EL PACTO

CUANDO CREZCA, por Lindsey Morgan.

No quiero crecer, pero la maestra nos dijo que crecer es algo que no podemos evitar y que es por eso que debemos de disfrutar cada segundo de nuestra niñez pues, en el futuro, cuando seamos grandes, la extrañaremos mucho.

Creo que ella sabe de lo que habla porque cuando nos dijo todo eso comenzó a llorar muy quedito y antes de salir al baño para limpiarse sus lágrimas nos pidió escribir todo lo que extrañaremos cuando seamos grandes.

Pensé en lo que de verdad voy a extrañar por mucho tiempo y me di cuenta de que sólo es una cosa: ser la pequeña de mi papá Nick.

No quiero separarme de él, pero sé que cuando sea grande tendré que ir a la universidad y luego conseguir un empleo y luego un esposo. Mi papá me dice que debe ser en ese orden, pero no me quiere dar explicaciones. Da igual. Yo le creo.

Tengo miedo de no tener a nadie que me haga reír para que deje de llorar cuando una caída me duela mucho, también tengo miedo de no tener a nadie por las noches a una habitación de distancia que me proteja de las cosas feas que se esconden de vez en cuando debajo de mi cama.

Extrañaré caminar junto a él por la calle en busca de algún puesto de helados o de hot dogs y comerlos juntos, sentados en una banca de algún parque cercano.

Extrañaré lo único que es mi papi ya que mientras los de mis amigos son muy regañones por cosas como jugar en el lodo o rasgar su ropa por accidente cuando trepan a un árbol, el mío me dice "no te apures, tiene solución" y me invita a seguir jugando con él.

Voy a extrañar su súper poder de ver el futuro con el que me advierte lo que puede pasar si no hago lo que me recomienda, y también voy a extrañar la manera en la que me deja escoger lo que quiero hacer, cosa que hago sin miedo ya que sé que él estará ahí para ayudarme a solucionar mis problemas mientras me dice "Cometiste un error, pero tiene solución. Encontrémoslo".

Pero lo que más extrañaré de él serán los abrazos que me da cuando me siento mal o cuando estoy feliz o cuando simplemente me los da por ninguna razón. Me hacen sentir protegida y fuerte. Son como las cápsulas de recuperación que vemos en sus películas de ciencia ficción.

Sólo espero que me diga su secreto de cómo ser siempre feliz y alegre aun cuando todo le sale mal. He visto muchos adultos que siempre reaccionan feo y yo no quiero ser de esos, yo quiero ser como mi papi: feliz, alegre, buena persona e incapaz de hacer algo malo por más enojado o desesperado que esté...