Capítulo 2

2K 151 15
                                    

— Conmigo —

Decidimos mejor llevarnos la comida y tener una cena en nuestros cuartos del hotel. Mañana a primera hora saldríamos a tomar el vuelo próximo a Atlanta, mi chica se quedará ahí y yo tendré que regresar a Vancouver, será duro tener una relación a distancia pero es lo mejor para ambos, pues ninguno de los dos quiere que invadan nuestro espacio personal y vida privada.

Dejamos a George y a Nick a su cuarto, Cooper y yo nos fuimos al nuestro. Tomados de la mano, frustrados y cansados por toda esta situación que se está armando. Al entrar al cuarto dejé mis tenis a un lado, me quité la sudadera y me tumbo en la cama. Puedo escuchar como los huesos de mi espalda truenan, Cooper decide tomar un baño. Bostezo y miro el techo. Jamás creí que tener una novia siendo actor sería tan complicado, ahora entiendo a todos esos famosos que prefieren ser los solteros más codiciados y optan por tener la compañía de una mascota.

Pero eso no quiere decir que dejaré de seguir amando a _______. Costó demasiado tenerla sólo para mí y me alegró el hecho de que tuvo que viajar miles de km para llegar a impedir que me fuera del país. Eso nunca lo olvidaré. Incluso cuando teníamos nuestras discusiones, peleas y uno que otro desacuerdo seguía a mi lado aunque ella fuera la culpable. ¿Me siento afortunado al tenerla?

Afortunado queda muy corto para describirlo.

La veo salir de la ducha con su pijama, se seca el cabello con la toalla. Su semblante muestra que está disgustada. Me levanto, la abrazo por la cintura y la cargo, sus brazos se enroscan alrededor de mi cuello al igual que sus piernas a mi cintura. Vuelvo a la cama, la coloco suavemente, nos acostamos y arropamos.

— Descansa — beso su mejilla, ella enseguida me rodea y esconde su rostro en mi pecho —.

— No quiero alejarme de tí — acaricio su cabello, sigue un poco húmedo pero adoro que el aroma de su shampoo quede impregnado en mis dedos —.

— ¿Recuerdas cuando te dije que quería ver el mundo a tu manera? — suspiro —. Estoy deseando que esa fantasía se cumpla —.

— ¿A qué te refieres? —.

— ¿Qué tal si vienes conmigo a Vancouver? Estaremos juntos, el lugar es tranquilo... Y no te preocupes por George, él puede venir.  Mis padres normalmente no estarán en casa, podemos estar todo el tiempo juntos que queramos. Incluso te enseñaré el lugar y las cosas que me gustan hacer — sugiero —.

— La idea suena estupenda pero... ¿Y si hay camarógrafos? ¿Qué tal si nos encontramos a reporteros y paparazzis cuando lleguemos al aeropuerto? —.

— Eso no pasará. Me aseguraré de que eso no ocurra — beso su frente —. Hay que dormir, mañana será un día muy largo —.

(...)

— ¡¿Te volviste loco Finn?! — cuestiona mi hermano somnoliento, con su mal genio y con su pijama aún puesta —.

— Por favor Nick, tú harías lo mismo por tu novia — trato de convencerlo —.

— Finn corres un gran riesgo... Carajo, ¡te dije que nada de enamorarte cuando fueras a Atlanta! — regaña, me pongo cabizbajo y penoso —.

— Pero yo la amo — digo casi audible formulando un puchero —. Ella lo es todo para mi —.

— Lo sé... — suspira —. Entra — se hace un lado para dejarme pasar a su cuarto. Veo en la segunda cama individual extendido al hermano de mi novia, duerme y ronca manteniendo su boca abierta. Está sumamente perdido en su sueño —. Sabes las consecuencias que implican que se quede — advierte —. ¿Crees que no me di cuenta cuando estabas encima de Cooper? — eso provoca un leve sonrojo. ¡Diablos! Qué vergüenza —. Si eso haces estando en el cuarto del hotel mientras pasamos las vacaciones no me imagino cuando papá y mamá salgan de casa — trato de no reírme en el momento menos apropiado, me limito a sonreír —. Estoy hablando enserio Finn — musita molesto —.

— Ya lo sé — respondo —. Tienes que aceptar que _______ vendrá con nosotros, igual su hermano — rueda los ojos —.

— No lo sé — habla frustrado —.

— Piensalo. Quizá se quede hasta que el escándalo pase — digo, este suspira rendido y acepta. Sonrío victorioso y decido irme a mi cuarto —.

Al entrar, mi novia se encuentra cambiando, al parecer la tomo por sorpresa y se sobresalta. Sólo puedo cubrirme el rostro.

— ¡Diablos Finn! — se queja —.

— Lo lamento, no quería asustarte — disculpo —.

— Ya sé que no — suspira —. S-Sólo... ¿Podrías tocar la próxima vez? — asiento, dejo de cubrirme el rostro y la veo —.

— ¿Qué tiene de malo que te vea? ¿Te avergüenzas? — me acerco a ella, rodeo su cintura —.

— Un poco — acomodo un mechón de su cabello detrás de su oreja —.

— No tienes por qué hacerlo. Creeme, para mi tus defectos son tus mayores virtudes — beso fugazmente sus labios —.

— Me enamoras cada vez que dices eso — musita atontada, realmente está perdida en mí tanto como yo en ella. Me encanta —.

— Debemos apresurarnos. Si no perderemos el vuelo — asiente y empezamos a guardar nuestras pertenencias en las maletas —.

[ • • • ]

Al salir del hotel abordamos en una camioneta negra, esta nos llevó al aeropuerto. Estaba algo nervioso por saber si aparecerían paparazzis. Cosa que afortunadamente no sucedió.

Bajamos y tomamos nuestra maleta, mi chica iba a la par mío, Nick y George hablaban a metros de distancia enfrente nuestro, se veían demasiado animados. En cambio _______ no pronunciaba palabra alguna, se encontraba perdida dentro de sus pensamientos acompañándola con música. Ella sigue siendo la misma que aún recuerdo haber conocido.

Al abordar a la avión su mirada se entretenía demasiado por el paisaje de oa ventanilla. Se notaba cansada, un tanto desecha. Sujeté su mano, nuestras miradas se encontraron, adoro eso por que todo se siente como la primera vez, no dudé ni un segundo en sujetar su nuca y unir nuestros labios. Ahora si puedo besarla cuantas veces quiera y que todo se sienta como si las otras treinta mil no hubiesen sucedido. Lo cual maravilloso, por que finalmente la tengo conmigo.

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora