Pov Calle
Ya casi era la boda, Poché quedo en que ella elegía sola el pastel yo tendría la boda donde quería, así que accedí. Habíamos estado con Vale, ella nos hacía reír mucho con sus ocurrencias, Poché dijo que después no iríamos donde mis padres, sino que tenía algo que hacer y que la acompañara, nos fuimos despidiendo de Vale y salimos, íbamos en el carro platicando de cualquier cosa, llegamos hasta una casa muy linda, no estaba muy lejos, casi la misma distancia del apartamento a donde nuestros padres, Poché dijo que la esperara en el carro y ella bajo, tocó el timbre de la casa y entro, pasaron unos minutos y ella por fin salió entro al carro y me sonrió.
— ¿Quieres conocer a alguien? —Dijo tomando mi mano—
Yo la mire confundida y asentí, ella bajo del auto de nuevo y fue hasta la puerta del copiloto, ella abrió y me dio su mano para que la tomara y me baja, caminamos agarradas de la mano y ella la soltó para abrazarme de la cintura, me sonrió y abrió la puerta de la casa, esta estaba vacía, solo había un niño dentro, el pequeño se acercó y me dio una caja que el sostenía, lo mire confundida y él me sonrió y se salió de la casa, mire a Poché y ella solo me sonrió señalando la caja, estaba confundida, se supone que me presentaría a alguien, al principio creí que era al niño que estaba dentro, pero este se fue en cuanto me dio la caja. Ella tomo su celular para grabar mientras abría la caja, la caja se sentía que algo se movía dentro por un momento me asuste. Al abrirla pude ver que dentro tenía otra caja, ella me sonrió y vi que había una nota en esta caja: "Conoce a quien llevara nuestros anillos" yo sonreí y seguí abriendo la caja, ella no dejaba de sonreír y grabar escuche un gemido de algo, aun no lograba ver que era, abrí la tapa y allí estaba un hermoso cachorro.
— ¿Te gusta? —Pregunto al rato de ver que yo solo consentía al perro—
Asentí y seguí sobando la pansita del pequeño, ella sonreía y se sentó a mi lado observando como jugaba con el perrito, en cuanto seguía jugando pude ver que en collar del perrito había una carta, está muy bien doblada, yo la tome y vi su rostro, ella me sonrió y me indico que se la diera para ella leerla.
¿Te imaginas lo emocionada que estoy, saber que te tendré a mi lado todas las mañanas de mi vida?, seguro te parece una bobada pues en realidad ya vivíamos juntas, pero para mí es más emocionante que al despertar pueda decirte "Buenos días esposa", ese se ha convertido en el mejor de mis sueño, perdona por pelear tanto últimamente, pero las sorpresas no serían sorpresas si te las contara para poder salir, nunca dejes de sonreírme como lo haces ahora, déjame contemplarte por el resto de nuestro días, no camines sin mi cuando puedes ir conmigo agarradas de las manos, conociste a Ramón, nuestro hijo ahora, este cachorro se ha estado entrenando desde hace varios días para que sea el quien lleve nuestros anillos, igual el perrito es nuestro ,amor, se quedara con nosotras aquí, en nuestra casa.
Te amo, Poché.
Ella termino de leer la carta y me la entrego, sonrió y se acercó a mí, yo la miraba confundida por el final de la carta, ella dio un pequeño beso en mis labios y pude ver que el cachorro nos observaba atentamente. La tome de la cintura y volví a besarla, sus manos estaban en mi cuello para que no me separara del beso, y ni siquiera pensaba hacerlo, ella sonrió en el beso, y al separarse mordió mi labio inferior.
— ¿Nuestra casa? —Pregunte viéndola a los ojos—
—Si amor, nuestra casa —dijo esperando mi reacción—, la he comprado hace poco, estos días he estado amueblando para que, en nuestro regreso de luna de miel, podamos venirnos directo aquí, Vale se encargará de traer todo —dijo ella viéndome a los ojos—
—Eres perfecta —dije besándola—
—Tú lo eres —dijo terminando el beso—
Subimos a ver la segunda planta y todo era hermoso de verdad Poché se dedicaba demasiado tiempo en decorar y arreglar, debido a eso todo le queda perfecto. Vimos la piscina, la cocina, la azotea, las recámaras y ella me dejó que eligiéramos la nuestra. No fuimos dejando la casa a cargo del niño quien estaba cuando llegamos. Fuimos a nuestro apartamento ya que era muy tarde.
—Qué pasará con el apartamento —dije acostándome a su lado—
—Siempre será nuestro amor —dijo abrazándome—
Nos quedamos en silencio, ella me hacía cariñitos en la cabeza y yo estaba fascinada, su respiración era tranquila, podía sentir en su pecho lo tranquila que estaba, sabía que estar juntas la tranquilizaba.
— ¿Estás emocionada por la boda? —pregunté y sentí como su pecho cambia de ritmo—
—Demasiado —dijo suspirando—, ya falta poco para que te amarres a mi vida para siempre —dijo haciéndome sonreír—
—ya lo estoy, el casarnos solo hará que, aunque te canses de mí no puedes soltarme —dije riendo—
—No creo que me canse ¿sabes? —dijo suspirando y abrazándome fuerte—, Calle te empecé a amar cuando ni siquiera te conocía —dijo en un suspiro—, y no me canse ni cuando eso, menos que me canse ahora que te veo, que puedo tocarte y anhelarte con la mirada —dijo dándome un beso en la cabeza—
— ¿Que te hizo quererme? —Pregunte subiéndome encima de ella y quedando con mi mentón en su pecho—
—Que eres simplemente tú —dijo sonriendo—, al principio quise alejarte y lo sabes, sabía que me enamoraría de ti y que después sería difícil parar —dijo suspirando—
—Te amo, no sé cómo pude vivir tanto tiempo sin ti —dije dándole un beso en sus labios—
—No recuerdes las veces que actuamos como idiotas separándonos, esas han sido las peores decisiones de mi vida —dijo negando con la cabeza—
—Las recordare porque son las que me abrieron los ojos para luchar por ti, porque fueron las que me demostraron que no soy nada sin ti —dije y ella sonrió—
—Te amo —dijo y me besó—
Estuvimos entre beso y besos, la noche estaba acabando. Ya así sería la boda solo faltaba recoger los vestidos Vale iba con Poché y yo iba con mi mamá. Era en los únicos momentos que nos separábamos. Elegimos todo civilizadamente, discutíamos, pero en la misma arreglábamos todo.
Ahora lo que faltaba era... La despedida de solteras.
