Despierto y de nuevo me siento agitada, la respiración se corta a medida que intento hablar, mi lengua está seca y mi sudor cae sin cuidado por mi frente, otra vez escucho esa voz diciéndome que vuelva, he estado soñando lo mismo por 1 mes sin poder recordar. Alguien toca mi puerta y puedo oír la delicada voz de mi abuela
-¿Estás bien? ¿Ueno?
- Estoy bien, en un momento salgo.Me levanto y trato de calmarme, abro la puerta y veo su dulce sonrisa y esos ojitos tan característicos de ella.
- Ueno, ¿Esta todo bien?
- Si abuela, todo bien- le di un tierno beso en la frente y la tomé del brazo, caminamos juntas hasta la habitación que tenía una mesa en el medio, me senté sobre mis piernas en la almohada cubierta de tela roja de seda y vi el plato cubierto de arroz blanco, en realidad no tenía nada de hambre. Escucho pasos lentos y entonces lo entendí- Papá... - susurré
Voltea a verme con sutileza y comienza a hablar, en realidad, ya se a donde iba está conversación.
- Mañana vendrá el Rey Han acompañado de su hijo, espero que su recibimiento sea grato, Ueno.
- No quiero tener que repetir mi decisión papá, ¡No me casaré! Puedo reinar yo sola, el pueblo me ama, entreno duro todos los días y...
- Ueno, Basta, te casarás y es mi última palabra
- Pero papá...
- Una mujer no es apta para gobernar toda una dinastía, no traigas deshonor a esta familia.Me hace enojar, me irrita, no pienso discutir más con él, mi forma de ser es muy rebelde a comparación de su soberbia y necedad.
Yo sé que puedo hacer esto mucho mejor que cualquier hombre, no necesito a mi lado una figura masculina, tan sólo si mamá estuviera aquí...
Me levanté y tome la Katana de la pared, salí sin importar cómo iba vestida, un kimono rojo, mi cabello con un pequeño listón dorado, unas calcetas de ceda transparentes y de calzado, mi par de Geta.
El rústico lugar que es mi hogar, estaba protegido por guerreros y un gran muro alrededor, lleno de grandes árboles y un sendero que termina en el pueblo, también con una puerta en la entrada y guerreros para su protección. Los árboles de cerezo comienzan a florecer, marcando el inicio de la primavera. Me desvíe del camino y seguí una ruta que está entre los árboles, ya nadie pasa por aquí, a menudo los campesinos lo usaban para no perderse durante sus jornadas de agricultura. Solo quería despejar mi mente, llevaba caminando ya unos 20 minutos, hasta que de pronto escuché unos pequeños arbustos moverse, me sobresalte y saque mi Katana sin pensarlo, apuntando hacia enfrente, con una posición de defensa, creí que sería un pueblerino.- Sal en este momento-grité
Nadie respondió, ¿Un animal?, Pensé.
Me di la vuelta dispuesta a irme hasta que- ¿Valiente guerrera o tonta campesina?- una voz grave y ronca proveniente de los árboles, vi asomar a un chico de complexión ancha y robusta, con penetrantes ojos negros, lo supe de inmediato, era un guerrero, pero no uno cualquiera, podría ser un comandante, jamás lo había visto.
- ¿quién eres? ¿Cuál es tu nombre?
- Yo pregunté primero- sonrió descaradamente
- Valiente guerrera- dije irritada
- Un fenómeno un poco inusual
- ¿quién eres?- repetí
- Mi nombre es...
- ¡UENO!- la voz desesperada de mi abuela se escuchaba a metros de mi
¡MIERDA!, pensé, no tengo permitido hablar con nadie más que no sea mi familia o fieles sirvientes, un desconocido solo provocaría otra pelea con mi padre.- Debo irme.
- Espera...- oír decir detrás de mi mientras salí corriendo, mi pelo golpeaba mi cara y mi agitación hacia notoria mi angustia.- Abuela, aquí estoy- dije con la respiración cortada
- Ueno, no desaparezcas así, me tienes preocupada, así sean solo unos minutos, no olvides que estamos en guerra y cualquier cosa que te llegue a pasar... Yo...
- Tranquila abuela- la abrace suavemente y me dio una calida sonrisa.
- Vamos Ueno, tomemos un poco de té.
- Por supuesto.Aparte el cabello de mi cara y note que había perdido mi listón, debió caerse mientras corría.
En realidad no era eso lo que me tenía desconcertada, era aquel arrogante chico, descubriría quien era, a toda costa.
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100 Ways
RomanceJackson Wang de la dinastía Wang, hijo del rey Ruiji. Es el mejor guerrero y está dispuesto a hacer lo que sea con tal de que su pueblo este a salvo del ataque de la Dinastía Min, pero, ¿qué sucederá cuando sea cautivado por su enemiga a muerte?, la...