Siento que me hundo,
como un océano eterno,
mis pies no hacen más que descender,
como una pesadilla noche tras noche,
incluso me persigue en el día,
como una sombra dorada,
martillando mi mente hasta hacerme caer,
veo pasillos alzándose sobre mi memoria,
mi palacio tan oxidado empieza a mentirme,
incluso mis demonios se ríen tanto de mí.Desciendo lentamente,
estoy jodidamente enfermo,
cada vez me llama cómo un viejo amigo,
nadie sabe lo difícil de sobrevivir a este guerra
cuando ya no hay municiones en tu bolsillo,
todo lo que siempre quise
fue que te quedaras a mi lado,
ahora solo siento cómo todo el mar me arrastra,
entre sueños y pesadillas donde ya no resisto.Estás frente a mí,
todas las malditas noches estás aquí,
aunque jamás vayas a regresar,
me disparaste en el momento que corría hacia ti,
soltaste mi mano cuando los leones querían mi alma,
ahora el culpable su culpa está aceptando,
en algún desierto mientras el calor consume mi sudor.Siento como me arrastro,
porque todo mi cuerpo se ha desgastado,
como un viejo lirón paso mis días en vela,
todo es una maldita realidad atormentandome,
soñando con volar en medio de los abismos,
ellos están frente mio,
haciéndome gritar auxilio en medio de la nada.Alguna vez tuve un sueño,
alguna vez soñé en sueños,
ahora me persiguen en medio de los bosques,
las cadenas que me dejaste me arrastran una y otra vez,
estoy jodidamente enfermo,
la depresión me visita todo el tiempo,
y me hundo, y me hundo cada vez más.Despierto en salas de hospitales,
con tantos enfermeros,
mi mirada y consciencia tan perdida,
llorando amargamente por lo difícil que es esto,
estoy jodidamente enfermo,
e intento no volverlo hacer,
no quiero volver a hacerlo,
no quiero perder otra vez,
no quiero perder otra vez.Tenía un último deseo que pedirte,
pero estoy jodidamente enfermo,
mientras el reloj se queda sin tiempo,
pensando el día que voy a morir,
como una hoja de otoño tocando el cielo,
tenía un último deseo que pedirte,
pero me dejaste solo en esta guerra,
sin darte cuenta me dejaste morir en la arena.
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El algoritmo de la mente: el efecto ansiolítico de la poesía.
PoetryA veces la mejor droga es aquella que se sumerge detrás del caos, aquella que vela dentro de mares violentos y sin navegantes. Creo que los mejores finales son aquellos que no tienen finales, y aquellas historias que mueren son las que se convierten...