El despertador sonó varias veces, pero ninguna se despertó. Cosa rara ya que ambas eran de despertarse pronto, sobre todo Edith, pero aquella noche a penas durmieron, y para cuando lograron conciliar el sueño a penas faltaban unas horas para las nueve, la hora a la que habían quedado.
La madre de Noah no había podido volver a casa esa noche, así que pasaron la noche solas, con la compañía de su gato Sugar, un gato blanco peludo y precioso.
Pero algunos espíritus se sumaron a la "no fiesta de pijamas" así que estuvieron molestándolas toda la noche, la cual cosa les dificultó dormirse. No lo hicieron hasta que los ruidos extraños cesaron, pero para entonces, ya no pudieron descansar bien.
Edith abrió uno de sus ojos al sentir como la luz del sol se colaba en la habitación de Noah a través de su persiana.
Se desperezó un poco, retorciéndose en la cama como un gato, y cogió su móvil que estaba encima de la mesilla de noche, al lado de la cama.
Abrió los ojos como platos al ver la hora que era.
- Mierda.
Masculló. Eran las nueve menos cinco, y eso significaba que solo tenían cinco minutos para arreglarse. La castaña empezó a zarandear el hombro de su amiga para que despertara sin apartar la vista del móvil.
Acababa de recibir un mensaje de Ohsi, diciéndole que ya iba hacia casa de Noah para recogerlas.
Su amiga se removió un poco en la cama haciéndose la remolona.
- ¡Noah!
Edith alzó la voz para que despertara, dejando finalmente de zarandear su hombro, no tenían tiempo y Ohsi odiaba esperar.
Noah se incorporó en la cama sobresaltada quedando sentada, todavía medio dormida con los ojos más cerrados que abiertos.
- ¿Que pasa? ¿que pasa?
Preguntó frotándose los ojos para poder ubicarse mientras Edith se levantaba de la cama con rapidez para empezar a vestirse.
- Nos hemos dormido, van a ser las nueve, y Ohsi odia esperar.
Respondió Edith acabando de abrocharse unos pantalones vaqueros elásticos.
Noah al fin reaccionó y se levantó de la cama, aunque algo más calmada.
La castaña se puso los zapatos y entonces sonó su móvil.
- Estoy en la puerta.
Él siempre tan puntual.
- Eh, si, danos unos minutos y salimos.
Respondió mientras le hacia gestos a su amiga para que se diera prisa.
Tardaron un poco más de lo que le habían dicho al moreno. A Edith no le gustaba hacer esperar a nadie y era un poco más rápida a diferencia de Noah, que era más tranquila en ese sentido.
- Madre mía, me has dicho unos minutos no veinte.
Refunfuñó Ohsi desde el coche, con la ventanilla del coche bajada.
- No ha sido culpa mía.
Se quejó Edith entrando al coche tras su amiga.
Entonces Ohsi le echó una miradita a Noah, que le respondió con una tímida sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
La magia que hay dentro de ti
Novela JuvenilEdith es una chica espiritual que parece haber encontrado su camino y propósito en la vida tras muchas dificultades. Jerak es una caja llena de sorpresas que se verá extrañamente conectado con ella. Juntos activarán su don oculto y recuperarán su p...