Capítulo 6

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Llegué a su casa y de allí partimos a un restaurante, todo era un hermoso sueño para mí, pero era realidad; aunque me costara creerlo. Se sentía tan bien compartir con ella fuera del ambiente de trabajo. Había una sensación irreconocible dentro de mí que me hacía sentir en confianza, en plena libertad. Durante la cena hablamos de trabajo, de temas meramente banales, terminada la cena todo cambió.

- ...España es un lugar fascinante, diría yo hasta mágico, vivir allá es como vivir en un mundo dentro del mundo, todo muy parecido, pero al mismo tiempo particularmente diferente. – completó con un deje de añoranza. - Es por esto por lo que después de terminar mis estudios, decidí establecerme y tomar el mando de la compañía en este país...pero bueno ya conoces parte de las razones por las que estoy aquí ahora.

- Parte... ¿porque hay alguna más que la salud de tu padre?

- Tal vez, siempre hay algo más...siempre lo hay. – respondió con la mirada perdida en alguna parte.

- Supongo que en algún momento regresarás, ya sabes tu vida, el trabajo... ¿los amores?, porque los españoles deben estar dementes sino enloquecieran con tenerte con ellos – "Yo no soy española y ya enloquecí por ti" me encontré hablando en mi interior.

- Ni tanto, ¿sabes?, al parecer he podido alcanzar grandes cosas en diferentes facetas de mi vida, he alcanzado grandes metas y triunfado como mujer profesional, pero el amor no ha sido sino un departamento con bajo presupuesto y mala publicidad. - suspiró pudiendo reconocer en sus ojos una tristeza pasajera.

- Estás bromeando, ¿no?, si eres una mujer hermosísima. - eso fue lo que pensé y lo que no debí decir... ¿dónde estaba mi botón de "mute", Dios mío? – Digo que eres...ya sabes...es que... - soy una idiota - Cualquier hombre estaría orgulloso de tenerte en su vida.

- ¿O mujer? – la pregunta no se hizo esperar. Algo se desconectó entre mi cerebro y el resto de mi cuerpo porque mis sentidos me estaban jugando una broma o realmente entendí su comentario. La miré por mucho tiempo y no supe que decir, no me atrevía a hablar...ni siquiera sabía si respiraba. Ella solo me miraba con cara de estar pensando si fue correcto haber dicho ese comentario y yo analizaba si era correcto mirarla con cara de decir... "yo podría ser esa mujer..."

- Si quieres nos podemos ir ahora. –dijo Katherina interrumpiendo el silencio.

- ¿Qué?

- Lo siento Gabi, no quise...- su mirada solo reflejaba una gran incomodidad.

- ¿No quisiste que Katherina? - la miré alzando mis cejas.

- Hacerte sentir incómoda.

- No lo has hecho es solo que.... – divagué en mi respuesta.

- ¿Qué te he sorprendido?

- No, bueno... si, es que...tú sabes, yo...no pensé, obviamente esto...- !!!!Mierda!!!! esto era peor de lo que pensaba porque sabiendo que esta mujer frente a mi le gustaban las mujeres, todo se complicaba, porque siendo hetero, este sentimiento sería una fascinante fantasía y listo, pero ahora...no estoy tan segura de ello. - No me hagas caso, simplemente no me lo esperaba, pero no tengo ningún problema con esto si a eso te refieres. - no para nada, no tengo problemas con esto, no, si mi vida toda es un problema desde que llegaste...

- ¿Segura? - preguntó un poco avergonzada.

- Totalmente, reformulo mi pregunta, ¿no habrás dejado alguna española con el corazón roto o sí? - porque aquí me tienes a mi babeando por ti.

- Para nada, en esos casos soy yo la que siempre termino con algo roto, y sí, hubo alguien importante en algún momento, en algún lugar, pero asunto terminado para mí...- suspiró y prosiguió – Y como bien te dije antes acerca del amor, ¿no se puede tener todo en la vida no?

- No claro dije en mi mente, eres una profesional, brillante, hermosa, creativa, hermosa, hermosa y hermosa, deliciosamente hermosa y yo he enloquecido por ti...y ¿no se puede tener todo en la vida?, yo te quiero a ti.

- Bueno, no tengo la suerte que tienes tu de tener a alguien con quien compartir...ya sabes la vida.

- ¿Ahh? - respondí con un suspiro - Honestamente no es tan fácil, pareciera serlo, pero créeme que no lo es.

- Sí, pero siempre es bueno tener a quien amar y quien nos ame, ¿no crees?

- Por supuesto, si es la persona a la que amas en verdad, por la que suspiras, con la que sueñas, ¿no crees?

Un silencio prosiguió mis palabras, solo hubo un contacto de ojos como quienes hablan con la mirada y se dicen todo, reconociendo sentimientos no hablados, respondiendo preguntas inaudibles...parecía el momento de sincerarnos de alguna manera... ¿si es la persona que amas en verdad? Nunca me había planteado esa pregunta y nunca tuve pensada una respuesta hasta ahora, hasta este momento, hasta este instante, ¿era Jorge el amor? o era solo mi excusa para no ver mi realidad, la realidad...que tenía frente a mí.

- ¿Quieres salir de aquí e ir a otro lugar? – Katherina interrumpió mis pensamientos con la pregunta.

- Si eso quieres. - respondí casi sonriendo.

- Si, ¿y tú? – preguntó con una sonrisa que me hizo suspirar.

- Por supuesto. – alcancé a responder entusiasmada.

¿Por supuesto?, por supuesto, contigo al infinito y más allá. Ella me había hecho una confesión y ¿qué tal si le confesaba algo también? ... no sería tan valiente, no tenía las agallas, pero ¿y si lo hacía?, ¿qué pasaría?... Anderson estás jugando con fuego y te vas a quemar, Oh por Dios, pero sería tan rico quemarse en sus brasas.


No todo lo que se ve es realidad (Sankh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora