Con gestos y miradas

Sabia que el viaje a la Tierra no tardaba dos simples horas, era muchísimo mas, meses y dependiendo de la situación quizás años. Pero os ahorraré mi aburrimiento y os relataré directamente mi aterrizaje. No fue un muy...agradable podía haber sido peor. Salí a la calle tratando de no ser vista ya que estos viajes se hacían, obviamente, sin el conocimiento de el piloto. Conseguí escapar y sin darme cuenta acabé rodeada de personas, coches, tráfico y ruido, mucho ruido. Yo soy una persona callada, me gusta pensar en mis cosas con la mayor concentración posible y para eso necesito silencio y de eso era exactamente de lo que no había en aquella ciudad.

- London -logré leer en un cartel-.

Comencé a andar por aquellas ruidosas calles, solitarias en mi mente, llenas en mis ojos. London sería mi ciudad durante los próximos años y quizás, quién sabe, durante el resto de mi vida.                  

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