Aniversarios

2.6K 99 226
                                    

-¿Zumo de piña?-pregunta Aitana ayudándole a sacar de las bolsas de plástico de los productos que ha comprado en un tienda 24 horas a un par de calles del piso de Aitana.

-¿No te gusta?-pregunta él cogiendo los huevos y las patatas.

Aitana se encoge de hombros y ríe débilmente.

-No voy a brindar yo solo con alcohol y esta era la bebida menos triste que tenían en la tienda. Esta es una celebración por todo lo alto-bromea empezando a cascar los huevos y Aitana mete el zumo en el frigorífico para que se enfríe y apunta mentalmente que quizá deba ir a hacer la compra un día de la semana que entra.

Por más que insiste, Luis no hace más que impedirle acercarse a la encimera agitando un tenedor para alejarla. Ella sigue insistiendo y él alejándola porque sus risas conjugadas suenan demasiado bien y en esa casa hay silencio desde hace demasiado tiempo.

Finalmente, Luis esboza una sonrisa ganadora cuando Aitana levanta las manos en señal de rendición y sirve dos vasos de zumo de piña antes de sentarse sobre la mesa.

-Te ha faltado tiempo para robarme, eh-dice alzando el tenedor hacia ella mientras coge un vaso.

Aitana sonríe mirándose la tela que llega a cubrir parte de sus piernas para evitar que descubra el color de sus mejillas y que sea más fácil admitir que, en realidad, el crimen tuvo lugar hace ya meses cuando recogió sus cosas del piso de Luis y no pudo evitar la tentación de deslizar la mano por el cajón de las camisetas básicas de Luis y colocar una de ellas debajo de su ropa en la maleta.

Puestos a confesar, se coloca el pelo detrás de las orejas mientras él comprueba el color que van cogiendo las patatas.

-Gracias por confiar en mí y dejarme ver a Alba.

Podría adornarlo con mil palabras bonitas y grandilocuentes, pero su mirada verde y brillante es capaz de transmitirle a Luis la magnitud de su agradecimiento.

-Es difícil saber a quién de las dos os ha hecho más ilusión-contesta sonriendo dirigiéndole una mirada de reojo sin que ella lo vea, captando un reflejo del brillo de la sonrisa de ella mordiéndose el labio- Vas a caerte de culo con lo buena que me va a quedar.

A Aitana le da exactamente cómo le quede, si le echa cebolla o no, si se le pasa o se le queda cruda, porque ese momento tan cotidiano es algo extraordinario y va a disfrutar de él como tal.

Luis, después de darle la vuelta a la tortilla, alza el vaso avanzando hacia ella, que coge el que había dejado sobre la mesa a su lado. Se coloca entre las piernas de Aitana que cuelgan de la mesa.

-¿Por nosotros?-pregunta ella dejando su vaso a centímetros del de Luis.

-Por supuesto que por nosotros-contesta él haciendo sonar el cristal para después dar un trago al zumo.

Los dos se quedan mirándose con una sonrisa, tratando de evitar escupir con una carcajada todo el líquido.

-Joder, está asqueroso-exclama Luis mirando al vaso con cara de asco mientras Aitana ríe, agradeciendo que haya verbalizado él mismo lo que ella estaba pensando.

Coge ambos vasos y se hacer a tirar su contenido inmediatamente por la pila antes de poner el cartón del zumo también en la basura.

-Es peor que beber fregasuelos.

-Eres un exagerado-ríe ella observándole divertida.

-Dime que no estaba asqueroso-pregunta acercándose a ella colocando un mechón que se había escapado por detrás de su oreja.

Deja caricia con delicadeza por su mejilla aún admirando la mágica que esa sensación de sentir que una burbuja se forma a su alrededor cada vez que se miran así.

Canción Desesperada (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora