Verano

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A las seis en punto de la tarde Jake llamó al timbre de la casa de Tessa. La joven se había puesto un bonito vestido amarillo y llevaba una horquilla que le apartaba parte del flequillo de la cara. Quería hacerse un recogido bonito pero su pelo era demasiado corto si quiera para una coleta.
- Estás preciosa Tess- dijo Jake sonriente.
- ¡Gracias!, tú tampoco estás nada mal.
El joven llevaba una cazadora vaquera y unos vaqueros desgastados a juego.

- Bueno, ya que quieres ver el pueblo podríamos dar un paseo hasta el lago, tenemos que atravesarlo para poder llegar- dijo el muchacho pasándose una mano por el despeinado cabello dorado.
- ¡Suena genial!- Tessa bajó los escalones del porche de un salto.- Vamos entonces- dijo dándole la mano a Jake.
El contacto entre la calidez de su piel y la frialdad de la del muchacho ya no le sorprendía, últimamente no había dejado de pensar en las ganas que tenía de volver a darle la mano, sentía que debía de sentirse horriblemente solo y abandonado al no tener a nadie con él.

Ambos adolescentes caminaron entre el pequeño pueblo rumbo al lago, las calles eran de piedra y se encontraban adornadas a ambos lados por casas de madera desgastada y pequeños comercios. A pesar de ser un hermoso día de verano no había ni un alma por la calle, casi parecía un pueblo fantasma.
- Jake, ¿por qué no hay nadie en la calle?.
- Ah, no suelen salir de sus casas, es un pueblo pequeño y no hay mucho que hacer o que ver.
- Hm, tiene sentido- respondió vagamente la joven.

Los dos continuaron hablando mientras se dirigían al límite del pueblo con el lago cuando pasaron al lado de un barrendero. Iban ensimismados en su conversación riendo y no se dieron cuenta de la presencia del hombre.
- ¡Ey! tú, chica. ¿Qué haces hablando sola?. Cada día la gente de este pueblo está más loca ugh.
- ¿Disculpe?, ¿acaso no ve que no estoy sola?.- Respondió Tessa enfadada.
- Déjalo Tess, trabajar tantas horas al sol habrá hecho que no sepa lo que dice.
- Está bien, vamos al lago anda, necesito darme un chapuzón, este calor me está matando.

El claro del bosque donde se encontraba el lago era un lugar realmente hermoso. Los árboles daban una agradable sombra y el lago era no muy grande y con agua cristalina.
Tessa se quitó el vestido dejando ver el bikini blanco que llevaba debajo. De reojo miró como Jake la observaba anonadado.
- Jaja ¿nunca habías visto a una chica en bikini?- bromeó Tessa.
- N-no, no es eso... Yo...- El joven estaba completamente rojo de la vergüenza y no podía mirarla a los ojos.
- Vamos, ¡ven al agua conmigo!.
El muchacho se quitó la parte de arriba y justo cuando comenzaba a desabrocharse los pantalones se percató de un terrible error.
- Eh, Tessa, no me he traído bañador.
- No pasa nada, báñate en ropa interior, es lo mismo prácticamente ¿no?.

La joven le miraba desde la orilla del lago, tenía el cabello mojado y alborotado y todas las curvas de su cuerpo brillaban por la luz que se colaba entre los árboles.
Jake notó una sensación que jamás había notado antes, un cosquilleo le recorrió el cuerpo y sin pensárselo se quitó los pantalones y corrió hacia el agua.
Tomó juguetonamente a Tessa en brazos y ambos cayeron al agua, hacía un día espléndido y ambos comenzaron a salpicarse agua de manera amistosa.
- Jake, ¡a ver si me alcanzas!- dijo Tessa haciendo una mueca burlona y nadando en dirección opuesta.
- Jaja, ¿me está retando usted my lady?.
- Puede ser- respondió guiñando un ojo.

El joven se lanzó tras ella y tras escasos minutos la alcanzó y la abrazó por la espalda.
- Te tengo sirenita.
Tessa se dió la vuelta y apoyó las manos en el frío pecho del muchacho.
- Enhorabuena, me has atrapado, creo que te mereces un premio.
- ¿Ah sí?, sorpréndeme.
La joven le acarició la helada mejilla y acercó su cara a la del joven. Cuando sus labios se juntaron la sensación de frío de la piel de él desvaneció completamente, el piar de los pájaros pareció cesar por un breve instante y por un momento parecía que únicamente estaban ellos dos en el mundo, besándose en el lago.

Jake tomó a Tessa en brazos de nuevo y ambos se tumbaron sobre la toalla que ella había puesto a orillas del agua.
La joven continuó besándole, deslizando las manos por su pecho y su espalda hasta detenerse en el elástico de los calzoncillos que el muchacho había utilizado a modo de bañador.
- ¿E-estás segura de que quieres hacer esto?- inquirió Jake suavemente y completamente ruborizado.
- Nunca antes he estado más segura de algo.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2020 ⏰

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