"Sin piedad mira a la pequeña oveja y mira lo asustada que se pondrá en segundos, ella te teme al igual que todos temen que no se les conceda el perdón"
Un adolescente corría abrumado, corría con las lágrimas de tristeza que se congeleban, huía de casa su enojo evidente se notaba en cada sollozo torpe que lanzaba. Solo corría con dirección a donde sus pies se lo indicaban, dónde su cabeza tratará de orientarlo y dónde sus pensamientos tratarán de no golpearlo tan fuerte en su cráneo.Nadie habla del daño que te puede causar un padre, todos hablan de el daño cuando ya está hecho pero no cuando no esperas que tus padres lo hagan, ese momento dónde no crees que la persona que supuestamente más te ama te de la espalda, ¿cómo un padre podría traicionar a un su pequeño hijo de tan solo 13 años?, no era claro ¿podría ser así? Era claro un padre le ofreció el mundo con libertad y sin razón se lo arrebato.
Ese pequeño adolescente que lloraba con absoluto pesar en su pecho, tenía metas a futuro y soñaba con ser algo, ser lo contrario a su padre, ser alguien de bien.
Su padre no era precisamente un vendedor de electrodomésticos como le contaba a todos, su padre era un temido narcotraficante jefe de una mafia, que mínimo aparentaba ser buen padre, pero ya lo dijo solo era apariencia, era todo una jodida manta de humo que ocultaba todo aquello a lo que le temía.
Su padre le dió una noticia que partió su corazón, ese niño no iría a la universidad como un niño normal, no saldría los fines de semana con su mejor amigo, no de reuniría para estudiar, para que horas muy entradas las noches por estudiar fueran a comer un ramen a una tienda de conveniencia, él no sería normal. El se encargaría de mandar a matar a gente inocente y con violencia cobrar las deudas del imperio de su padre. Vendería sustancias ilícitas, su nombre correría con "respeto", pero no por ser alguien de bien o con los mejores estudios, sino por ser el heredero de una mafia, por hacer que la gente abra la boca a la fuerza y sembrando el miedo en la población.
Sabría que volvería a casa por su cuenta, pero en ese momento solo necesitaba respirar, que la frustración de su pequeño cuerpo se calmara. Eliminar la bruma de su joven pecho y limpiar las telarañas de su aún inocente cabeza.
Llegó cansado y con sus ojos cristalizados a un pequeño parque con alumbrado amarillento con alguno que otro foco fundido, tenía algunas series de luces en los árboles y unos juegos ya desgastados dejando ver qué el óxido de estos manchan la pintura.
Los ojos curiosos del adolescente le dieron luz verde para seguir caminando por ese pequeño parque bastante deteriorado, pero con notable aura de tranquilidad y detenerse menos abrumado por el aspecto de aquel lugar en una banca de metal, qué al contacto con su piel está se erizaba.
Sonrió ante el toque frío en su piel, sentía que estaba vivo y sobre todo le daba algo de bruma al saber que no era un mal sueño que la conversación de hace un rato era real y que todo lo que seguía en su vida lo sería. Suspiro cerrando los ojos y juro estar en armonía, en un ejercicio que lo forzaba a estar en paz, cuándo de golpe sintió un contacto ajeno en su pierna. El joven abrió los ojos de golpe y dió un respingo, buscando el dueño del tacto.
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This is not blood
أدب الهواةPerturbación día tras día, la guerra nunca termino como tal solo se transformó a una más pequeña. La política, la religión, las clases social al igual que las personas están en constante choque, nos asqueamos al ver cómo los humanos dejan de serlo p...