Mire a mi alrededor buscando a quien hubiera dejado esos mangos, los tome lentamente viendo hacia todos lados.
—¿Quién eres?— dije en voz alta, —Muestrate—
Nadie respondió, me sentía observado, —No te haré daño, solo quería saber quién eres— dije, pero de nuevo no obtuve respuesta, camine hacia el riachuelo aún buscando a alguien entre todo, tomé un poco de agua y escuché un poco de ruido entre los arbustos, sostuve fuertemente la lanza y corrí hacia el arbusto para ver qué era, pero no había nadie.
—Que raro...— susurré para mí mismo. Otra vez el sonido de las ramas rompiéndose y las hojas siendo aplastadas, seguí el ruido, la adrenalina se adueñó de mi cuerpo, tenía miedo pero si había alguien más aquí quería saberlo, era mi oportunidad de no estar solo, de poder salir de aquí. Corrí lo más rápido que pude pero el sonido me dejó atrás, me senté en el tronco de un árbol a recuperar el aliento, normalmente no suelo correr y ahora había corrido más de lo normal.
Mire a mi alrededor, tengo que aceptar que estoy solo, —Solo...— dije y el ruido volvió, esta vez un mango llegó rodando a mis pies, mire a mi alrededor me levanté y no encontré a nadie, hasta que por mi espalda se escuchó que algo grande había aterrizado detrás mío, como si hubiera bajado del árbol.
Se me helo la sangre y no quería voltear, podría ser cualquier cosa, un animal salvaje, hasta que...
—Kumele Jiao— escuché una voz detrás mío, di vuelta lentamente hasta que ví al dueño de la voz, era un lobo más grande que yo, pero se veía joven, en altura me ganaba y obviamente en fuerza, no llevaba puesto más que una especie de tela en la cintura que cubría desde la pelvis para abajo, tenía algunas marcas hechas con un especie de tinte por todo el pelaje formando líneas y formas que le recorrian el cuerpo, —Kouka loui— dijo, presione mi lanza y la apunte hacia él en puro instinto, —¿Quien eres, cuáles son tus intenciones?— pregunté pero el no pareció entender, me dió un mango que llevaba en la mano, lo tome atravesandolo con la lanza —Ya está, ya lo tome ¿Ahora que?— el sonrio y dió una mordida al mango, di dos pasos hacia atrás pero el se acercó —loui pona— dijo en voz alta y más lobos empezaron a aparecer, algunos eran más alto y más fuertes, me tenían rodeado, el primer lobo se me acercó lentamente, —Kube— dice señalándose a si mismo, entendí de inmediato que me decía su nombre, era una extraña posición donde yo era el incivilizado, —Kube— repitió señalándose y después me señaló a mi, —Oliver— dije, el me miró, baje la lanza un poco y mire a todos, —Oliver—repeti y me señale a mi mismo —Oliver— dijo el señalándome, el sonrio y se acercó lentamente —Oliver— repitió y puso su patas en mis hombros, entonces me abraza, —¿Que?— siento su abrazo y entiendo que no piensa hacerme daño, comienzo a llorar un poco, ya no estoy solo.
Kube le dice algo a los demás y estos comienzan a caminar, el me hace señas para que le siga, camino junto a ellos durante un tiempo, sigo teniendo los ojos algo llorosos pero intento controlarme, hasta que encontramos una pequeña aldea hecha de chozas con pieles y palos, algunos adultos se acercan a verme, todos dicen cosas que no entiendo y me tocan, como si estuvieran examinandome, Kube se acerca y me hala del brazo. Una loba ya de muy grande me mira, Kube le habla emocionado pero no logro entender nada más que cuando dice mi nombre, que al parecer es preguntado por la anciana, me mira un momento y mira a Kube, este al parecer espera una respuesta y la anciana al parecer dice algo bueno por qué Kube celebra.
Este me lleva al centro de la aldea y todos se acercan intrigados, Kube hace movimientos con sus manos como si estuviera mostrando un gran descubrimiento, y todos bajan el volumen susurrando cosas, —Eh... ¿Hola?— digo y todos me miran extrañados, Kube dice mi nombre y me presenta ante todos, todos celebran y se acercan, de nuevo me empiezan a ver, estoy de verdad incómodo.
—Oliver— dice Kube, y me toma de la mano y me lleva con otra loba en una de las chozas más grandes, hablan un momento y me presenta, —Kali— dice apuntando a ella, —Kali— repito, —Kujamboo kaj mi— dice, pero no entiendo, lo repite de nuevo pero no entiendo, —No te entiendo— digo, el me mira extrañado, me toma de la mano y me lleva dentro, varias chicas están dentro, Kube se sienta en el suelo y las chicas se acercan, me hablan pero no sé que responder, me hacen una seña desde la cintura para arriba, la interpretó y me quito la camisa, ellas toman unos cuencos con alguna clase de polvillo con agua formando una pequeña masa, se ponen algo en los dedos y me empiezan a pintar el cuerpo, intento no reír pero me hacen cosquillas, todos son muy alegres.
Kali me sostiene la cabeza y comienza a pintarme algunas líneas en la cara, dos franjas en cada lado.
Cuando terminan ellas se retiran y Kube me hace una señal para seguirle, voy con el y me dirige a otra de las chozas, está tiene flores por fuera, —Kibaj— dice Kube, me quedo esperando hasta que sale la anciana de nuevo, me mira y entra de nuevo a diciéndole algo a Kube, él me empuja para entrar a la choza y hay unos pequeños lugares donde sentarse, —Jilay— me dice la anciana, parece estar hablando muy severo, se sienta frente a mi y toma mis manos, cierra los ojos y comienza a hacer un cantico en su dialecto.
Pasan al rededor de 3 minutos y ella me da una bebida, miro a Kube y el sonríe, tomo la bebida, tenía un sabor amargo, la señora continúa su canto y poco a poco me quedo dormido sin poder controlarlo, intento luchar contra el, no puedo dormirme, no se que puedan hacerme, pero me siento muy adormilado y pierdo la lucha.
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Naufragio perfecto [Furry]
Teen FictionOlvier, un lobo de 15 años va de viaje a una isla remota de visita a un miembro de su familia pero en el camino el barco en el que viajaba sufre un accidente, durante un tiempo vaga por el mar hasta encontrar una isla y a sus habitantes que al parec...