Capítulo único

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Sonia acariciaba a Jam-P mientras este despertaba de su siesta, como era usual en él. Pasó las horas que siguieron después del juicio recostada en su habitación, jugando con dicho hámster y los otros tres, quienes ahora estaban persiguiéndose entre ellos. La princesa definitiva se acercó a Sun-D para darle una semilla de girasol que el pequeño tanto amaba. Champ-D y Maga-Z se le acercaron y lamieron la mano de la rubia, queriendo comer ellos también. Esta sonrió y los acarició: estaba feliz de que los cuatro devas de la destrucción se hayan acostumbrado a que ella fuera su dueña.

"Ahhh..." Pensó "¿Lo estaré haciendo tan bien como tú?"

Su expresión cambió. Ella era la dueña ahora porque Gundham ya no estaba entre los vivos.

Odiaba la isla Jabberwock. Intentaba ser positiva frente a los otros estudiantes definitivos, pero las constantes muertes de sus compañeros no hacían más que aumentar, y ya no lo soportaba.

Togami, Tetuteru, Koizumi, Pekoyama, Mioda, Hiyoko, Tsumiki, Nekomaru...

Gundham...

Él hizo lo que hizo para salvarlos.
Ella no podía aceptarlo.

Se levantó de su cama y decidió salir, no sin antes llevarse a los hámsters consigo.

Caminó mientras pensaba en los pocos momentos que pasó con sus amigos, pero sobretodo con el criador definitivo. Se sentía halagada cada vez que él le llamaba "Reina de la oscuridad" y debía admitir que las pocas veces que lo vio sonrojado fue muy tierno. Lo quiso tanto en tan poco tiempo que por su mente pasó que quizá hubiera sido mejor que el ganara el juicio y pudiese salir de ahí.

"¡No abandonen sus vidas!"

Recordó dichas palabras y golpeó levemente sus mejillas para después mover su cabeza en señal de negación. Aquel escenario era imposible, y no tiene sentido pensarlo. Estaba segura de que Gundham no hubiese querido eso.  Él se sacrificó por ellos después de todo...

Pero era tan difícil. Ya no lo iba a volver a ver, ¿Cierto? Así como con los demás. Había tanto qué decir...

Llegó a la playa y se sentó en la arena, que se sentía fría al ser ya de noche.

Quizá nunca saldrían de la isla y terminarían cayendo en la desesperación.

Unas lágrimas mancharon su delicada piel. Cuando quiso secarse se dio cuenta de que ya tenía toda la cara empapada.

"Lo siento, Gundham, soy débil. No puedo..."

Escuchó unos leves chillidos, ¿En qué momento Maga-Z había bajado de sus hombros? Este la miraba enojado, y movía sus patitas en un modo que a Sonia le hizo sonreír, mientras sus lágrimas poco a poco dejaban de aumentar. Aunque no lo entendía, sabía que el pequeño hámster quería darle ánimos.  Los otros tres comenzaron entonces a acurrucarse en Sonia, quien ahora los tenía en sus brazos.

Entonces pensó que ellos debían estar pasándola igual o peor, pues convivieron más tiempo con el criador definitivo y, aún así, afrontaban su luto e intentaban que ella no se sintiera mal.

Sonia se sintió reconfortada, animada. Pensó que Gundham de alguna manera u otra la cuidaba a través de los cuatro animalitos. Se paró.

— ¡Voy a sobrevivir! — dio un grito, sin importarle por un momento despertar a los otros. Aquel grito transmitió toda su frustración, su enojo, su tristeza. Lo hizo para deshacerse de ella, lo más que podía para de ese modo seguir enfrentando el día a día. — ¡Sobreviviré!

Y así poder honrar a los que ya no están.

Finalmente, volvió a dirigir su vista hacia los hámsters, quienes parecían estar orgullosos de ella.

— Gracias... — susurró la princesa — No caeré en desesperación, ¡Saldremos de esta isla juntos! — sonrió, mientras la última lágrima caía a la arena. — Lo haremos.

Llevó a los cuatro devas de la destrucción en sus manos y se dirigió de nuevo a su habitación, no sin antes prometerles que, al día siguiente, les traería la mejor comida para hamster que encuentre en el mercado de Jabberwock después de reunirse con los demás.

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Una pequeña idea que se me ocurrió en lugar de estar estudiando xd

Espero les guste :3

¡Ánimo, Sonia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora