𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐈𝐒𝐂𝐄𝐍𝐂𝐄 (密) 𝘓𝘜𝘛𝘌𝘕

2. Hallways

Estaba oscuro y frío, Ten no podía ver nada, pero escuchaba esos golpes a la distancia. Repentinamente una sensación horrible tensó todo su cuerpo, sus sentidos le gritaban que se encontraba en peligro, lo que lo obligó a girarse bruscamente, encontrándose con una puerta a unos pocos metros ¿Por qué no la había visto antes?

Pudo observar una línea de luz roja colándose por debajo de ella. Alzó la mirada cuando la chirriante puerta comenzó a abrirse, había un hombre del otro lado de ella, aunque solo alcanzaba a distinguirse su silueta. La figura sombría avanzó con pasos lentos hasta encontrarse a unos centímetros de su rostro.

¿Qué mierda estaba pasando?

Esa cosa lucía exactamente cómo si mismo, pero con seguridad no se trataba de él, lo supo en el momento que lo que sea que fuese eso, posó sus brillantes ojos rojos sobre los suyos.

Ten no pudo hacer nada contra eso, tenía tanto miedo que se quedó congelado. Al otro parecía agradarle su rostro completamente aterrorizado ya que le dedicó una sonrisa sádica y lo tomó del cuello con ambas manos, apretando con mucha fuerza, casi inhumana.

Ten despertó agitado, su corazón palpitando a mil por segundo, se removió entre las sábanas, tomando la almohada que estaba a su lado, hundiendo su rostro en ella, como si de esa forma pudiera protegerse contra aquello que lo atormentaba. Casi sin notarlo, lloraba en silencio, todavía sintiendo la angustia a flor de piel.

Cuando escuchó la puerta de su habitación siendo golpeada, su cuerpo se tensó de nuevo ¿Aún estaba soñando? Dejó pasar unos segundos hasta cerciorarse de que el sonido era real. Unos instantes después, ahí estaba de nuevo y quien sea que estuviese tocando no parecía darse por vencido, así que se puso las pantuflas de gatitos a un lado de su cama y se acercó poco a poco hasta la entrada.

-¡Ya ábreme imbécil! ¿Cuántas veces tengo que tocar la jodida puerta? - Sin pensarlo la abrió torpemente, encontrando del otro lado a su manager, quién seguramente había estado un buen rato ahí tratando de despertarlo.

-¡Ah, por fin! He estado aquí veinte minutos, la mano ya se me estaba cansando - dijo Johnny más relajado, ya que ahora podía asegurarse de que el pelinegro si seguía con vida.

-Espera un momento...¿estabas llorando?- cuestiona observando sus ojos hinchados, apoyándose en el marco de la puerta.

-No...-

-Pues...yo creo que sí...- susurra el más alto acercándose a su rostro, limpiando con su mano la pequeña lagrimita que resbalaba por la mejilla de Ten, quién parecía no haberse dado cuenta.

-Solo...he tenido un mal sueño, eso es todo-declara con voz apagada, frotándose los párpados.

-¿Esa pesadilla otra vez?- el otro asintió como respuesta.-Pensándolo bien, es raro que sea tan recurrente ¿No es así? ¿Sabes su significado?

-No, no lo sé, pero tampoco tengo tiempo para eso, tengo problemas más importantes que atender.

-Hablando de eso, vamos tarde a tu cita con el director Sicheng...- le dijo, recordando el motivo por que lo había ido a despertar en primer lugar. -Puedo reportar que éstas enfermo, si te sientes muy mal-

-Dame cinco minutos, quédate aquí- La puerta se cerró estruendosamente detrás de él, dejando a su manager fuera.

-¡Espera!- gritó mientras jalaba la manilla, la cual requería de la tarjeta de huésped para poder abrirse ¡Estúpido hotel caro!

Johnny estaba demasiado distraído con sus pensamientos para notar que seguía ahí parado como un completo raro. Sacó su celular y auriculares del bolsillo de su chaqueta de cuero, porque conocía a Ten y no serían solo 5 minutos los que esperaría ahí.