A la mañana siguiente Angie se despidió de sus amigas y se llevó todos los conejitos de diamantina que pudo cruzó por la puerta y entró a su cuarto les preparó un sitio para que durmieran todo iba genial hasta que Sprinckle comenzó a llorar , sus amigas no le habían dicho que lloraban los demás conejitos empezaron a tumbar cosas provocando más ruido, Angie escucho pasos y empezó a preocuparse, pues no quería que los viran ya que nadie más sabía del reino mágico, excepto su abue pero no podía despertarla.
Angie dijo en silencio: -No hagan ruido por favor Ahí fue donde Angie tomo una decisión.
Angie tomo a Sprinckle y lo llevo a su cama noto que los demás hacían rudo porque Sprinckle lloraba, así que pensó que el necesitaba cuidado y cariño ya que solo era un bebé 🍼. Sprinckle dejó de llorar después de eso fue una noche muy tranquila, después de todo do tenía a Sprinckle y eso la hacía muy feliz.
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A la mañana siguiente Angie se dirigió a la cocina por un poco de comida para que los conejitos desayunaran, eso fue un poco difícil pues en las mañanas ella no solía desayunar mucho y esa vez llevaba demasiadas zanahorias 🥕 y galletitas, sin embargo lo más difícil fue preparar un biberón 🍼 para Sprinckle , porque sus papás estaban desayunando y al verla preparar un biberón le preguntaron para que, Angie solamente les dijo que era para jugar con una muñeca, después se fue lo más rápido que pudo a su habitación. Pero sin duda lo más difícil fue sacar el biberón ya que era de cuando ella era pequeña y su mamá lo guardaba en unas cajas 📦 donde tenía cosas de cuando era una bebé y provoco mucho ruido ya que las cajas se encontraban muy arriba de una repisa, pero al final lo logro y al parecer a los conejitos de diamantina les encanto el desayuno.
