El cristal.

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La noche habia caído y las voces no le permitían dormir, una fuerte opresión en su pecho hacían moverse y revolverse en la cama a aquella joven de tez semi clara.

-¿Qué es lo que he hecho?.

Un pequeño murmuró salia de su boca, la cual detonante de una angustia, a tal punto que su garganta le impedía tragar, esas vanas salivas, que se agolpaban bajo su lengua, fuera de estos unos labios resecos a causa de una respiración agitada.

-Fuu~...Maldición.

Suspiraba enfurecido, ¿Qué es lo que habia hecho realmente?, unas lagrimas comenzaban a brotar de sus grandes ojos color café.

¿Qué?, ¿Qué?, una incognita que hacia eco en las paredes de su habitación, se sentía frustrado, lastimado, habia arruinado lo que para el era perfecto, un amor de en sueño.

¡Ha!, ¿Qué banalidad?, todo eso por amor, ¿Quién no esperaria lo obvio?.

Las voces de su cabeza se burlaban de éste, atormentandolo hasta ahogarlo en llantos. Viro su cuerpo para ponerse en posición fetal y tomar su almohada favorita entre brazos, apretandola a su pecho.

¿Cuántas lágrimas sobre esa cosa?, ¿Miles?, ¿Millones?

-C-Callate maldición, por una vez en tú jodida vida.

Diria titubeante a las paredes de la habitación que cada vez parecían estar más cercas, aquellas eran oscuras, casi tanto como la noche, pero podia notarlo por una pequeña ventana que dejaba entrar la luz de las farolas de la calle

Puff...Te comportas cómo si fuera la primera vez, vamos Félix, esta no es la primera vez

Una voz femenina pronunciaba por primera vez el nombre de aquel joven que no dejaba de llorar. Sabia que esa voz tenia razón no era su primera vez, así que volvió a hacer un crudo esfuerzo por tragar su saliva e inmediatamente seco sus ojos con la manga de su pijama.

-N-No es mi primera vez, debo ser fuerte, de...bo ha-hacerlo

La casi quebradiza voz salía de sus gruesos y secos labios, de un salto se levantó sobre su cama, quedando sentado, como queriendose reponer de todo, volvió a secar sus ojos y se mantuvo respirando profundo. Hasta el momento que volvia en su mente "El esta muerto", esas palabras a su cabeza erizarian su piel, frunciria el ceño intentando contener lágrimas nuevas que deseaban salir, pero nuevamente "Ha muerto"
Un crujido en su pecho, seguido de un agudo dolor lo romperían, ahora solo el ruido de unos cristales cayendo al suelo, algo tan frágil, repartia esquirlas en el, en ese momento todo se nublo en la cabeza del  joven Félix, quien lentamente comenzaria a caer dentro de si mismo, una oscuridad infinita, tan pura que solo podia sentir la sensación de caer varios metros interminable y el aire gelido en su piel mientras iba cayendo cada vez más

-"¿Esto sienten un ciego?, no sin duda, esto no lo es, esto es algo peor

Este abria una de sus tantas preguntas extrañas, ¿Por qué preguntar lo absurdo? Y no, ¿Que sucede? O simplemente gritar.
Este era capaz de ignorar muchas cosas de modo infantil, tan inocente e incredulo como solo el era.
Continuó cayendo en silencio hasta chocar contra el suelo, quebrándose en miles de pedazos, ahora visibles, similar a las estrellas, esquirlas se hacían ver en esa oscura inmensidad.

¿Estás muerto?, Hmm...No creo que lo estés, ¿Estás bien Fel?

Un tono de preocupación salia pronunciado por los ecos.
El joven quien estaba sentado en su habitación como si jamás hubiera salido de ahi, tenia sus ojos abiertos como plato, estos mismos de color café reflejaban el firmamento de prominentes lágrimas que saldrían sin temor alguno, aquel parecia petrificado ante lo sucedido, pero los ecos de la voz intentaban despertarlo...

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2020 ⏰

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¿Por qué Te amo?, una nota, un, ¿Adiós?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora