A mí también se me caen las hojas de otoño por las tardes, esperando ansiosa que un día me digas “te quiero de vuelta” pero eso es incierto como el futuro de la humanidad.
Yo no sé mentir, solo sé sentir.
Yo no tengo la culpa que mi escritura vaya de acuerdo con los latidos de mi corazón.