Across The Street. |Nash Grier.|

Capítulo 21:

Narrador Omniscente.

Se despojó de las sábanas que andaban envueltas en su cuerpo, y suspiró. Giró la cabeza y sonrió al ver a Nash completamente dormido, con la boca abierta y roncando. Rió y besó su nariz, haciendo que este la frunciera. Perezosa, se levantó de la cama y salió de la habitación, dispuesta a ir a hacer el desayuno.

Bajó las escaleras y, quedó pasmada al ver a Matthew besando a una castaña. Se movió un poco para poder llegar a verla el rostro y tapó una risa al ver a Ariadna. Se dio media vuelta y subió al cuarto de Nash, pero un cuerpo la hizo parar. –Aaron, ¿qué haces despierto a estas horas? –Preguntó en un susurro.

Aaron se encogió de hombros y Silvia le agarró la mano, fue hacia las escaleras y le señaló a la pareja. Aaron se tapó la boca intentando no reír, y bajó delante de Silvia, la cual le agarraba de la camiseta, tímida. –Que, ¿desayunando ya? –Preguntó. Silvia rió y se colocó detrás de Aaron, tapándo su cara con su espalda. No la gustaba que la vieran por la mañana, ya que, tenía pelos de loca. Arrastró a Carpenter hacia la cocina, sin dejar que se diera la vuelta y una vez dentro, se hizo rápidamente una coleta baja y le dejó girar. 

–Oh Dios, ¿en serio se estaban, prácticamente, comiendo en ese sofá? –Rió Aaron sorprendido. Silvia asintió con una sonrisa y abrió la nevera, sacó la leche y se la pasó a Carpenter. Sacó vasos y el Nesquik, y juntos hicieron el desayuno para todos los chicos, ya que, se habían quedado todos a dormir.

–¿Cómo mierda hemos podido dormir todos en esta casa? Es decir, somos más de diez personas, ¿duermen con el perro? –Preguntó con el ceño fruncido. 

Aaron se limitó a encogerse de hombros, colocó todos los vasos en una bandeja y fue hacia el salón. Silvia colocó bollos en otra y le siguió. Posaron las bandejas en la mesa, se sentaron en el suelo y comenzaron a comer junto a Matt y a Ariadna. –Buenos días. –Murmuraron desde las escaleras. Silvia se giró y sonrió al ver a Nash arrancándose los ojos y con un puchero, como un niño pequeño. Este se acercó a ella y la besó, gesto que sorprendió al resto.

Se sentó junto a ella, y agarró un vaso junto a un bollo. Miró a todos y arqueó una ceja. –¿Qué pasa, porqué me miráis? –Preguntó. Frunció el ceño y miró a Silvia, quien comía plácidamente. Esta se giró y lo miró con el ceño fruncido, al igual que él. –Bueno, os habéis saludado... Uh... Con un beso. –Dijo Matthew, tímidamente. 

–Ya... ¿Y? –Preguntó Nash mirándolo. 

–Sois.. ¿Novios? –Preguntó Aaron. Silvia negó apenada, y dio otro sorbo a su desayuno, intentando ocultarse. Nash calló y mordió su bollo, mirando de soslayo a Silvia. Esta se levantó y sacudió su trasero, sonrió a los despiertos y fue hacia el cuarto de Nash.

Una vez ahí, agarró su teléfono y se tumbó en la cama. Miró la galería y millones de fotos de Nash y ella abundaban en la pantalla, abrazados, dándose besos, riendo..

Todo este tiempo juntos, se va al garete. Su corazón se lo lleva Nash consigo, ella no cree que pueda volver a amar. Le entregó todo, y , ahora, se va.

Se va, y seguramente para no volver.