Pensé muy bien en la pregunta que podría hacerle a los chicos, como: "¿Chicos alguien ha preguntado por mi?¿Quién ha estado preguntando por mi? O ¡séque tú has preguntado por mi...! Juan...".
¿Me he ilusionado con tal solo verlo? Esa es una pregunta que no responderé.
Tal vez solo son simples suposiciones Nathalia, ¿Cierto?
Necesitaba ayuda así que decidí llamar a mi mejor amiga Verónica porque es la persona que más necesito en este momento.
Llamando a Verónica.
Vero, por favor, contéstame.
—¡Hola! ¿Cómo estás?— responde del otro lado.
—Necesito tu ayuda, tres palabras "hay-un-chico"— hablé pausando mente en cada palabra.
—No puede ser, ¿Mi Nathalia está enamorada?— dice alegremente.
—No lo sé, tú eres psicóloga ya debería saberlo— las dos reímos.
—Sé qué cuando me hablas de "alguien" es porque te gusta, porque he conocido muy pocos que te hayan gustado.
Me quedo en silencio porque no sé que decir, es la verdad.
—Mira Nathalia Martínez S, si crees que lo vale, ese es. Confía en ti y más que todo en tu corazón.
—Confió en ti, te amo, hablamos luego.
Fín de la llamada.
Es hora del concierto y estoy lista para lo que se avecina. Así que fui a donde los chicos.
—¡CHICOS ATENCIÓN!— dije pasando por la entrada del camerino— es de suma importancia que recuerden el horario y lo que deben hacer en la tarima, una hora, recuérdenlo. Chicos, disfruten cada momento, se lo merecen con toda totalidad— ellos partieron en seguida.
Debía checar cómo están las novias del grupo Morat, así que me dirigí a donde ellas, pero de repente sentí a alguien tocarme el hombro.
—Gracias, Nathalia... Por parte de todos te agradecemos— dijo Juan Pablo Isaza un poco apenado y luego de decirlo se fue corriendo a donde sus compañeros.
Fue un lindo gesto de su parte.
Volví a mi trabajo.
—¡Nathalia, te hemos guardado un asiento¡— dijo Susana.
—Chicas no puedo sentarme allí, debo estar vigilando y ayudando a los chicos.
—Tranquila, hablamos con Javier y él dijo que estaba bien— expresó felizmente Nathalia Campos— y además puedes estar aquí cuando toquen la ultima canción.
Gracias chicas— les comuniqué con aprecio.
Seguí con mi recorrido a la tarima.
—¡Johnny, John Mario qué bueno verlos juntos!— dije sorprendida porque se hicieron amigos muy rápido.
—Llámanos "JJ"— asentí riendo y pregunté.
—¿Cómo van? ¿Todo en orden?— Johnny hizo cara de preocupación y dijo.
—Nath... Estamos en problemas— finalizó riendo y yo le golpeé el brazo por asustarme.
—Con eso no se juega; además, ¿Por qué lo dices?
—Los chicos la están rompiendo y necesitó descansar un poco, ¿Me cubres un ratito?— hizo un pequeño puchero intentando escapar de mi pregunta.
—Claro, yo cubro y me quedo John Mario.
Platicamos de muchas cosas, cómo sus viajes y anécdotas, como los fans son tan amables y amorosos, las risas en la tarima y entre otras cosas.
Volvió jhonny y los 3 seguimos charlando, y bromeando hasta qué pasó una hora en el tiempo que estuvimos juntos, debía de dirigirme hacia el lugar de las chicas. Vi un lugar libre y me senté al lado de Laura.
—¿Cómo la estás pasando?— le pregunté al oído porque el sonido retumbaba en todo el lugar.
—La estábamos pasando muy bien— señaló a las tres y entendí porque están en los mejores puestos, en el centro y en primera fila.
Mientras transcurría el concierto el grupo Morat anunció una gran sorpresa la cual es "Un día entero con un integrante de Morat" y ese integrante sería Juan Pablo Isaza.
—Está será la dinámica, cada uno de nosotros va lanzar 10 plumillas amarillas y una de ellas es dorada, la o él que la encuentre el día de mañana deberá enviarnos un mensaje por nuestras redes sociales con la foto de la plumilla dorada— dijo Juan Pablo Isaza caminado por la tarima.
Cantaron su última canción "Una Vez Más" después los cuatro se repartieron las 10 plumillas con una dorada y las lanzaron al público. Fue todo un caos, los chicos se despierto y terminó el concierto de Morat.
Las chicas fueron directo a donde estaba el grupo.
—¡ME ENCANTÓ!— gritó Nathalia bailando de emoción mientras Susana y Laura reían.
—Chicas debo dejarlas aquí, tengo que revisar que no hayan dejado algo de valor y además debo organizar el cableado.
—Tranquila Nathalia, nosotras entendemos. Aun así, creo que deberías de darme tu número por si algo— me dijo Nathalia Campos sonriendo.
—Claro, mira es...— le di mi numero y ella sonrió.
Me despedí de las chicas y comencé mi búsqueda de objetos perdidos o olvidados, encontré varios hoodies, comida, basura y más basura.
Vi a lo lejos algo brillar y la curiosidad surgió en mi, no estaba segura de lo que era pero al mirar más de cerca me percaté que era "La Plumilla Dorada" tenía una gran duda y era "si un o una fan no encontró la plumilla entonces qué procederán a hacer".
Debo avisarle a alguien de esto.
Al llegar estaba Pedro hablando con Juan Pablo Isaza.
—Hola, disculpen que los moleste pero...— respire hondo— debo decirles algo importante.
—Claro Nathalia, ¿Qué pasa?— dijo Pedro.
—Mientras buscaba objetos perdidos encontré esto— saqué la plumilla del mi bolsillo de mi jean y sé la di a Pedro.
—No puedo creer nadie la halla encontrado, ¿Ahora hago? ¿Qué haremos Pedro?— Juan Pablo Isaza se pasó una mano por el cabello, se veía desesperado.
—¡Tengo una grandísima idea!— dijo mirando a Juan Pablo— claro cómo no pude haber pensado esto antes, ¡Soy un genio!— dijo Pedro y luego me miró a mi.
No entendía lo que intentaba decir Pedro, pero de lo que sí estaba segura es que me daba miedo y no podía creer en su "grandísima idea" porque podría ser un problema mucho mayor que la plumilla.
•••
Nota del autor: La verdad... Yo quiero esa Plumilla y sé que ustedes también.
No mientan.
Les quiere, Natalia.
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DORADA | Juan Pablo Isaza P.
ФанфикUna pregunta, es la siguiente: ¿Qué probabilidad tiene un persona de cambiar su futuro por un simple problema de trabajo? Existen muchas posibilidades, pero no pensé que tener un simple "problema" cambiaría mi destino. La historia de Nathalia y Juan...