermano Adrián.

Nos encontramos yendo a casa de nuestra abuela materna, nunca hemos tenido una relación muy cercana ya que vivíamos en ciudades diferentes además de que a la abuela nunca le gustó que mi madre se casara con mi papa. Mama siempre nos dijo que la abuela era una mujer a la antigua y que no apoyaba su relación por lo que no venía nunca a visitarnos. Pero a decir verdad creo que era más bien por orgullo, mamá tampoco quería ir a visitarla, pero aún así siempre le mandaba fotos de nosotros todos los años y la abuela nos enviaba un regalo a cada uno.

Y a decir verdad cuando a llegado la necesidad ella es la única que nos ha venido a ayudar, todas las personas que nos sonreían y nos visitaban alegando tener una relación cercana con nuestros padres nos han fallado.

Todo esto comenzó hace un mes, era una tarde lluviosa y en la televisión recomendaron quedarnos en casa sin embargo Daniel estaba enfermo, su temperatura no paraba de subir y lloraba de dolor. Papa y Mama lo llevaron al hospital mientras yo me quede cuidando de los demás. Una hora más tarde llamaron desde el hospital....habían tenido un accidente, a causa de la tormenta un árbol cayó en la carretera aplastando el coche en el que mi familia iba. En esos momentos solo podía sentir ira, dolor y ansiedad, no podía creer que esas noticias eran ciertas, mis padres no podían haber muerto cuando apenas hacía una hora que estaban a mi lado.

Mi hermano se encontraba en la UCI, su temperatura estaba muy elevada y varios de sus huesos estaban rotos. En esa situación no podía estar allí con él, la señal fallaba por culpa de la tormenta y las carreteras habían sido cerradas por peligro de accidente me sentía ansiosa y enfadada, mis hermanos lloraban y gritaban la situación me había desbordado solo quería estar sola y no entendía nada...no quería entender. En esa total oscuridad recuerdo una dulce voz a mi lado y una manos que me apretaban intentando llamar mi atención, sólo fueron capaces de despertarme unas tiernas palabras.

""Mami no llores...te daré de mis galletas..así que no llores.""

Recuerdo levantar la vista y ver a mi pequeña llorar mientras intentaba limpiar mis lágrimas con sus manitas, era tan pequeña, tan pura, tan dulce, tan mía.

Debía actuar como la hermana mayor que era y más bien tarde que pronto conseguí calmar a mis hermanos mientras esperábamos la llamada del hospital, que nos informará de la situación de mi hermanito.

Horas más tarde la tormenta había disminuido y uno de los amigos de papá se ofreció a llevarme al hospital, conseguí que mi hija se quedara con su esposa mientras yo me iba con mis hermanos, las lágrimas caían durante todo el viaje. Todo sucedió muy rápido.

Nunca nadie me explicó cómo debía sentirme, como podía ser el apoyo de alguien cuando siquiera era capaz de mantenerme yo misma. Como tenía que aceptar esas duras palabras que me quemaban por dentro y a la vez buscar una solución para los demás que ahora dependían de mí.

Cuando era una adolescente quede embarazada, a mi edad de 20 años me han dicho de todo , desde puta, furcia, zorra...pero no me importaba tenía el apoyo de mis padres , ellos siempre me ayudaron con todo. Durante los 3 años de vida de mi pequeña han sido los mejores abuelos, y padres que alguien podría llegar a desear , me dieron todo lo que necesitaba y siempre sabían qué decir para calmarnos a mis hermanos a y mi en cualquier situación... Y ahora ya no estaban.

Se que hay muchas familias que afrontan situaciones similares o incluso peores y aun así logran sacar fuerzas para afrontar todo lo que la vida les ponga por delante, pero es... tan difícil, tan doloroso , siento que me están rajando una y otra vez y que no puedo hacer nada para frenarlo.

Fin del prólogo.


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⏰ Última actualización: Apr 08, 2020 ⏰

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