Pov Calle
Habíamos estado cenando con nuestra familia, Poché estaba muy nerviosa, decirles a nuestros padres la tenía bastante distraída, yo tomé su mano indicándole que era el momento y ella así lo hizo, Poché siempre ha sido de nervios en cuanto se trataba de nuestra familia, ella no formulaba palabra y cuando por fin lo hizo, Vale mi papá y Juan Carlos lo tomaron muy bien.
— ¿Están seguras? —Pregunto mi mamá—
Poché pegó su pie al mío de manera que me pedía que le ayudara a hablar, yo tampoco sabía que decir, Estaba igual que ella, me puse muy nerviosa y tenía mucho miedo de que mi mamá interpusiera entre nosotras. Lleve mi mano hacia abajo de la mesa nuevamente y tome la mano de Poché, Vale que estaba a mi lado ella me miraba como queriendo decirme que todo iba a estar bien. Poché apretaba mi mano y yo quería transmitirle seguridad, pero en estos momentos ni yo sentía eso.
—Yo lo estoy, y Calle lo sabe —dijo Poché con su voz entre cortada—
Apreté más su mano y ella me sonrío con muchos nervios. Cerré los ojos buscando un poco de tranquilidad y cuando los abrí vi como ella estaba con su cabeza gacha.
Sobé su mano y suspiré...
Mi mamá solos nos miraba aún muy seria. Mi papá y los demás solo observaban el momento.
—Estoy segura —dije rompiendo el silencio y Poché soltó una bocanada de aire—
Poché tenía su mirada fija en bajo, ella estaba demasiado nerviosa, su respiración pesada se escuchaba a lo lejos, ella mordió su labio y cerro sus ojos respirando profundo.
—Lo sabía —dijo mi mamá causando que todos pusiéramos la mirada en ella—
— ¿Qué te pasa? —dije algo molesta por el mal rato que nos había hecho pasar—
— ¿Qué les pasa a ustedes?, ¿porque lo pensaron tanto? —Dijo seria—, eso no dice nada bueno.
Poché suspiro y negó riendo.
Platicamos un rato más, Mi mama estaba emocionada hablando con Vale sobre cómo sería la boda.
Terminamos de hablar, y todos nos fuimos a nuestros respectivos hogares.
Pov Poché
Habíamos pasado un rato bastante malo, por un momento pensé que Mafe no estaría de acuerdo con nuestra boda. Pero todo fue una mala broma de ella. Llegamos al apartamento y en cuanto cerramos la puerta agarre a Calle de la cintura y la acorrale contra la ella la puerta. La bese muy apasionadamente, mordía sus labios y ella gemía.
— ¿Por qué tardaste tanto el responderle a Mafe, Daniela? —Dije besando su cuello—
Ella gimió perdida en los besos que le estaba dando y la sostuve de sus muslos poniéndola ahorcadas en mi cintura, mordía su cuello y chupaba con la intención de dejar marcas en ella, Calle mordía su labio inferior y no formulaba palabra.
—Estaba demasiado nerviosa —dijo suspirando—
Quite su camisa y la seguía besando, ella tenía sus manos en mi cuello trayéndome más a ella.
Tocaba sus pechos mientras caminaba con ella hasta el mueble y me montaba en ella. Ella gemía cada vez que tocaba estos y los apretaba. Quite su sostén y bese uno de sus pechos, ella mordía sus labios, estaba demasiado excitada, baje mis besos por su abdomen y fui quitando su pantalón, Calle me ayudo a que lo hiciera más rápido y se paró para quitar también mi ropa.
Una vez desnudas las dos ella tocaba mis pechos mientras yo besaba su cuello, cuando baje a su centro el timbre nos interrumpió. Ella gruño jalándome para decirme algo.
—No salgas —dijo con su respiración entrecortada—, no salgamos —dijo llevándome con ella hacia el cuarto—
— ¿Sabes que es ella cierto? —Dije tomándola de la cintura—
—Si, por lo mismo no quiero arruinar nuestra noche —dijo sonriendo—
Me lance a besarla y ella me correspondió muy bien, la empuje para que quedara acostada en la cama y baje mis besos por todo su cuerpo hasta su centro, Calle suspiraba y mordía su labio para callar sus gemidos.
—Gime para mí —dije en su oído y su piel de erizó—, no importa que te escuchen —dije mordiendo el lóbulo de su oreja—
Baje a su centro y lamí su entrada, ella se movió esperando a que volviera a hacerlo, abrí sus piernas y di besos en su centro, ella suspiraba. con mis dedos separe sus labios vaginales haciéndole entrada a mi lengua, empecé a estimular su clítoris y ella se retorcía, lleve mi lengua hasta su entrada y la metí buscando su punto de placer, ella gemía mi nombre y movía sus caderas para sentirme más, llevó sus manos a mi cabeza empujándome haciendo que mi lengua entrara más en ella y de un momento a otro sentí como ella llegaba al orgasmo, chupe su centro hasta no dejar rastros de su líquido y ella estaba exhausta, me moví para quedar a la altura de su cabeza y bese sus labios haciendo que probara su sabor.
—Te amo —dije besando su rostro mientras recuperaba su aliento—
Ella sonrió y me beso. Nos acostamos bien y puse mi cabeza en su pecho.
—Amo cada parte de ti ¿sabes? —Dije haciendo un camino con mis dedos en su abdomen—, amo sentirte y amo como te hago sentir.
Ella se ruborizó y dio un beso en mi cabeza.
—Te amo —dijo suspirando—, no quiero que nadie más esté en nuestras vidas y lo arruine —dijo abrazándome fuerte—
—No lo vamos a permitir —dije dándole besos en su cuello—
El timbre volvía a sonar, sacándonos de esa burbuja en la que estábamos.
—Juro que la sacaré a patadas si es ella —dije riendo—
Nos levantamos y nos colocamos una bata. Salimos y antes de abrir la puerta escuché un gran suspiro de Calle. Sonreí viéndola y deposité un beso en sus labios.
—Hola disculpen —dijo una voz masculina—
Un hombre de avanzada edad era el que estaba tocando el timbre.
—Buenas en que podemos ayudarle —dije apenada por como estábamos vestidas—
—Vengo a pedirles una disculpa por todo lo que ha pasado —nosotras lo miramos confundidas—, soy el padre de Matu —dijo causando sorpresa en nosotras— se lo que hizo, y disculpen ella la mandamos para aquí porque acababa de terminar una relación y le afectó mucho, ella no podía ver que alguien fuera feliz porque sentía el impulso de dañar esa relación, sé que no es justificación, pero ella ahora está en terapias y pues yo vengo por sus cosas, no sin antes pedirles una disculpa —dijo apenado—
Nosotras estábamos en shock, nos despedimos del señor y volvimos al cuarto.
—Eso fue raro —dijo ella riendo—
—Demasiado —dije tomándola de la cintura, besé sus labios, y mordí haciéndola suspirar—
— ¿Quieres dormir ya? —Dijo besando mi cuello—
— ¿Pretendes que quiera dormir si haces eso? —Dije suspirando debido a sus besos—
—Pretendo que no —dijo quitando mi bata y dejándola caer por mis pies—
—Amor tenemos que madrugar mañana, iremos por nuestros vestidos —dije empujándola para caer en la cama—
—Solo porque no quiero que nos tardemos en casarnos —dijo en mi oído haciéndome temblar—, de lo contrario ahorita te estaría haciendo mía —dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja—
—Tendremos toda la vida para eso —dije sonriendo y acostándome a su lado—
—Más te Vale María José —dijo abrazándose a mi cintura—
