12- Primeras impresiones

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La noticia de la posible destrucción del valle hizo enloquecer a Hanji. Levi quiso detenerla, pero supo que era imposible intentar hacer entrar en razón a esa mujer, a Hanji solo le tomó algunos minutos ir hasta su casa por algo de ropa limpia y finalmente al llegar al lugar desde donde provenían las detonaciones con dinamita, se encontró con todo el área lleno de arquitectos, ingenieros, topógrafos y obreros. 

Entre todos ellos destacó una alta figura, con una aura de superioridad y de suficiencia por sobre el resto.

Zeke Jaeger observaba con detenimiento los planos y cubrió su vista por un segundo cuando una ola de polvo producto de la detonación llegó a su rostro.

—¡Señorita, esto es propiedad privada y no puede pasar! ¡Es peligroso!

—¿Quién está a cargo de esta mierda? —gritó Hanji furiosa y de evidente mal genio.

Hanji se adelantó a Levi quién le seguía los pasos y ella no podía creer que aquello estuviese sucediendo, solo un estúpido tendría la ocurrencia de hacer detonar una colina completa sin pensar en el impacto ambiental que generaría aquella invasión.

—¿Qué es todo este escándalo? —preguntó Zeke percatándose de esos gritos enardecidos.

Fue entonces que sus miradas chocaron y Zeke no pudo dejar de impresionarse.

—¿Es usted la persona a cargo de esta aberración? —preguntó directamente Hanji.

—Así es, mi gentil señorita. Zeke Jaeger a su disposición —se presentó el hombre a sí mismo interesándose de pronto en ella.

—Pues óyeme bien pedazo de mierda, quiero que tú y todos estos imbéciles se retiren de este valle antes que...

—Disculpe, creo que no me he dado a entender. He adquirido recientemente estas tierras por lo que soy libre de hacer lo que estime conveniente, por lo demás, si desea agendar una reunión con gusto aceptaré invitarle esta noche a cenar.

Zeke se había acercado lentamente y había tenido el atrevimiento de poner su mano en el hombro de Hanji, la castaña notó aquel desagradable gesto y retiró su mano con brusquedad. Había lidiado con un par de cretinos similares que creían que podían pasarse de listos con ella, pero Zeke parecía del tipo de hombre más despreciable que pudiera encontrarse.

—Entiendo que estas tierras puedan pertenecerle, pero eso no le da el derecho a destruir el ecosistema tanto de la flora y fauna de este lugar, ni mucho menos alterar el sistema de vida de los habitantes.

—Nada de eso, es más, la calidad de vida de los habitantes mejorará considerablemente —replicó Zeke con una sonrisa.

A Levi no le gustó para nada la forma en que ese tipo miraba a Hanji, era como si la desnudara con la mirada y eso lo tenía con la sangre hirviendo de ira.

—Hanji, regresemos. No creo que podamos hacer mucho ahora —interrumpió Levi tomando de su mano para marcar territorio.

—¿Así que su nombre es Hanji? Me parece que encaja perfectamente con su belleza. ¿Qué le parece si viene conmigo y nos conocemos un poco más? —dijo Zeke encantado.

Fue entonces que Levi se acercó y apartó a Hanji de las garras de ese simio gigante acosador. Ni siquiera la diferencia de altura parecía un impedimento para Levi para dejarle muy claro que Hanji ya tenía un hombre.

—Lo siento, no estoy interesada en conocerle hoy, ni nunca—replicó Hanji con amargura, dando por finalizada aquella primera conversación.

—Se arrepentirá, señorita Hanji, téngalo por seguro —respondió Zeke con una ladina sonrisa.

Sabor Audaz [Levihan/Historia completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora