No siempre fui la chica que soy ahora, claramente todos cambiamos con el tiempo, pero hace más de una década, cuando era el centro de atención de la casa. Todo el tiempo estaba rodeada de gente, me la pasaba sobresaliendo en cualquier cosa y eso me hacia feliz, a tal nivel que terminé siendo una malcriada.
Realmente no es algo que me enorgullezca pero era mi edad de inocencia, nada me afectaba realmente, todo resultaba lindo y no importaba los problemas que causara o en los que me metiera por que no habría consecuencias, o al menos no realmente.
Eso me duró cuatro años, meses antes de que naciera mi primer hermano, mis papás ya habían intentado tener otro hijo, yo creo que al inicio a ningún hijo único malcriado sería feliz con esa noticia pero vas tomando la idea poco a poco hasta que ''lo aceptas'', fue en ese entonces que perdí por primera vez una parte de mi inocencia.
Mi mamá estaba por dejarme en el kínder, nada que se viera fuera de lo normal, solamente que nadie esperaba que ella cargara algo pesado y se quejó de dolor, no lo tomamos en serio, hasta que días después la vi llorando sola en la recámara, ¿la razón? un aborto involuntario, yo creo que consolar a una persona que veías como la más fuerte y que tu ni siquiera sepas la definición de ''confortar'', tal vez fue ahí donde mi infancia fue corrompida y tuve que empezar a madurar por el bien de los que yo quería, por empecé a hundirme en el error de que yo provocaba todo eso por no ser lo suficientemente grande como para haberla hecho sonreír.
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El jardín destruido
Ficção AdolescenteTal vez tengas pensado cómo será el personaje principal de esta historia, alguien con problemas de actitud, una chica rebelde y gruñona, de esas que se sientan solas al final de la clase y justifican sus malas acciones con su pasado. Pues esa misma...