La conjura de los guachos

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Mi padre, de casi 90 años, murió en plena Pandemia de Coronavirus , de muerte natural.  Así era él, siempre en contra de la corriente.

Residente de mucho tiempo en  la pequeña y remota localidad de Salvador Mazza, en la provincia de Salta. Su crisis final, desencadeno una problemática angustia para sus otros hijos; mis 3 medios hermanos jujeños, que siempre estuvieron cerca de él y que se vieron complicados ante los impedimentos de la cuarentena obligatoria para poder llegar a Tartagal, ciudad cercana a Salvador Mazza, donde fuera derivado por la extrema gravedad de su condición vital.

Su longevidad, dio a su muerte un matiz natural y lógico. Demencia senil y trastornos pulmo-    nares frecuentes, marchitaron su calidad vida en estos últimos años. No obstante, tuvo la for-tuna de gozar de  buena salud casi hasta sus 85 años; acompañada esta por una lucidez que mantenía su personalidad intacta. Los años le cambiaron la voz, pero detrás de  aquel sonido estaba el individuo modificado físicamente, pero integro en su estructura mental. Gradualmen-te  se deterioro y parte de él se fue evaporando.Era complicado. Todos nos volvimos un poco actores , ocultandole la afectacion que provocaba su decadencia física y complicaba la comunicación necesaria.Nunca dijimos nada acerca de la dura tarea que  representaba hablarle. Creo ser yo el que menos sufrió aquel proceso. Una parte esencial de mi vida consistió, por asi decirlo, en ser un hijo sin padres.

Decir que perdí a mi madre a los 5 años y que mi padre, luego de eso, desapareció de mi vida casi 10 años, me molesto siempre. Es un drama cuya vivencia subjetiva es menos conflictiva de lo que objetivamente parece. Entiendo que desde el punto de vista de alguien que vivió la experiencia plena de una familia , tal situación apeste. Pero es necesario aclarar que no decir mama ni papa con frecuencia, tampoco es el fin del mundo. Mi lema por cierto fue: Hay vida mas allá de papi y mami.

No obstante  me llevo unas cuantas décadas entender que todo aquello era una construcción muy defensiva. De alguna manera me di cuenta que el caso especial era realmente mi experiencia y que papi y mami es lo normal en este mundo. Tal descubrimiento no hubiera podido ser posible sin los sabios consejos del amor. Porque de eso se trata esta historia. De amor. 

¿Es posible alguna historia sin él, o por la falta de él?.

Empecemos por los tíos Amalia Casimira y Pablo, una pareja mayor y sin hijos , cuya vidas, atravesara vicisitudes de todo tipo. Hace tiempo que se fueron, pero me hubiera gustado decirles que son los únicos aventureros reales que conocí.

Pablo, nacido en un remoto poblado santafecino en 1913, hijo natural de una mujer Paraguaya; tiene algunas anécdotas interesantes. Creció en un familia con miembros tuberculosos y su condición de "guachito", le valió la dura tarea de llevarle comida a los "infectados" que habitaban el aislado hogar comunitario.

Sobrevivió a la experiencia y su vida dio un vuelco trascendental cuando de su madre se emparejo con un hombre que trabajaba en la seguridad de una factoría de  quebracho llamada la Forestal, celebre por ser el símbolo del capitalismo británico, al cual  todo nacionalistas que se precie, invoca para justificar su ideología. 

Bonaglia se llamaba y siempre me lo describió como un hombre viril que no le temía a la pelea , pero  capaz de utilizar la palabra para resolver los conflictos si la situación lo requería. Una especie de gigante bonachon que podía utilizar el cuchillo para tallarle un caballito de madera o para tajear  con precisión la mejilla de algún peón pendenciero y borracho. 

De esos años buenos, saldrá la historia de  tener como mascota a un jabalí salvaje, que aun siendo adulto, actuaba como gatito al rascarle la cabeza, o los recuerdos de esteros rodeados de pájaros en la inmensidad del campo.  Pero de aquel mundo ideal, viene la dura realidad de que el benévolo padrastro matara de un tiro de pistola a un político. Al parecer, es un matón a sueldo del  caudillo conservador de la zona. Nunca quedo claro ese tema, pero de aquel trágico episodio , surgirá la migración a la ciudad de Santa Fe de él y su madre, para estar cerca del reo que expiara su condena en un penal de esa localidad, vestido con el traje a raya, propio de la época.

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⏰ Last updated: Apr 27, 2020 ⏰

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No es un buen tipo mi viejoWhere stories live. Discover now