-eight; the pack

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capítulo ocho; la manada

El viento provocaba que sus cortos mechones de pelo se pegaran a su cara, Mónica se controló por no apartarlos ya que tenía miedo de caer si apartaba una mano del ardiente cuerpo del lobo

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El viento provocaba que sus cortos mechones de pelo se pegaran a su cara, Mónica se controló por no apartarlos ya que tenía miedo de caer si apartaba una mano del ardiente cuerpo del lobo. La pelirroja suspiró levantando levemente su rostro para observar el bosque y su espesa mata de árboles, extrañamente amaba la humedad que estos desprendían a pesar de que su pelo aumentase de volumen.

«—¿Por qué tiene el símbolo?» Una voz resonó en su cabeza haciéndola jadear, miró a los lados asustados pero no había nadie más que ella y los metamorfos.

«—Eso vamos a averiguar, Paul.» el lobo negro sacudió el collar que había agarrado con sus dientes.

—¿Qué mierda?—la pelirroja observó a los lobos confundida.

El lobo al que Mónica montaba giró su cabeza para observarla.

«—¿Y a esta qué le pasa?»

Me he vuelto loca. Pensó Mónica estupefacta.

En ese preciso instante, los dos lobos frenaron de golpe logrando que la pelirroja saliese disparada por los aires. Su costado se arrastró por la tierra manchándose, la de orbes esmeraldas gimió agarrándose la zona dolorida.

El lobo negro se acercó a ella con cuidado.

«—¿Tú nos oyes?»

La pelirroja abrió los ojos lentamente analizándolos.

—¿Eres tú el que habla?—él asintió lentamente con su gran cabeza.—Pues si no me estoy volviendo loca, sí.

«—No, preciosa, todavía estás cuerda.» Paul se acercó ofreciéndole su cuello para que se reincorporase.

Oh dios, estoy hablando con lobos.

«—Mitad lobos.» Corrigió Sam.

—Claro, bueno y ahora que básicamente nos leemos la mente...Deberíamos presentarnos, Mónica Moore a su servicio gigantescos metamorfos.—la pelirroja emitió un pequeño quejido mientras se volvía a subir al lomo del grisáceo licántropo.

«—Paul Lahote, princesa.»

«—Sam Uley.» Cada uno se presentó y la pelirroja asintió sonriendo.

—Bien, ¿y por qué puedo escuchar vuestros jodidos pensamientos?

«—Eso solo nos lo puede explicar, Billy.» la voz de Sam resonó en su cabeza.

Los dos volvieron a acelerar hasta llegar a la reserva, dónde los dos lobos pararon haciendo bajar a la pelirroja. Mónica vio confundida como el dúo se ocultaba entre los matorrales, en su lugar salieron dos bien formados chicos sin camiseta.

—¿No tenéis camisetas?—se quejó la pelirroja haciendo que Paul riese mientras Sam sonreía de lado.

—Las tenemos pero se rompen cuando nos transformamos, preciosa.

cigarettes || jasper hale (twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora